Es más, si se revisa los últimos tres informes, se ve una clara mejora: el ingreso llegaba a S/ 2,134.7 entre abril de 2024 y marzo de 2025; y subió a S/ 2,169.1 entre julio de 2024 a junio de 2025. Ahora, entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, un trabajador peruano ganó en promedio S/ 2,227.6 al mes.
Sin embargo, hay diferencias marcadas entre ciudades cuando se revisan los detalles. Solo 11 de las 27 ciudades del país evaluadas, es decir, menos de la mitad, superan los S/ 2,000 de ingreso promedio mensual.
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Lima Metropolitana encabeza la lista. A septiembre, ya se calculaba que los limeños ganaban un promedio de S/ 2,433.20 al mes.
Le siguen las ciudades de Moquegua (S/ 2,362.50), Chachapoyas (S/ 2,293.80) y Arequipa (S/ 2,279.30). De hecho, solo las cuatro primeras ciudades mencionadas superan el ingreso promedio a septiembre.
Completan el listado con Puerto Maldonado, Tarapoto, Cusco, Ica, Trujillo, Cajamarca y Abancay, aunque con variaciones leves en el orden y en los montos.
¿En qué ciudades peruanas se gana menos?
En contraste, ciudades como Chiclayo, Pucallpa, Juliaca, Tacna, Ayacucho, Moyobamba, Iquitos, Huancayo y Piura se sitúan por debajo de los S/ 2,000, pero incluso hay otras que no llegan a los S/ 1,700 mensuales.
Entre estas, Juliaca es la ciudad que ha tenido los menores ingresos durante estos últimos meses, llegando solo hasta S/ 1,321.70 al mes en septiembre.
Le siguió Chiclayo, con una remuneración de hasta S/ 1,653.90; y Pucallpa, con un salario promedio que llegó hasta S/ 1,674.60.

Durante los últimos dos períodos, solo 11 de las 27 ciudades del país evaluadas, es decir, menos de la mitad superan los S/ 2,000 de ingreso promedio mensual. (Datos: INEI)
Los factores que explican esta situación
Para el economista e investigador principal de Grade, Miguel Jaramillo, estos resultados se explican principalmente por la estructura productiva en cada región, es decir, por aquellas actividades más complejas e industrializadas.
“Probablemente esas sean las ciudades donde los ingresos son mayores porque ahí están las actividades más productivas. En Moquegua y Arequipa, por ejemplo, hay una fuerte minería, mientras que en Lima están las empresas más productivas”, comentó a Gestión.
Benoit Mougenot, director de las carreras de Economía de la Universidad San Ignacio de Loyola, coincidió en la importancia de la composición sectorial de cada región, destacando la concentración de Lima en servicios financieros, comercio, tecnología y administración pública.
Al igual que en Moquegua y Arequipa, en Cusco también se destaca la minería, sumada al turismo. En paralelo, en Ica se benefician no solo de actividades mineras sino también de agroexportadoras tecnificadas.
“Estas regiones con proyectos mineros, infraestructura y turismo reciben más inversión, lo que dinamiza la economía local y eleva salarios. En ciudades con mayor presencia de empresas formales (Lima, Arequipa, Trujillo) muestran ingresos más altos porque los empleos formales tienen mayor remuneración que los informales”, indicó.
Mougenot resaltó que en ciudades con sectores dinámicos, la demanda por mano de obra calificada supera la oferta, lo que genera salarios más competitivos.
La minería también ha mejorado los resultados de Cajamarca, que hasta el reporte de marzo se encontraba con ingresos promedio por debajo de los S/ 2,000. Un efecto similar se evidencia en Abancay, precisó Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores.
“En Cajamarca ha empezado a notarse el efecto del oro, en el caso de Abancay, el volumen que viene creciendo y también el precio del cobre. Esto tiene un efecto dinamizador en estas regiones, en la medida que el ingreso promedio va subiendo en consecuencia de esta mejora en el sector”, señaló.
En tanto, en el caso de Chachapoyas los avances se explicarían por la actividad turística. A esto, indicó, se suma una informalidad relativamente baja y una absorción laboral adecuada, es decir, que las empresas están demandando trabajadores de forma sostenida, lo que genera presión al alza sobre los salarios.
¿Qué pasa con los qué ganan menos?
Mientras en las zonas mejor posicionadas los ingresos dependen de actividades productivas complejas, en los últimos lugares predominan dos factores: informalidad alta y actividades de menor productividad.
Juliaca, Chiclayo y Pucallpa comparten un alto grado de informalidad y también estructuras económicas basadas en comercio o intermediación, actividades que generan menores ingresos, indicó Odar.
“El comercio es una actividad que ha tenido una tendencia a crecer más en los últimos años en la medida de que ha habido una mayor participación de potenciales trabajadores, lo ven como alternativa a no tener un ingreso y estar fuera del mercado laboral, prefieren obtener un ingreso relativamente bajos”, sostuvo.
Odar advirtió que Puno, la región de esta ciudad, muestra señales de enfriamiento económico que afectan directamente a la generación de empleo, mientras que ciudades como Ayacucho o Chimbote también está observando una debilidad en el mercado laboral.

El ingreso promedio proveniente del trabajo llegaba a S/ 2.169,1 de julio de 2024 a junio de 2025. (Datos: INEI)
¿Realmente mejoran los salarios?
Aunque algunos resultados podrían sugerir mejoras en ciertas ciudades, Jaramillo consideró que con estos datos aún no se puede hablar de un aumento real en los ingresos
El especialista señaló que el promedio puede subir sin que el trabajador promedio esté ganando más, pues basta con que los jóvenes -que son los peores pagados y tienen mayor informalidad- estén saliendo del mercado laboral. Esa retracción fuerte del empleo juvenil haría que el grupo evaluado cambie, elevando artificialmente el promedio.
“Puede ser un mero efecto de que el mercado laboral está empujando afuera a los trabajadores peor remunerados. Y hay una concentración en más trabajadores con mayor experiencia, mayor remuneración y más formales también. Los jóvenes prácticamente tienen las tasas de informalidad más altas en su empleo, entonces podría estar relacionado a una retracción del empleo de jóvenes”, refirió.
Otro aspecto que se podría observar, indicó, es que podría verse un efecto en algunas ciudades por las mayores remuneraciones del sector público, que pesa más en provincias que en Lima.

A nivel nacional, el ingreso promedio proveniente del trabajo llegaba a S/ 2.134,7 entre abril de 2024 y marzo de 2025. (Datos: INEI)

