Escalofriantes y perturbadoras fueron las declaraciones de Arnold Antonio Segura Guevara, el joven de 24 años que asesinó con un machete a su madre y a su abuela en el centro poblado de Saltur, distrito de Zaña, en Chiclayo. Alias ‘Toño’, como era conocido en la zona, habló ante las cámaras sin mostrar un atisbo de culpa. Lo dijo seco, directo, helado: no se arrepiente.
Según los reportes policiales, el ataque ocurrió el último fin de semana y dejó también gravemente herido a su tío, Román Castro Isique, quien permanece en espera de una operación por la profunda herida que recibió mientras intentaba defender a su familia del brutal agresor.

La primera frase que soltó alias ‘Toño’ ante la prensa dejó mudos a todos: “No me arrepiento”. Solo después, cuando los periodistas insistieron, reculó: “Sí, sí me arrepiento”. Pero su rostro, sus gestos y su tono contaban otra historia, una mucho más fría y escalofriante.
Segura Guevara permanece detenido en la carceleta de la Divincri Chiclayo desde la tarde del sábado 15 de noviembre, donde espera la audiencia de prisión preventiva en su contra. En ese lugar, según las autoridades, nadie lo visita y es la propia institución policial la que está asumiendo su alimentación diaria.
ABSOLUTA FRIALDAD EN SU CONFESIÓN
En un breve intercambio con los periodistas, durante una diligencia policial, alias ‘Toño’ continuó mostrando una desconcertante serenidad al hablar del doble parricidio que ha conmocionado a todo el país.
También negó, en un inicio, haber actuado drogado; aunque poco después reconoció que sí estaba bajo el efecto de sustancias desde horas antes del ataque, ofreciendo respuestas cortas, desordenadas y carentes de claridad. “Estaba drogado. Acepto mi realidad, voy a ir al penal de Picsi”, dijo mientras era llevado nuevamente a la sede policial.
La Policía informó que Segura Guevara no ha recibido visitas de familiares desde su captura. Tampoco le han llevado alimentos ni apoyo alguno. Su defensa está a cargo de un abogado de oficio debido a su aislamiento absoluto.
Mientras tanto, al mediodía del lunes 17 de noviembre, los restos de sus víctimas, Celia María Guevara Isique (44) y Rosalía Violeta Cabrera Segura (77), fueron enterrados en medio de pedidos de justicia y dolorosas escenas de despedida.
EL CRIMEN QUE DESGARRÓ A SALTUR
El Poder Judicial dictó nueve meses de prisión preventiva contra Arnold Antonio Segura Guevara, acusado del delito de parricidio. La medida fue solicitada por la Primera Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de Cayaltí mientras continúan las investigaciones.
De acuerdo con la Policía, el ataque habría ocurrido luego de que las víctimas se negaran a darle dinero, presuntamente para consumir drogas. La abuela fue asesinada dentro de su vivienda, mientras que la madre intentó escapar, pero fue alcanzada y atacada violentamente en plena calle.

El coronel César Díaz Jáuregui, jefe de la Divincri Chiclayo, confirmó que Segura utilizó un machete para atacar a ambas mujeres, causándoles múltiples cortes. Según su testimonio, la madre habría recibido al menos quince heridas antes de morir.
El crimen ha provocado una profunda conmoción entre los vecinos de Saltur, quienes acompañaron el entierro de madre e hija con muestras de dolor y consternación. Las escenas en el cementerio fueron desgarradoras.
Ahora, con la orden de prisión preventiva, el joven será trasladado a un penal de la región mientras avanza el proceso en su contra. El delito de parricidio contempla severas penas en el Código Penal peruano, y la familia de las víctimas exige que se aplique todo el peso de la ley.

