El despliegue de la División de Investigación de Extorsiones marca un punto de inflexión en la estrategia de seguridad.
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Con una fuerza élite de más de 200 oficiales y subalternos, la Policía Nacional y el Ministerio de del Interior buscan recuperar el control territorial frente al crecimiento de la extorsión, el sicariato, la violencia y las economías ilegales que azotan la capital.
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La nueva unidad, integrada por especialistas en inteligencia, operaciones especiales e investigación, tendrá como misión desarticular las organizaciones delictivas, responsables del aumento de delitos agravados y de la expansión de redes criminales en Lima Metropolitana y la provincia constitucional del Callao.
El ministro del Interior, Vicente Tiburcio, asegura que esta unidad policial fue diseñada para ejecutar operaciones simultáneas de investigación, seguimiento y captura de cabecillas, así como labores de inteligencia en los corredores donde operan las redes criminales.
“No vamos a permitir que un puñado de hampones afecte la tranquilidad de los peruanos. La orden es desmantelar a los grupos delincuenciales”, advirtió Tiburcio.
Esta fuerza policial actuará en coordinación con el Ministerio Público, el Poder Judicial y brigadas de operaciones especiales con capacidad de reacción inmediata.
El despliegue ocurre en un contexto de disputa territorial entre bandas nacionales y extranjeras, señaladas como responsables de al menos 250 homicidios en lo que va del año.
La misión de la división policial es atacar todos los eslabones de la cadena criminal. “Vamos tras las finanzas, los cabecillas y los integrantes que cumples distintos roles. El objetivo es desmantelar completamente estas estructuras”, dice el coronel Víctor Revoredo.
Los policías seleccionados operarán en las zonas más afectadas por la extorsión y enfocará su estrategia en la inteligencia para desmantelar las bandas criminales.
Uno de los objetivos inmediatos es poder infiltrar y desvertebrar las organizaciones dedicadas a ese flagelo en las zonas donde hay más extorsiones.
El coronel Víctor Revoredo Farfán, a cargo de esta unidad, tiene la mirada puesta en atacar a los principales cabecillas.
Durante la presentación de esta división policial, el ministro del Interior reconoció que, en comparación a las cifras del 2024, “la extorsión ha crecido un 18% a nivel nacional, 36% en Lima Metropolitana y 33% en la provincia constitucional del Callao”.
Admitió también que en lo que va del año (hasta el lunes pasado) a nivel nacional, los homicidios se han incrementado en un 3%. “Tenemos registrados 2.118 homicidios”, subrayó.
“Cueste lo que nos cueste”
El coronel Revoredo dijo a La República que esta “es una capacidad de respuesta objetiva que tiene el supremo gobierno a través de la PNP para ir de la defensiva a la ofensiva y la creación de este equipo es parte de la estrategia, de un kit estratégico”.

Para el comando de la PNP, con el sector transporte se desarrollará un trabajo diferenciado.
“Estos irrecuperables han decidido atentar contra uno de los bienes jurídicos más preciados de todo humano: la integridad sicológica, la vida”, reflexiona Revoredo.
Y agrega: “Esta unidad será recordada como una unidad emblemática contra la extorsión. Que esto, todos los peruanos, lo ganamos porque lo ganamos. Los peruanos no se merecen esto y el Estado peruano, a través de estas estrategias, va a tener la capacidad de respuesta, cueste lo que nos cueste, estos irrecuperables no nos van a doblegar”.
Antes de finalizar Revoredo se encomienda al Señor Cautivo de Ayabaca y subraya: “Asumo este reto y será mi trabajo el que me juzgue”.
Se necesita investigar la extorsión
Para el coronel PNP en retiro, Walter Lozano Pajuelo, exjefe de inteligencia de la dirección antidrogas y miembro del equipo especial de apoyo al Eficop, es buena decisión del gobierno crear un grupo especial con Revoredo a la cabeza, teniendo en cuanta que “se necesita investigar este tipo de delitos de manera especializada y profesional”.
¿Se puede lograr resultados hasta julio del 2026? se le consultó a Lozano.
“Todos los esfuerzos que se realizan, tangibles y eficaces, considero que si, pero debemos también dejar trazado el camino que permita más adelante que este tipo de delitos no se siga cometiendo con la magnitud que se hace ahora”, respondió.
El experto señaló que “en un trabajo de investigación se necesita un marco legal y se necesita capacitar al personal que ya se tiene”.
“Hoy los criminales sienten bajo riesgo y alto beneficio y sienten que la reacción de la policía no es suficiente con lo que se está haciendo porque no se está aprovechando la tecnología. Los criminales están usando el teléfono para cometer un delito, las armas de fuego son un complemento. Aterrorizan a través de llamadas, de mensajes, mandan videos y ponen en zozobra a sus víctimas. A pesar de los esfuerzos de la Policía no se logra lo que se quiere”.
Lozano considera que se debe potenciar las unidades especializadas, seleccionarlos y separar la paja del trigo. “A esos malos elementos detectarlos, separarlos y darles de baja”.
“Debemos potenciar al personal tanto en inteligencia como en investigación”, dice.
Y agrega: “Si creamos unidades como el Gorex que fue un engaño mediático creado por la anterior gestión de Dina Boluarte y Juan José Santiváñez, prácticamente vamos a seguir por un camino equivocado”.
Es primordial golpear a las bandas
Julio Corcuera, abogado, experto en crimen organizado, explicó que Revoredo es una persona que tiene comando, que tiene respeto que tiene reconocimiento. “Es primordial golpear a estas bandas en lugares como el cono norte y San Juan de Lurigancho que es donde causan temor”, enfatiza.
Se debe garantizar que el circuito de justicia no quede en impunidad.
Pero, ¿qué otra prioridad debe tener esta nueva División de Investigación de Extorsiones para que se investigue con seriedad?
Los expertos en seguridad coinciden en que se le debe dotar de equipos con tecnología y software especializados para recuperar evidencias digitales de celulares, así como logística y recurso humano capacitado para atender las denuncias.
El general PNP retirado, José Baella, exjefe de la Dircote manifiesta que “no puede estar todo centralizado en la Dirincri, sino se debe tener satélites, unidades que pertenezcan a la División de Extorsiones y que también tengan elementos de geolocalización.
Con este sistema la Policía no efectuará interceptación telefónica, sino ubicará equipos móviles utilizados en los casos de extorsión. Para solicitar a las operadoras de telefonía la ubicación georreferencial del celular se tienen que cumplir tres requisitos.
Estos son que haya flagrancia, es decir, que se encuentren dentro de las 24 horas de cometido el delito; que la pena del delito o supuesto delito se castigue con cuatro años de prisión y que la intervención de las empresas telefónicas sea de real ayuda para resolver el caso.
Pero el software resulta fundamental para el sistema de geolocalización y el cruce de datos de sospechosos que permita a los jueces tomar decisiones informadas.
“La unidad policial debe trabajar con libertad”, sostiene el exministro del Interior, Wilfredo Pedraza.
El estado de emergencia y reuniones de coordinación con gobiernos regionales y locales, con transportistas y con otras autoridades, son importantes, pero resultan colaterales y tienen un efecto indirecto con el tema de la extorsión, añade.
“Lo único concreto, eficaz para implementar una lucha contra la extorsión es la acción policial, pero no como ha venido ocurriendo hasta hoy de manera descoordinada, sin recursos, sino a través de una unidad especializada”, manifiesta Pedaza.
Si el presidente Jerí logra implementar esa unidad, le dota de personal suficiente, de recursos para inteligencia y de logística, ese podría ser su legado en materia de seguridad, dice.
Esta unidad debe trabajar con libertad, sin plazo, priorizando la inteligencia. Será importante en la medida que se le asigne respaldo, recursos y todo aquello que se necesita para trabajar frente a un fenómeno tan amplio que hoy afecta mucho la seguridad del país, finaliza Pedraza.
REPLICA
-El Sistema Informático de Denuncias Policiales (Sidpol-PNP) desdijo al Mininter y dio cuenta que la extorsión se incrementó, de enero a octubre, en 27.4% (de 18.215 a 23.213 a nivel nacional).
-En Lima Metropolitana las denuncias se han incrementado en 49.8%, esto es de 6.509 a 9.750. Y en Callao se incrementó en 45.6%, esto es de 550 a 801.
-Además, 19 de 26 regiones denotan un incremento de denuncias, es decir, en más de 70% de regiones se visibiliza un mayor número de extorsión.
