Don Rolando Mendoza camina otra vez con paso firme entre las hileras verdes que él mismo construyó. Observa las hojas, revisa las raíces, ajusta las mangueras de su sistema hidropónico.
Todo lo hace con una precisión que hace un año parecía imposible. Hoy, a sus 70 años, este asegurado de Morales (Tarapoto) volvió a ver —y a vivir— gracias al operativo “Verte otra vez” del Hospital Perú de EsSalud.
Durante años, don Rolando fue maestro e ingeniero agrónomo; enseñó a sus alumnos que la tierra recompensa a quienes no se rinden. Pero cuando la catarata nubló su visión, su independencia se vio amenazada. El trabajo en su campo de cuatro hectáreas se volvió cuesta arriba.
“No podía hacer las conexiones, se me complicaba todo”, recuerda. La hidropónica, que exige precisión milimétrica, empezó a escaparse de sus manos.
Todo cambió con una cirugía de 15 minutos y una recuperación de apenas tres días. Entonces vino el milagro cotidiano: ver el verde intenso de sus lechugas, distinguir su propio reflejo en las bandejas de cultivo, volver a reconocer el brillo del agua que alimenta sus plantas. Y con ello, renació también su emprendimiento: un sistema de cultivo sin tierra, alimentado por una solución rica en minerales, que abastece a los principales mercados de Tarapoto.
Su historia es una de las más representativas del impacto de “Verte otra vez”, una estrategia que viaja por la costa, sierra y selva llevando cirugías de catarata a regiones con alta demanda.
Desde su lanzamiento en noviembre de 2024 en la misma Tarapoto, el Hospital Perú ha realizado 1,293 cirugías oftalmológicas en 16 despliegues en regiones como Loreto, Madre de Dios, Cajamarca y La Libertad.
Del 24 de octubre al 1 de noviembre se realizó el segundo operativo en Tarapoto, donde 173 asegurados recuperaron la vista gracias a la tecnología láser que retira el cristalino opaco y coloca un lente intraocular. Para muchos, como don Rolando, fue el inicio de una nueva etapa.
Hoy, bajo el sol de la selva, don Rolando vuelve a levantar con sus propias manos su cultivo hidropónico. Sonríe, acomoda las bandejas, revisa la presión del agua. Lo hace con la mirada limpia de quien sabe que ver no es solo mirar: es volver a tener futuro.
