La captura de ‘Manzanita’ reveló la magnitud de una operación que funcionaba silenciosamente en pleno corazón de La Victoria.
Rosalía Muñoz Calixto, de apenas 22 años, fue intervenida durante un operativo del Grupo Terna que empezó con la búsqueda de un solo teléfono robado y terminó en el hallazgo de un cuarto lleno de iPhones nuevos, clasificados y empaquetados.
Según la PNP, su rol era clave: recibir, almacenar y organizar los dispositivos que luego serían distribuidos a distintas regiones del país.
Dentro de la habitación donde fue detenida, los agentes encontraron treinta equipos valorizados en más de 150 mil soles. Durante el interrogatorio, la joven señaló a Tatiana Vásquez como la persona que “le dejaba los teléfonos para guardar”, una dinámica que apunta a una red con varios integrantes y rutas definidas. Las primeras investigaciones indican que los celulares provenían de robos cometidos en zonas residenciales como Miraflores y en centros comerciales muy concurridos.
El coronel Pedro Rojas, jefe del operativo, explicó que la intervención fue posible gracias a las facultades del estado de emergencia, que autoriza el ingreso sin orden judicial en situaciones de flagrancia o sospecha fundada. Ahora la policía busca al resto de implicados para desarticular por completo el circuito que abastecía al mercado negro de tecnología.
El caso de ‘Manzanita’ se suma a un panorama preocupante: en lo que va del 2025 se registran cerca de cuatro mil robos de celulares al día, aunque solo una mínima parte llega a ser denunciada. Su detención permite asomar apenas una pieza de una estructura más compleja que sigue operando en Lima y otras regiones del país.
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