La izquierda llega fragmentada y con – El reportero andino

A pocos meses de las elecciones 2026, conocer a los postulantes a la vicepresidencia es tan relevante como saber quién busca ser el máximo gobernante del país: un vicepresidente puede terminar en el poder, como ocurrió con Dina Boluarte en 2022 y Martín Vizcarra en 2018.

Son 38 organizaciones políticas que tentarán el sillón presidencial, entre las que figuran tres alianzas. Las que tiene más de una fórmula presidencial deberán definir en elecciones internas cuál las representará en los comicios.

Lo que llama la atención es que la izquierda peruana llega a esta campaña fragmentada y dividida con sus propios candidatos, la mayoría de los cuales tiene un controvertido pasado y presente.

Vladimir Cerrón, prófugo e investigado por lavado de activos, encabeza la lista única de Perú Libre y tras la condena de Guillermo Bermejo por terrorismo, quien postulaba con la coalición Venceremos, se muestra como la propuesta más radical y reconocible.

Cerrón, que está habilitado a candidatear tras anularse sus dos condenas, irá secundado por el legislador Flavio Cruz Mamani, como primer vicepresidente, y la profesora Bertha Rojas López —madre del líder partidario y también investigada— como segunda vicepresidenta.

Al exgobernador de Junín le impide aparecer públicamente la orden de prisión preventiva que pesa en su contra.

Es imputado de haber usado dinero recaudado en Junín por las organizaciones criminales Los Dinámicos del Centro y Los Tiranos del Centro para financiar la campaña presidencial de Pedro Castillo de 2021.

JP y la minería informal

La izquierda apunta a los casi 5.5 millones de votos del sur (Ica, Arequipa, Moquegua, Cusco, Puno, Tacna, Ayacucho, Apurímac y Huancavelica), que representan casi el 21% del padrón y fueron decisivos en la victoria de Castillo en 2021.  

En esa elección, Perú Libre obtuvo 789,000 votos (27.9 %) en la primera vuelta.

Hoy, el exmandatario busca regresar a la política con Todo con el Pueblo (TP), aliado de Juntos por el Perú (JP), que planea postularlo al Senado, siempre que no sea inhabilitado o sentenciado antes del 23 de diciembre (fecha límite de inscripción final de las listas de candidatos).

La carta presidencial de JP es Roberto Sánchez, exministro y fiel defensor del golpista, quien impulsa la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) para reincorporar a unos 50,000 mineros ilegales.  

Lo acompañan Analí Márquez Huanca (Cusco) y Brígida Curo Bustincio (Puno) como candidatas a las vicepresidencias.

Márquez es cusqueña y abogada. En redes sociales respalda abiertamente la minería informal.

En un acto del 13 de julio, Sánchez prometió reincorporar al Reinfo a los mineros excluidos por el D.S. 012-2025, compromiso que Márquez compartió, mostrando su sintonía con la defensa de la minería ilegal.

Curo, en tanto, fue candidata del partido antiminero Frente Amplio en 2016 y luego se afilió a JP.  

Dirigenta campesina, ha defendido la libertad de Castillo y expresado apoyo a Evo Morales y a contenidos de Sánchez sobre minería informal.  

Venceremos: aliados del radicalismo castillista

La sentencia contra Guillermo Bermejo encendió las alertas sobre los nexos de la organización Venceremos con la izquierda radical.

La alianza, integrada por Nuevo Perú y Voces del Pueblo, sostiene en su plan de gobierno que a Castillo le asestaron “un golpe de Estado”.

Otro hecho sospechoso es que el nombre Venceremos es similar al de una revista del grupo terrorista MRTA en los 80.

Tras la detención de Bermejo, el abogado Ronald Atencio, exdefensor del sentenciado exlegislador, asumió como precandidato presidencial.  

Lo acompañan en la primera y segunda vicepresidencia Carmen Elena Rivera Huamán y Alberto Eugenio Quintanilla Chacón, respectivamente.

Quintanilla, exdiputado y excongresista del Frente Amplio, es relacionado por medios de Puno con radio La Decana de Juliaca, donde en octubre último casi linchan al precandidato presidencial de Avanza País, Phillip Butters.

El otro postulante de esa alianza de izquierda radical es Vicente Alanoca Arocutipa, representante de Nuevo Perú, que lidera Verónika Mendoza.  

En declaraciones públicas, catalogó el gobierno de Dina Boluarte como “dictadura”, pero evitó referirse de la misma forma con los regímenes de Venezuela y Nicaragua. Sobre Cuba, dijo que vive “un proceso dictatorial”. Su partido ha emitido comunicados de apoyo a Castillo.

Como su primer vicepresidente está Gustavo Guerra García Picasso, quien es su jefe de plan de gobierno, y Dalia Luisa Abarca.

En las últimas encuestas de Ipsos, solo Bermejo aparecía en la lista de la   de voto como representante de la izquierda.

En el sondeo de octubre, Cerrón apenas apareció en el grupo “Otros” como el mejor posicionado.

Podemos y las izquierdas improvisadas

Ciudadanos por el Perú, el partido populista vinculado a Nicanor Boluarte, presentó como candidato presidencial a Morgan Quero Gaime, y como vicepresidentes a Alberto Modesto Moreno Alfaro y Melania Herrera Torres.

Morgan Quero fue ministro de Educación durante el régimen de Dina Boluarte. Dejó pendiente la situación de cinco mil profesores vinculados al Movadef que siguen dictando clases.

Moreno, sin estudios superiores registrados en Sunedu, es comunicador cajamarquino y secretario de Estrategia Programática del partido.  

Herrera, secretaria de Comunicación, tampoco registra estudios universitarios, pero es accionista de Confecciones Erre S.R.L. y Constructora Chim S.A.C.

De otro lado también está Ahora Nación, el partido de centroizquierda limeño del exrector de la UNI Adolfo López Chau.

Con él postulan a las vicepresidencias Luis Villanueva Carbajal, actual presidente de la CGTP, y Ruth Buendía Mestoquiari, lideresa indígena de la comunidad asháninka.

Villanueva es abogado de la universidad Alas Peruanas.  

En la marcha del 15 de octubre de la generación Z, en la que murió un joven cantante de hip hop de una bala policial en un confuso incidente, la CGTP y los partidos de izquierda encabezaron la movilización.

Podemos Perú, por su parte, tiene a gente de izquierda en sus filas, pero su único guía es el investigado congresista José Luna Gálvez. Es decir, es una agrupación movilizada por el populismo que aplica su líder.

Luna es el candidato presidencial y estará flanqueado por sus vices Cecilia García Rodríguez y Raúl Noblecilla Olaechea.

García fue congresista por el mismo partido y se hizo conocida por atacar sin argumento alguno al presidente del Banco Central, Julio Velarde, y mantener discursos agresivos contra sus oponentes.

El otro aliado de Luna Gálvez es Noblecilla, asesor de los “mineros ancestrales” de Pataz, que no son otros que los mineros informales.

El abogado fue defensor legal de Pedro Castillo y de la expremier Betssy Chávez.

Al conocerse la sentencia contra Bermejo, Noblecilla catalogó esa decisión como una “persecución de referentes políticos y liderazgos que representan amenaza al fascismo”. Fue expulsado de las audiencias en el juicio que se le sigue a Chávez por presentar un certificado médico falso para justificar las ausencias de su patrocinada.

No cambian

En la otra orilla, a partidos como Alianza Para el Progreso (APP) no les importa los cuestionamientos que pesan sobre los integrantes de sus planchas.

César Acuña lleva como primer vicepresidente a Alejandro Soto, expresidente del Congreso que ha sido comprometido en el caso Andrea Vidal, la joven asesinada que trabajaba en el Parlamento y ofrecía servicios sexuales.

Y como segunda vicepresidenta figura Jessica Tumi, funcionaria del sector Trabajo que ingresó a laborar como directora del Programa de Empleo Temporal Llamkasun Perú durante el gobierno de Dina Boluarte, quien tenía como aliado precisamente a Acuña.

Soto, actual congresista, fue sindicado de haber blindado a la exfiscal de la nación Patricia Benavides a cambio de que le archive la denuncia en su contra por el caso Fábrica de Trolls.

En Perú Primero creen que Martín Vizcarra, inhabilitado por el Congreso para postular a cargos públicos, aún tiene chances de llegar al 2026.

El exmandatario ha sido incluido como primer vicepresidente en la fórmula que lidera su hermano Mario Vizcarra.

El exjefe de Estado afronta un juicio por cobro de S/2.3 millones en coimas cuando era gobernador regional de Moquegua, se vacunó contra el COVID a espaldas del país y es investigado por haber beneficiado con contratos por S/175,000 al artista Richard Swing.

La estrategia de Vizcarra es esperar a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anule la inhabilitación dispuesta por el Parlamento y así tenga el camino libre para postular.

País para Todos, que postula a Carlos Álvarez a la cabeza de la plancha, lleva como vicepresidenta a María Chambizea Reyes, una exfuncionaria cajamarquina que trabajó como asesora en el Ministerio de Agricultura del gobierno castillista.

Keiko Fujimori, por su lado, ha optado por lanzarse con sus dirigentes de confianza Luis Galarreta y Miguel Torres, dejando a un lado representantes de regiones.

Rafael López Aliaga, que renunció a la alcaldía de Lima para ser candidato presidencial con Renovación Popular, tiene a la congresista Norma Yarrow y el empresario John Ramos.

Y así empieza la carrera por el sillón presidencial.

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