Aunque la mayoría de peruanos lo recuerda por el apodo de Huevoduro, que algún palomilla le puso durante su postulación a la alcaldía de Lima, en 2014, esa campaña que lo obligó a recorrer la ciudad junto a personas disfrazadas de Barney o el Rey León, Fernán Altuve es la encarnación de la formalidad. De hecho, se ha pasado la mayor parte de esta conversación esperando a que llegue el fotógrafo, para ponerse corbata y no salir desarreglado en los retratos. Lo han presentado también de muchas maneras: conservador, monarquista, defensor de Odebrecht. Hoy asume una nueva identidad, la de aspirante a vicepresidente en la plancha de Phillip Butters. ¿Se siente cómodo con este encargo? ¿Y qué piensa él de la derecha, ese sector al que nunca ha negado pertenecer?
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¿Cuál será el principal problema para la candidatura de Avanza País? ¿La sobreoferta en la derecha o la incontinencia verbal del señor Butters?
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A ver, el punto es, Phillip Butters es una persona y una personalidad conocida. La gente sabe quién es, es auténtico, lo toma o lo deja. No estamos ofreciendo nada que no se conozca y la gente evaluará si es la persona adecuada para el momento que estamos viviendo, si es la persona que va a brindar la seguridad de que se va a tomar un rumbo serio y firme ante el problema más importante que hoy día es la protección de la ciudadanía.
Usted ha hecho definiciones interesantes sobre la derecha. Le leo algo que le dijo el año pasado a Caretas: “La derecha no tiene formación política, entonces actúa en base a dos instintos, la ambición y el miedo”. Y luego seguía: “A la derecha le gusta hacer política y beneficiarse de ella, pero no le gusta formarse, no le gusta leer, no le gusta comprender”. Quien leyera esto diría que usted es un radical de izquierda, un compañero de ruta del señor Bellido o del señor Cerrón.
Y a lo mejor lo piensan (sonríe). Pero, a ver, yo soy una persona que pertenece en la polarización al espectro que va del centro a la derecha, con los matices que le quieran dar, que me quieran dar, o que mis propias palabras u obras determinen en la interpretación de la gente. Soy yo el interesado de que este espacio sea mejor, y la única manera como las cosas son mejores es cuando uno identifica problemas y plantea su existencia y su posible solución. La complicidad con los errores del espacio propio no soluciona nada. Yo no gano nada con subrayar los errores del espacio al que yo no pertenezco, porque no los puedo solucionar.
Ahora, si usted ve que hay una derecha que no se forma, que quiere hacer política sin comprender las cosas, ¿Avanza País es una derecha ilustrada? ¿Eso es lo que deberíamos entender?
A ver, yo quiero aclarar el punto, porque lo he escrito en el Diario Expreso hace unas semanas y he dicho que el espacio que se trata de formar desde Avanza País es la derecha reformista. Eso es lo que se está tratando de hacer. Lamentablemente, hay una derecha, como ha devenido el fujimorismo, en una derecha absolutamente populista, ya en el sentido más simplón y ramplón, porque las obras del fujimorismo son de hace 20 años, no son de ahora. Ese es un populismo parlamentario, de leyes que favorecen a grupos económicos o realmente están tratando de ganar una aceptación callejera sin ningún sentido de Estado. Mercantilismo en algunos casos le llaman. Y hay una derecha que se ha convertido en una derecha fundamentalista que no oye nada, que solamente grita, que solamente insulta, lamentablemente.
La del señor López Aliaga, dice usted.
Bueno, no es la única, pero puede ser representativa, y con la que uno puede decir, yo comparto valores con uno, comparto valores con otro, por los esloganes que dicen, pero cuando uno va a los actos concretos hay contradicciones absolutas.
Ahora, cuando usted postulaba por el fujimorismo, ¿también pensaba que era una derecha populista y mercantilista?
No, porque si no, no hubiera estado con ellos. Yo lo que he ido viendo es el devenir de la descomposición.
¿Ah, sí? ¿Desde el 2011, cuando fue su última postulación con ellos?
Exactamente. Bueno, para mí, probablemente para sus detractores no, pero para mí sí. O sea, incluso la misma estructura, la misma composición del partido, para mí cada día se parece más a la del PPC.
¿La señora Keiko se parece más a la señora Lourdes?
No digo eso…
Pero está ahogando una risita.
Es que es simpática su metáfora. Usted hace una asociación graciosa. Pero lo que le puedo decir es que a mí me parece que se parece cada día más al PPC, a un partido menos popular y más anclado en los intereses. Y yo creo que eso, lamentablemente, mató al PPC.
Ahora, ¿por qué piensa que este Congreso ha creado un Súpersenado que va a traer problemas de gobernabilidad?
Bueno, por la misma redacción de la reforma. Es un senado que puede cambiar las leyes de la Cámara de Diputados, pueden presentar la Ley del Perro y ellos terminan promulgando la Ley del Gato, definitivamente, sin que la Cámara de Diputados pueda decir que el proyecto originario ha cambiado. Ese es un Súpersenado. Y es un error. Y lo primero que hay que hacer es ir a corregir ese error.
Señor Altuve, quiero entenderlo, porque estas competencias que tiene este Senado nuevo, estas atribuciones, estos vetos, los esteroides que le han puesto, fueron aprobados con los votos de Avanza País.
Sí, pero, a ver, el hecho es que los diputados de Avanza País son diputados que vienen de la elección del año 21, donde yo no he sido militante, donde yo no he participado.
Pero ahora mismo comparten sus banderas.
Compartimos el partido, no compartimos las mismas banderas, porque yo no pienso exactamente igual que todos los diputados o los parlamentarios que están ahí. Yo he sido crítico y ellos se han quejado en varias oportunidades de que mis críticas al Parlamento, que usted las ve reiteradas y sistemáticas, les afectan a ellos.
¿Ha criticado, por ejemplo, al señor Cavero, que se ha encargado un poco del diseño del Senado?
A ver, yo he dicho claramente que no estoy de acuerdo con la ley de las AFPs, que tengo entendido que él ha votado. Yo he criticado la ley de lo que ocurrió en Mesa Redonda, y creo que él es autor de la ley. Uno puede estar en una misma agrupación política y no tener la misma visión de las cosas.
Usted impulsó muchas veces la bicameralidad.
Yo soy probablemente el único fujimorista de aquella época que apoyaba la bicameralidad, desde antes de que cayera el gobierno Fujimori. Tengo un artículo de septiembre del año 2000, donde digo que hay que volver a ella. Pero no esto. O sea, ¿cómo puede ser posible que una muy buena idea termine en una muy mala realidad?
En consecuencia, entiendo que no postulará al Senado.
No, una cosa es que esté mal diseñado y otra que no haya que reformarlo. O sea, para mí el Senado debe ser reformado y es lo primero que hay que hacer.
¿Va a postular al Senado que no le gusta?
Para hacerlo mejor, por supuesto.
Difícil de entender. Si a uno no le gusta algo, no postula a ese lugar.
No, no, no, y si tampoco me gusta la Cámara de Diputados, ¿no postulo a nada? Mi vocación política es una vocación parlamentaria esencialmente.
En los momentos en los que el fujimorismo quería una sola cámara, usted pedía las dos cámaras. ¿Cómo fue esa convivencia?
Bien, porque, a ver, uno no va a pelear, va a debatir. En estas cosas no voy a pelear. Yo le voy a proponer, de ser elegido, a los señores senadores, que hagamos una reforma para modificar esos megaesteroides que no benefician el equilibrio de las cámaras.
¿Quién va a querer modificar todas esas atribuciones? ¿Quién va a querer perder todo este poder?
No les voy a pedir que se corten el poder que tienen hoy, pero sí que a partir de cinco años se haga la reforma para no tener los problemas que vamos a tener.
Qué fácil, ¿no?
No, no. No es fácil.
Van a tener los cinco años esos poderes.
Pero es que el que llega y tiene ese beneficio, no lo va a querer perder. Pero sí es un acto de conciencia asumir que esos poderes desequilibran a las cámaras.
¿Le hace ilusión ser vicepresidente? Es un cargo un poco nominal. Que usted actúe va a depender de la buena salud del señor Butters, si es que gana.
El tema de la vicepresidencia yo lo considero un elemento honorífico. Es un honor asociado a una persona que es amiga mía, que hace una manifestación pública de su confianza en mí y yo hago una manifestación pública de mi lealtad a lo que él considera que debe ser el Perú de los próximos cinco años. Es un es un gesto político. Y por lo que tengo entendido, Phillip goza de una magnífica salud. Por lo tanto, las posibilidades de que yo sea presidente son absolutamente remotas.
Aunque es interesante que, en los últimos diez años, los vicepresidentes decidan muchas cosas en este país.
Bueno, yo creo que eso también es una cosa que hay que cambiar. Este asambleísmo que ha nacido y esta agonía del presidencialismo es negativa. Presidentes anuales o bianuales no le hacen bien al país.
Ahora, lo vi el último domingo en el programa de Beto Ortiz.
Fue el anterior.
Sí, tiene razón. En ese programa fue muy crítico del fujimorismo y de Renovación Popular, los señaló por haber sostenido al gobierno de la señora Boluarte. Puntualmente dijo: “Se le blindó mil días a la señora en cosas de incapacidad evidente, como Rólex, cirugía, etc”. ¿Se ratifica en eso?
Sí, por supuesto, pero no solamente fueron ellos. Otros parlamentarios de otros partidos han hecho exactamente lo mismo y me parece mal.
Como los de su propia bancada.
Algunos de la misma bancada, porque como es público y notorio desde el día 7 de diciembre del año 22, yo estoy proponiendo que se anticipen las elecciones. Y yo considero que debía haber elecciones anticipadas.
Y los parlamentarios de su grupo hicieron oídos sordos.
Los parlamentarios de mi grupo, de otros grupos y todo lo demás, porque en ese momento, cuando hicieron oídos sordos y agarraron el proyecto de reforma constitucional y lo escondieron bajo siete llaves, yo no estaba en ese partido. Porque mi inscripción es del año pasado. Yo voy a criticar lo que me parece mal en la derecha, aunque sea mi partido, aunque sea mi casa, porque a mí lo que me interesa es la excelencia, que las cosas se hagan bien.
Ahora, en ese mismo programa usted se preguntaba, ¿por qué la vacan ahora? ¿Qué cosa cambió? Porque para usted el problema estuvo desde el inicio.
Siempre lo he dicho.
¿Le ha hecho esa misma pregunta a la gente de su bancada?
Yo no hablo con ellos.
¿Cómo es esto de que el probable candidato a la vicepresidencia no habla con sus congresistas?
Yo soy un militante, yo no tengo dirección en el partido, yo no tengo participación en ninguno de los órganos de dirección, y yo ni siquiera soy candidato todavía. En el momento en que se produzca la elección, seré candidato, pero en este momento no. Ellos están ejerciendo una función pública.
Y usted tiene muchos cuestionamientos a lo que hacen.
Bueno, tengo mis diferencias, pero ese es su derecho. Fueron elegidos por el pueblo. Ellos tienen el derecho de opinar y votar como les dé la gana. Y si les parece que lo que yo opino no vale, yo no puedo imponer mi criterio. Yo no soy un dirigente del partido. El partido tiene sus dirigentes. Yo soy un militante como uno de más de los 46.000 que hay a nivel nacional.
Qué va a postular a la vicepresidencia, nada menos.
Ah, bueno, pero ese es mi derecho. Y vamos a ver si me eligen. Vamos a ver si las bases me apoyan a mí o apoyan a los parlamentarios.
Sí pues, de repente las bases de los parlamentarios no votan por usted.
A lo mejor puede pasar eso. Por eso le digo, nadie sabe nada hasta que viene el resultado.
Ok, pero, ¿qué clase de gobierno sale de esa falta de comunicación entre el grupo parlamentario y los dirigentes políticos?
Perdón. El gobierno será entre el presidente elegido y la nueva bancada que habrá, Dios mediante. Ese es el gobierno.
Sabe qué siento señor Altuve, que usted empieza su campaña de una manera singular. Normalmente uno enfrenta a sus adversarios, pero usted está enfrentando con algunos dichos a sus parlamentarios.
No, yo no enfrento a mis parlamentarios. Yo, desde el día en el cual comenzó el gobierno de la señora Boluarte, he tenido una posición crítica a ella y a los parlamentarios. Lo que yo no hago es, porque he ingresado a una organización política donde hay parlamentarios que han ejercido su legítimo derecho y su criterio en cuestiones de Estado, agarrar y decir que lo que me parecía mal antes ahora me parece bien, porque yo no soy así. Los mismos criterios que yo tenía los sigo teniendo y eso no me confronta con ellos. Simplemente somos diferentes, tengo una visión distinta.
Dos cosas sobre la campaña que viene. Una, ¿cree que ganarán algún congresista en Puno?
No lo sé, pero yo creo que habrá personas que no estarán de acuerdo con una mayoría que hay en Puno y que dirán: Alguien vino a tratar de exponer ideas distintas a las de una mayoría hegemónica y eso tiene valor.
La campaña va a ser feroz, ¿está preparado?
Lamentablemente veo, percibo, ojalá no sea así, que hay demasiados actores y al mismo tiempo mucha ansiedad en el entorno. Pero bueno, así son las elecciones y hay que ponerle el mejor humor.
Lo primero que van a decir sobre usted es que fue abogado de Odebrecht.
Sí, van a decir que participé ahí. Yo no lo he negado en ningún momento. No he cometido ningún delito. ¿Quieren acusarme de eso? ¿Es lo más grave que tienen sobre mí después de 27 años de participación en la vida del país? Bueno, saldré y enfrentaré como siempre, diciendo las cosas como son. También que digan que fui árbitro y condené en el arbitraje a Odebrecht y no estoy entre los árbitros comprometidos con ellos.
¿En el 2013?
En el 2013.
¿Y cuándo empezó a ser abogado de Odebrecht? ¿En el 2015?
En el 2015 estuve un año participando en la colaboración.
¿La colaboración con el Congreso?
La investigación (de la comisión) Pari y al principio para ir a la colaboración con la Fiscalía.
¿La colaboración quiere decir que Odebrecht quería identificar a sus socios o cómplices?
Quería delatar a sus socios.
Eso es algo que no entiendo. Porque en septiembre de 2015, cuando salió la información de que Odebrecht había contribuido a la campaña electoral del señor Humala, usted dijo que Odebrecht no lo había hecho.
Yo he dicho en varias oportunidades la versión que tenía la empresa, porque obviamente una empresa que está colaborando no va a decir públicamente lo que está haciendo.
Bueno, pero dos años después lo tuvieron que decir durante el proceso.
Porque ya el proceso había aportado las pruebas. Cuando se comienza una colaboración no se tiene todas las pruebas.
¿Cuando se comienza una colaboración se puede mentir?
Bueno, se dice algo distinto a lo que se está haciendo para que los cómplices no se fuguen. Eso es lo que pasa. O sea, el objetivo es que los cómplices no se fuguen.
Ahora, usted me dice que esa es la información que le dio hasta ese momento la empresa. ¿El señor (Jorge) Barata entonces lo inducía a mentir a usted?
No, no, no. A ver, el tema no es que ellos me dieran una información, sino que me dieron una información que era la que se tenía que hacer pública, porque había un proceso de colaboración.
Claro, pero usted dijo puntualmente que Odebrecht no le dio dinero a Humala y eso era falso.
Bueno, eso es lo que terminó siendo después la versión de la empresa. Yo cumplo mi trabajo porque esa es la función de un abogado, transmitir lo que su cliente le dice que diga. No soy yo el juez que está dando un valor de verdad sobre lo que dice o no se dice. El cliente es culpable. El cliente me ha informado que es culpable.
¿Fue amigo del cardenal Cipriani?
Sí, amigo, sí.
¿Sigue siendo amigo?
Sigo siendo amigo. A la distancia. Lo vi el año pasado, me encontré con él en un matrimonio.
Hay el dato de que a veces iban juntos a comprar provisiones.
No, no, no. Ahí está equivocado. No es que íbamos juntos, es que nos encontrábamos en el supermercado de la esquina de mi casa y de su casa, que es diferente.
Eran vecinos.
Sí, yo vivía en Los Laureles y él en Los Nogales, y nos encontrábamos en el Vivanda de 2 de mayo.
¿Su fe influye en sus ideas políticas?
Bueno, no sé si la palabra es influir, pero definitivamente me inspira. Porque obviamente hay valores que son en los que yo creo, y no me puedo disociar de los valores que yo tengo.
Le hablaba al inicio de la conversación de los ímpetus verbales del señor Butters. Él ha dicho alguna vez que usted es el gran pensador del movimiento conservador del Perú. ¿Qué siente cuando escucha eso?
Bueno, agradecimiento porque creo que es muy generoso. Pero no lo soy. Y creo que es la más grande exageración que ha tenido Phillip Butters.
