Era una noche cualquiera en San Juan de Lurigancho, pero el destino de una familia cambió para siempre. Dos mujeres, madre e hija, caminaban tranquilamente por el parque, con sus celulares en la mano, sin imaginar que en cuestión de segundos serían atacadas con brutalidad por un joven de 18 años.
“Por robarles a esas dos chicas, las había apuñalado con un amigo mío y estábamos drogados”, confesó Carlos Jhanpier Gutiérrez Torres ante los agentes de la Policía Nacional. Su voz no tembló. No hubo culpa, solo la frialdad de quien mata sin razón.

Asesino de madre e hija en SJL
Aquel 23 de octubre, el muchacho merodeaba las calles con un cuchillo oculto en la cintura. Caminaba junto a su cómplice, conocido como Piero. Cuando vieron a las víctimas, madre e hija, decidieron atacarlas sin decir una palabra.
“Al llegar a la altura de un parque vimos a dos mujeres con sus celulares. Yo para eso tenía un cuchillo guardado en mi cintura porque teníamos amenazas de la barra de Alianza que nos querían matar”, dijo en su manifestación policial.
APUÑALÓ SIN PIEDAD
La primera víctima intentó escapar, pero cayó sobre el pavimento tras recibir una puñalada por la espalda. “La chica empezó a gritar, empecé a jalarle el celular y como no se dejó, la apuñalé y me fui corriendo”, declaró Gutiérrez, sin emoción alguna.
No fue suficiente. Cuando la segunda mujer intentó huir, el joven la alcanzó y también la atacó. Su único objetivo era quedarse con los teléfonos. “Quería venderlos en Las Malvinas”, dijo con total frialdad.
Madre e hija no tuvieron tiempo para defenderse. El ataque fue salvaje, desmedido y sin sentido. Las dos mujeres fueron trasladadas de emergencia, pero una de ellas no sobrevivió.
El asesino, en su declaración, intentó justificar su crimen. Dijo que estaba bajo los efectos de pastillas y bebidas energizantes, que no recordaba bien lo ocurrido, aunque los detalles de su confesión lo contradicen.

Delincuente que asesinó a cuchilladas a madre e hija iba a vender sus celulares en Las Malvinas. Foto: América Noticias
CONFESIÓN ESCALOFRIANTE
“Lo boté por el 10 de Las Flores, ya que había acuchillado a las personas. Era un cuchillo de madera, era de la barra, que era de un amigo”, contó ante la Policía. Cada frase retrata la crudeza del asesinato y la indiferencia del agresor.
Los agentes de la División de Investigación de Homicidios lograron capturarlo y ponerlo a disposición de la Fiscalía. El Ministerio Público solicitó nueve meses de prisión preventiva para Carlos Gutiérrez y su cómplice.
La confesión de Gutiérrez ha estremecido a todo San Juan de Lurigancho. Un crimen sin motivo, cometido por un joven que, según sus propias palabras, solo quería vender dos celulares robados.
Una madre perdió la vida y una hija quedó marcada para siempre. Todo, por dos teléfonos.

 
                    
