Desde que el presidente José Jerí decretó el último 22 de octubre el estado de emergencia en Lima Metropolitana y el Callao se han reportado siete muertes vinculadas al crimen organizado. Según los reportes policiales, las víctimas fueron atacadas en contextos de sicariato y delincuencia común, siendo el caso más impactante el del alférez PNP Jhordy Stainer Escobedo Mori (23), quien fue asesinado dentro de su vehículo en Carabayllo.
En conversación con La República, el especialista en seguridad, José Saavedra, consideró que la medida dictada podría generar la reacción del crimen organizado, tanto en los penales mediante motines, como en las calles. En ese sentido, señaló que la Policía debe actuar con los equipos de inteligencia para anticiparse ante cualquier tipo de acción contra la población.
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“El presidente está siendo muy activo en querer dialogar con muchas instituciones. Sin embargo, lo más importante es el trabajo de inteligencia. (…). Podría generar, como ocurrió en Ecuador, algunos desmanes, que normalmente las organizaciones criminales hacen para no perder sus privilegios. Hay que estar atentos de que no ocurran ninguna de estas posibles acciones. O sino podrían tomar acciones en contra de policías, eso ya se ha visto en Ecuador y Colombia”, señaló.

La mañana de este 24 de octubre, una mujer fue asesinada cuando se dirigía a su centro de trabajo.
Seis muertes en los primeros días del estado de emergencia
En las primeras horas del estado de emergencia, se reportaron al menos dos asesinatos en Carabayllo. De acuerdo con las primeras pericias, Jhordy Stainer Escobedo Mori (23), se encontraba estacionado a pocos metros de la vivienda de su pareja, cuando dos sujetos abrieron fuego contra él. La mujer, única testigo del hecho, señaló que los sicarios le pidieron que se retire del vehículo antes de que se produjeran los disparos y reveló que tres días antes se enteró junto al agente que iban a ser padres.
En el asentamiento humano Las Lomas, el jardinero municipal Juan Montúfar Gómez (62) fue hallado sin vida con múltiples impactos de bala sobre una cama dentro de la vivienda que cuidaba. Según su familia, la víctima no había recibido amenazas. En ambos casos, la Policía descartó la hipótesis de robo.
En el Rímac, Jesús Rojas Barbarán (29), perdió la vida tras recibir cinco disparos cuando descansaba cerca de una obra municipal de mejoramiento de vías. El hecho, suscitado en la avenida Flor de Amancaes, sucedió en las primeras horas del estado de emergencia. Según el alcalde del distrito, la víctima no era trabajador del proyecto.
En San Juan de Lurigancho, dos mujeres, identificadas como Liyzy Espinoza Harter (30) y su madre, Diana Harter Portilla (53), fueron atacadas la madrugada del jueves 23 de octubre. Según las primeras pericias policiales, ambas regresaban a su vivienda cuando fueron abordadas por dos encapuchados, quienes, tras no conseguir arrebatarles sus pertenencias por resistencia de las víctimas, las apuñalaron reiteradamente antes de huir.
En el Callao, la mañana del 24 de octubre, Lesly Tejada Pacheco (28), fue asesinada a balazos cuando se dirigía a su centro de trabajo en la intersección de las avenidas Guisse y Carrillo de Albornoz. Testigos del lugar relataron que la joven fue interceptada por sujetos a bordo de un vehículo, quienes huyeron del lugar luego de abrir fuego contra la mujer.
Los heridos del estado de emergencia
Además de las muertes mencionadas, al menos seis personas resultaron heridas en una balacera registrada la madrugada del 23 de octubre en la urbanización Constanzo, entre los pasajes Arévalo y G (Callao), minutos antes de que llegue el presidente a realizar un operativo policial. Otro ataque armado se reportó en Pachacútec, Ventanilla, donde un hombre quedó afectado.
