En su reciente columna, César Hildebrandt criticó el mensaje a la nación de José Jerí, en el que el mandatario anunció medidas excepcionales para reforzar la seguridad ciudadana. El periodista interpretó que la intervención presidencial no busca enfrentar el crimen, sino reforzar el control sobre las calles y acallar la protesta social, presentándolo como una estrategia de simulación de autoridad.
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Para el periodista, el presidente recurre a recursos comunicativos superficiales y a un discurso de orden para mantener la apariencia de gestión, mientras los problemas estructurales del país permanecen sin atención. Hildebrandt planteó que la raíz de la criminalidad y la corrupción se encuentra en el Congreso y en los pactos que sostienen al poder político, no en las calles donde se despliega la represión.
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“Sale el señor Jerí y lanza un mensaje a la nación de 51 segundos. Necesitó teleprónter para decir lo que dijo, que no es otra cosa que prohibir las manifestaciones con el pretexto de combatir la delincuencia. Digámoslo claro: si de verdad quisiera combatir la delincuencia, tendría que cerrar el congreso. Como eso no es posible, fingirá que gobierna en estilo TikTok mientras Ernesto Álvarez, con pinta de calabaza de Halloween, se yergue como el verdadero presidente”, comentó.
Hildebrandt también abordó las recientes decisiones del Tribunal Constitucional y de la Junta Nacional de Justicia, a las que atribuye un papel central en la crisis institucional del país. Cuestionó que el TC haya favorecido a Keiko Fujimori y a Fuerza Popular al archivar el caso Cócteles, debilitando la independencia del sistema judicial. Del mismo modo, criticó que la JNJ haya desacatado la orden del Poder Judicial que disponía la reposición de Delia Espinoza como fiscal de la Nación. Para el periodista, ambos episodios reflejan cómo la justicia y los órganos de control han sido capturados por intereses políticos y actúan con complacencia frente a la arbitrariedad.
“Lo que ha hecho (archivar el caso Cócteles) el TC es traerse abajo el sistema judicial, la Constitución que debió defender, la autonomía de los procesos en curso (…) Y resulta que la Junta Nacional de Justicia, nombrada por una comisión que presidió alias Defensor del Pueblo –nombrado por el congreso del hampa–, decide no acatar el fallo judicial que ordenó la reposición de Delia Espinoza como Fiscal de la Nación. La JNJ le dice al PJ: me zurro en ti, estoy protegida, eres muy poca cosa”, señaló.
