Soplan mejores vientos para los servicios de inteligencia del Estado. El Ministerio del Interior ha decidido confiar nuevamente en el general PNP en retiro Luis Flores Solís, designándolo como jefe de la Dirección de Inteligencia del Mininter (Digimin). Una movida que, puertas adentro, se interpreta como una rectificación institucional.
Flores Solís ya había ocupado ese cargo entre octubre de 2021 y marzo de 2022. ¿Por qué lo sacaron entonces? Su “pecado” fue no detener el apoyo técnico que la Digimin brindaba en la investigación contra Bruno Pacheco, el exasesor presidencial que terminó siendo pieza clave en el derrumbe del régimen de Pedro Castillo.
En ese momento, contrariar los deseos del presidente costaba caro. Y Flores lo pagó con su salida.
Pero su hoja de vida no se borra con una orden política. Flores fue parte del GEIN, el grupo de élite que capturó a Abimael Guzmán en 1992. Por esa operación y otras acciones contra el terrorismo, recibió en 2017 la “Medalla al Defensor de la Democracia”, junto a otros 85 agentes, durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
Tras los pasos de Cerrón
En 2023, al frente de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), Flores volvió a incomodar. Esta vez, con declaraciones directas sobre Vladimir Cerrón: “Sabemos que está siendo ayudado. Es una persona pública muy ligada al gobierno anterior y tiene mucha gente que lo respalda”, dijo en entrevista con Radio Programas del Perú.
Y fue más allá: “Él es presidente de Perú Libre. ¿Quiénes gobernaban en el gobierno anterior? Perú Libre. Entonces, tiene muchos conocidos, gente influyente que, de una u otra manera, lo está ayudando”.
Ahora, con el respaldo del ministro Vicente Tiburcio, Flores Solís vuelve a la Digimin. La expectativa es clara: que retome el trabajo que dejó a medio camino. Esta vez, sin interferencias políticas. O al menos, con la convicción de que la inteligencia estatal no puede seguir siendo rehén del poder.
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