Documentos exponen las contradicciones del – El reportero andino

Mi rap se hará presente cuando llegue mi muerte”.

Eduardo Mauricio Ruiz Sanz —Trvko— canta en una esquina de San Martín de Porres, el distrito más poblado de Lima Norte. Agita una mano con el golpe de la música. En la otra, un celular expulsa el sonido. Alza su voz, entre el ruido de los motores, la oscuridad y los vecinos de ese barrio donde creció:

“SMP, avenida Perú, cuadra 36”, se escucha en el video de YouTube. El tema, publicado en setiembre de 2020, se llama La enfermedad del canto.

Cinco años después, sus rimas suenan en las inmediaciones de la Plaza Francia, en el Centro de Lima. Pobreza, corrupción, falta de trabajo, delincuencia, policías y la calle: las grabaciones se escuchan al caer la tarde del jueves 16 de octubre de 2025, en el cruce de Tambo de Belén con jirón Camaná. Pero él ya no está. Fue asesinado, en este mismo lugar, hace apenas unas horas. 

Trvko murió el 15 de octubre de 2025, dos días después de cumplir 32 años. El artista de hip hop, padre de un niño de 10 años y hermano de otro rapero, recibió el impacto de un proyectil de arma de fuego, durante las manifestaciones contra el Gobierno interino de José Jerí Oré, el Congreso y la desbordante inseguridad ciudadana.

Policía

REPRESIÓN. Durante las protestas del 15 de octubre, más de 30 civiles fueron trasladados a hospitales, según el Minsa.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

El presunto autor del crimen es el suboficial de tercera Luis Michael Magallanes Gaviria (28). Inicialmente, el ministro del Interior, Vicente Tiburcio, negó la presencia de policías en la zona. 

Sin embargo, de acuerdo a un documento policial al que accedió OjoPúblico, una testigo —cuya identidad está en reserva por temor a represalias— se presentó en la sede de la División de Homicidios, en la avenida Abancay, y aseguró que había identificado a agentes policiales vestidos de civil realizando disparos. Uno de ellos, dijo, era Magallanes Gaviria.

Al ser interrogados, ese policía y su compañero, el suboficial Omar Saavedra Bautista (26), reconocieron que habían estado en el lugar y que habían hecho disparos con sus armas, aunque no contra alguien: Magallanes Gaviria dijo que apuntó al suelo y Saavedra Bautista habló de un disparo disuasivo al aire. Así consta en las declaraciones que brindaron y que constan en los documentos a las que accedió este medio. 

Trvko murió dos días después de cumplir 32 años. El artista de hip hop, padre de un niño de 10 años y hermano de otro rapero, recibió el impacto de un arma de fuego”.

La presencia de policías vestidos de civil también es respaldada por una orden firmada por el comandante Luis Prado Mancilla, jefe de administración de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones. La misma detalla la conformación de cinco equipos para ejecutar operaciones de “prevención, seguridad y acciones de inteligencia” durante la protesta del 15 de octubre. 

Cada uno de estos grupos, se lee en el documento policial, tenía cuatro integrantes. El primer equipo estaba conformado por los suboficiales Magallanes Gaviria y Saavedra Bautista, bajo el mando del teniente Walter Andy Segura Montañez.

Los testimonios de los policías también presentan discrepancias: Magallanes Gaviria dijo que los hechos ocurrieron cuando él se encontraba fuera de servicio, mientras Saavedra Bautista declaró que todo pasó al intentar infiltrarse entre los manifestantes. 

Aunque el comandante general de la Policía Nacional del Perú, Óscar Arriola, identificó públicamente a Magallanes Gaviria como autor del disparo, la Tercera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos, encargada de la investigación preliminar por el asesinato de Trvko, no ha logrado acceder a su arma de fuego: el policía asegura que se la robaron en las protestas, antes de llegar al Hospital Nacional de la Policía en busca de atención médica. 

VIGILIA. Mauricio Ruiz es la primera víctima mortal de la represión en las protestas durante el Gobierno interino de José Jerí.
Foto: OjoPúblico / Jhon Reyes

El ataque

Los videos de transeúntes, manifestantes y cámaras de seguridad permiten reconstruir el asesinato de Eduardo Mauricio Ruiz Sanz. Cerca de la medianoche del 15 de octubre, un grupo de personas corría en los alrededores de Plaza Francia, mientras una persona —ahora identificada como Magallanes Gaviria— huía hacia la avenida Uruguay. Segundos después, volteó y realizó un disparo. El músico, unos metros atrás, cayó al suelo. 

Mientras los testigos intentaban reanimarlo, otro hombre con zapatillas blancas y jeans —presuntamente Saavedra Bautista— disparó al aire y se acercó al grupo. Luego, también corrió hacia la avenida Uruguay. Las personas, cada vez más, trataban de atender al cantante. “¡Se está muriendo Trvko!”, gritaba un muchacho agarrándose la cabeza.

Camara

IMPACTO. A la derecha, el policía vestido de civil lanza un disparo y, metros atrás, Mauricio Ruiz se desploma en la vereda.
Captura: cámaras de MML
 

Favio Ruiz Sanz, su hermano, también estaba ahí. Lo había acompañado durante la marcha y, luego, hasta el Hospital Arzobispo Loayza, donde los médicos confirmaron su muerte.

“Ya nos estábamos retirando. Por Palacio de Justicia seguían peleando y, para no ir por allá, volvimos a la Plaza Francia. Había un grupo de gente, como un tumulto. Y, de ahí, salió una persona disparando. Nosotros, por nuestra mala suerte, por haber regresado, hemos estado ahí. Y justo a la persona que le cayó [el disparo] fue a mi hermano”, cuenta Favio a OjoPúblico.

 

Los sospechosos y sus contradicciones

Ante las autoridades policiales, el suboficial Magallanes Gaviria declaró que, a las 11:10 p.m. del 15 de octubre, ya había terminado su servicio de apoyo de seguridad en flagrancia a la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones. Según su testimonio, había guardado su arma en el auto de un compañero, estacionado en la Unidad de Asalto, en la avenida Abancay. La recogió de allí y, luego, se retiró caminando.

“Cuando me desplazaba por la Plaza Francia, fui atacado por 40 personas, quienes me confundieron como personal del Grupo Terna, empezaron a agredirme, insultarme y a perseguirme (…) Al ver que era una multitud que me seguía, por temor a que sigan agrediéndome físicamente, efectúo un disparo al piso”, declaró.

Una testigo se presentó en la sede de la División de Homicidios y aseguró que había identificado a efectivos policiales vestidos de civil realizando disparos”.

Unas cuadras más adelante, siempre de acuerdo a su testimonio, le robaron sus cosas, entre ellas su arma. Desde ese punto, dice que se trasladó al hospital. Otros detalles, como el número de serie de su arma, dijo no recordarlos. Solo precisó que era una pistola marca Taurus, modelo 63, calibre 9x19mm o 9mm Parabellum. 

En la escena del crimen se encontraron cinco muestras de casquillos de bala de 9 mm, de acuerdo al acta del Ministerio Público, suscrita por el fiscal Roger Yana Yanqui y el perito balístico forense Federico Bruno Bandini.

Vigilia

MEMORIA. Desde hace más de 10 años, Trvko desarrolló una carrera musical en el movimiento del hip hop.
Foto: OjoPúblico / Jhon Reyes
 

El testimonio del suboficial Saavedra Bautista —proporcionado en el Departamento de Investigación de Homicidios de la Policía— es diferente: según este policía, todo ocurrió en pleno operativo de inteligencia.  

Durante la protesta, declaró, él y otros suboficiales intentaron mimetizarse con un grupo de manifestantes que se desplazaba por la avenida Abancay. “Siendo las 23:00 horas, aproximadamente, (…) nos identifican como policías ternas y empezaron a agredirnos”, narró.

Mientras escapaban por el jirón Camaná, agregó, escuchó un disparo y, al ver a un grupo de manifestantes agolpados, hizo “un disparo disuasivo al aire”. Se acercó a ver a la persona que estaba tendida en el piso y, luego, se retiró del lugar por la avenida Uruguay.

El 16 de octubre, tras recibir las imágenes de videovigilancia y el informe de la División de Homicidios de la Policía —que recoge los testimonios de ambos policías—, el fiscal Yana Yanqui inició una investigación preliminar contra Magallanes Gaviria y Saavedra Bautista como presuntos autores del homicidio de Trvko. 

Documento

DOCUMENTO. Los policías Luis Magallanes y Omar Saavedra están implicados en la investigación por el presunto homicidio de Mauricio Ruiz.
Documento: OjoPúblico
 

Al día siguiente, pidió la detención preliminar de los agentes. Durante la audiencia, realizada esa misma noche, sostuvo que estaba comprobada la participación directa de los agentes en la muerte de Ruiz Sanz. “Hay una violación de derechos humanos. [Ellos], en el ejercicio de sus funciones, actuaron con la autorización y tolerancia del Estado”, alegó el fiscal.

El juez Abel Centeno, del Noveno Juzgado de Investigación Preparatoria, aceptó, en parte, el pedido: ordenó la detención preliminar de Magallanes Gaviria por siete días. Saavedra Bautista, en cambio, afrontará la investigación en libertad. 

 

“Van a surgir más como él”

“Era como un periodista de la esquina. Con su ritmo, hacía que los jóvenes escuchen las cosas que no quieren escuchar”, dijo Flavio Ruiz, hermano menor de Mauricio, durante el velorio del músico. En la vigilia de Plaza Francia, otro joven lo describió en corto: “Solo diré que era un gran artista y amaba a su hijo”. En el barrio del rapero, su colega, el artista urbano Untérmino añadió otro recuerdo: “San Martín es una escuela de hip hop y Trvko decía: ‘vengan a mi barrio si quieren culturizarse’”

San Martín de Porres está en las canciones de Mauricio Ruiz, en uno de sus tatuajes y en los más de 10 años de carrera musical en el movimiento hip hop.

Truko

VÍCTIMA. Mauricio Ruiz, también conocido como Trvko, fue asesinado durante las protestas del último 15 de octubre.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

En ese mismo distrito, a la altura de la cuadra 36 de la avenida Perú, el joven fue velado el viernes 17 de octubre. En la pista, afuera de la casa de su abuela, instalaron un toldo, rodeado de pinturas con su rostro, grafitis con su nombre y más de 30 arreglos florales. Entre ellos, el de la denominada Generación Z y otro de la familia de Bryan Pintado Sánchez, víctima de la represión policial en las protestas contra Manuel Merino, en 2020. 

Bryan también vivió en San Martín de Porres. 

Amigos, colegas y familiares cuentan que Mauricio Ruiz Sanz se involucró en el arte urbano, el grafiti y el breakdance cuando tenía entre 10 y 11 años, influenciado por el mismo barrio, los vecinos, los primos. “Luego, fuimos formándonos políticamente y empezó a hacer rap consciente”, cuenta a OjoPúblico Celta –como se hace llamar–, un artista de Lima Norte, que lo conoció durante la adolescencia. Mauricio rapeaba, subía a los carros, cantaba con colectivos en las calles.

Truko

COMPAÑÍA. Entre los arreglos florales dirigidos a Mauricio, estaban los de la familia de Bryan Pintado, también víctima de la represión policial.
Fotos: OjoPúblico / Norka Peralta y Gabriel García
 

El joven integró SMP 031, colectivo de arte comunitario que reúne a grafiteros, artesanos y músicos de hip hop y que, a través de la autogestión, quiere reactivar sus barrios. “Es uno de los colectivos más fuertes de Lima. Todos comenzamos a escucharlos y la gente, en sus barrios, comenzó a abrir colectivos”, contó a este medio un organizador de la vigilia del 16 de octubre. 

También, fundó un grupo de rap llamado Amachaq Pacha: defensa de la tierra, en quechua. “Quién dice que el terror ha quedado en el pasado. Si minera mata por la tierra que ha comprado. Cuidado con el terrorismo de Estado, cúbranse los cuerpos porque están disparando”, dice una de las canciones de esa agrupación. Mauricio la rapeó, cuentan dos personas cercanas, en la plaza de la provincia cajamarquina de Celendín, años después de que se desencadenara el conflicto minero en Conga.

Luego, emprendió una carrera como solista junto a su hermano, quien era su productor, además de comunicador y grafitero. Ambos armaron un estudio de grabación en la avenida Perú. “La música no es solo para divertir o para el tiempo, ¿no? Es para mandar un mensaje”, dice Favio, también llamado SNAP y AQS Beats.

Favio

FAMILIA. Favio Ruiz Sanz, hermano de Mauricio, lo acompañó a lo largo de su carrera en el hip hop y en otros proyectos musicales.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

Trvko era cantante. Pero cuando el arte no alcanzaba trabajaba en construcción civil y repartía pedidos en una moto. “Trabajaba en lo que sea para darle a su hijo, porque con los conciertos, a veces, no daba. Pero, cuando caía, todo era para el bebé —dice Favio—. Y, ahora, va a ser como mi hijo. Voy a tener que cuidarlo yo”.

Cuando buscaba algún pasatiempo —cuentan los conocidos— jugaba al fútbol, talento heredado de su padre, Roger Ruiz Torres, un vecino de la avenida Mi Perú, conocido por su habilidad con el balón. 

“Mataron a mi hijo y espero justicia. Quiero que me ayuden, los organismos, las instituciones porque, hasta ahora, no ha venido nadie a darme el pésame. Solo mis amistades, mi familia. No ha venido ninguna institución, ningún ministro, ningún general, veo que dan declaraciones, pero aquí nadie se ha acercado”, dijo Ruiz Torres, el 17 de octubre, a la prensa internacional.

Truko

DESPEDIDA. El viernes 17, familiares y amigos asistieron al velorio de Trvko y pidieron justicia tras su asesinato.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

Turko

AMISTAD. Grafiteros y otros artistas del movimiento de hip hop se congregaron para despedir a Mauricio Ruiz en San Martín de Porres.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

Ese día, mientras la familia y amigos velaban a Mauricio Ruiz, el presidente interino José Jerí encabezaba una ceremonia de condecoración a los policías que estuvieron en la marcha nacional del 15 de octubre.

Favio recuerda que Mauricio quería ir a la marcha para “luchar por un gobierno que respete la cultura hip hop” —muchas veces, estigmatizada— y acompañar a su bloque organizado. Sin embargo, la represión desbordó y, horas más tarde, Trvko fue atacado en los alrededores de la Plaza Francia. Según el acta de levantamiento de cadáver, la presunta causa de la muerte fue una herida penetrante en el tórax por proyectil de arma de fuego.

Lo llaman así —Trvko— porque, años atrás, hacía malabares para solventar los gastos de sus viajes como mochilero, por el país: “Hacía trucos. Y era truquito”, recuerda su hermano. Ahora, en los canales de Youtube, hay canciones bajo ese nombre que superan, incluso, las 25.000 visualizaciones. “Nos hubieras visto, hermano, hoy somos más”, dicen los comentarios de los últimos días.

“Eso es lo que no saben —añade el artista Untérmino—. Se han equivocado al tocar a esa persona. Lo han tocado, van a surgir más como él”.

Turko

COMUNIDAD. LaOF, SMP031, Amachaq Pacha, Katherin Fernández, Andrea Cier, Marea Alta, La Refugia y Fakir son colectivos y amigos que permiten el acercamiento a la labor de Trvko.
 
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

 

Las otras víctimas

La noche del 15 de octubre, en la Plaza San Martín, cuatro hombres auxiliaron a Luis Roberth Reyes Rodríguez. El joven de 28 años fue llevado en brazos, en medio del sonido de las bombas lacrimógenas. Estaba herido y su rostro, cubierto de sangre.

El presidente de la Asociación de Brigadistas del Perú, el médico Antonio Quispe Gutiérrez, dice que lo encontraron en el suelo a las 9:30 p.m., en la Plaza San Martín: “Estaba desorientado, llamamos a una ambulancia, pero ninguna vino a tiempo”.

El también músico urbano es conocido como Flipown y, al cierre de este informe, el herido de mayor gravedad tras la represión a la protesta en Lima. Su pronóstico es reservado producto de un traumatismo encefalocraneano grave; es decir, un golpe contundente en el cráneo, con una hemorragia y fractura. 

“Han destruido parte de su cerebro”, dijo su tía Herli Rodríguez en el área de emergencia del Hospital Arzobispo Loayza.

En ese mismo lugar, su cuñado, Emanuel Vásquez, detalló que un médico les había indicado que “probablemente haya sido [golpeado por] una bomba lacrimógena. “El  impacto ha sido muy fuerte. También, viendo los videos, la Policía ha disparado a quemarropa”, explicó a OjoPúblico.

Víctima

VÍCTIMA. Luis Reyes, de 28 años, fue herido de gravedad en la cabeza durante las protestas del 15 de octubre. Se encuentra en coma.
Foto: OjoPúblico / Renato Pajuelo

 

Luis Roberth es el hijo único de una comerciante y de un docente, todos de la provincia de Cajabamba, en la región Cajamarca. Solo él vive en Lima. Ingresó al Hospital Loayza cerca de las 10 p.m. del miércoles 15 de octubre. Un día después, fue sometido a su primera operación.

El sábado por la noche, fuentes de este medio señalaron que el joven había sido sometido a una nueva intervención de emergencia para detener una hemorragia interna y, aunque fue estabilizado, su situación era muy delicada. Necesitaba otra operación y donaciones de sangre O+.

Aunque el ministro de Salud, Luis Quiroz Avilés señaló, en reiteradas ocasiones, que los gastos de los heridos eran cubiertos por el Seguro Integral de Salud (SIS), la familia de Luis Reyes contó que ha tenido que costear recetas de medicamentos de hasta más de S/5.000. 

En total, 34 civiles afectados por la represión fueron atendidos en los hospitales Loayza, Dos de Mayo, Cayetano Heredia y Casimiro Ulloa, según Quiroz Avilés. Entre los heridos también hubo tres menores de edad, informó la Defensoría del Pueblo. Además, añadió el Minsa, 80 agentes resultaron afectados.

Christian Miguel Reymundo Córdova, con un traumatismo abdominal, fue otro de los heridos graves. Al civil, de 29 años, lo impactó un elemento aún no identificado. “Él, ahora, no se acuerda mucho, pero dice que [los policías] han estado disparando a quien le caiga”, contó su hermana, María Reymundo a OjoPúblico.

Policía

REPRESIÓN. La Fiscalía investiga a los policías que resulten responsables por el presunto delito de abuso de autoridad y lesiones.
Foto: OjoPúblico / Gabriel García
 

El joven obrero de construcción civil, vecino de Villa María del Triunfo, acudió solo a la marcha. A diferencia de Roberth Luis, ya se encuentra estable y permanecerá hospitalizado alrededor de una semana más.

A su caso se suma el de Jean Pierre Niño de Guzmán, quien recibió más de 18 impactos de proyectiles en su pecho y fue auxiliado en un restaurante. “El mismo policía que me disparó agarró la escopeta y me dio un impacto en el pecho y ahí ya no pude, colapsé”, contó a Panamericana

Una niña de 11 años también resultó herida tras ser golpeada por una bomba lacrimógena en el pecho, lo cual fue reconocido por el mismo titular del Minsa. La menor acompañaba a su madre a vender frutas en el cruce de la avenida Abancay y Ucayali, cuando cayó producto del golpe. Aún no se recupera en su totalidad, ni puede ir al colegio.

En ese contexto, la Fiscalía ha iniciado otra investigación contra los policías que resulten responsables por el presunto delito de lesiones leves y abuso de autoridad en agravio de Niño de Guzmán, Christian Reymundo y otras víctimas que habrían sido afectadas por perdigones de goma.

Trvko recibió el impacto de un arma de fuego. Es el primer artista del movimiento hip hop de Lima Norte que pierde la vida durante las manifestaciones de los últimos años. En la vigilia del pasado 16 de octubre, en la Plaza Francia, hubo velas, su música y un mensaje: “Nadie debe morir por protestar”.

By admin

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *