
El actual titular del Congreso de la República, Fernando Rospigliosi ,dejará la presidencia de la Mesa Directiva del Parlamento luego de que su bancada, Fuerza Popular, anunciara su retiro de toda participación en la conducción del Ejecutivo y del Parlamento. Su gestión, de carácter temporal, se desarrolló como primer vicepresidente del Congreso y se produjo tras la reorganización institucional derivada de la vacancia presidencial de octubre de 2025.
La decisión fue confirmada por César Revilla, vocero de Fuerza Popular, quien señaló que su bancada no asumirá la conducción de ninguna estructura de transición, ni en el Congreso ni en el Poder Ejecutivo. Esta medida responde, según la agrupación, a la necesidad de evitar cualquier percepción de interferencia en el proceso electoral en curso y de mantener una postura de neutralidad durante este período de alta tensión política.
Otros congresistas del grupo, como Ernesto Bustamante, reiteraron que la salida de Rospigliosi y la renuncia de Fuerza Popular a la Mesa Directiva busca impedir conflictos de interés y garantizar que la transición institucional no se vea influenciada por cálculos partidarios. La bancada ha insistido en que se trata de una decisión estrictamente institucional y no política, aunque la medida ha generado distintas interpretaciones entre otras fuerzas parlamentarias.

Congresistas de diversas agrupaciones han evaluado la decisión de Fuerza Popular desde distintas perspectivas. José Cueto, de la bancada Honor y Democracia, afirmó que “definitivamente hubo cálculos políticos” detrás del retiro de la fuerza fujimorista. Por su parte, Carlos Zevallos consideró que se trató de una acción estratégica frente a la coyuntura y la tensión política actual, evidenciando que la medida no ha sido percibida como neutral por todos los actores del Parlamento.
El retiro de Fuerza Popular abre el camino a una nueva elección para cubrir la primera vicepresidencia de la Mesa Directiva. Este cargo, que temporalmente ocupó Rospigliosi, es clave para la conducción del Congreso durante este periodo de transición. Varios legisladores han mostrado disposición para postular, incluyendo a José Cueto, quien señaló que estaría dispuesto a asumir el rol si su bancada lo propone, y a Elvis Vergara, de Acción Popular, quien calificó la responsabilidad como un reto frente a la situación política actual.
La recomposición de la Mesa Directiva será parcial y se centrará en garantizar estabilidad institucional mientras se desarrollan las elecciones presidenciales y congresales. Los cambios se dan en un contexto de reorganización tras la vacancia de Dina Boluarte y la posterior asunción de José Jerí como presidente del Ejecutivo, lo que generó una serie de ajustes en las estructuras de poder del Parlamento.

Fernando Rospigliosi es sociólogo por la Pontificia Universidad Católica del Perú y cuenta con una amplia trayectoria como analista político, periodista y docente. Se desempeñó como ministro del Interior en dos periodos durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001–2002 y 2003–2004) y fue presidente del Consejo Nacional de Inteligencia. En 2004 renunció al Ministerio del Interior tras una moción de censura aprobada por el Congreso.
Rospigliosi volvió al Parlamento en septiembre de 2023 como congresista accesitario tras el fallecimiento de Hernando Guerra García, completando el periodo legislativo 2021–2026. Durante su paso por el Congreso, presidió la Comisión de Constitución y asumió brevemente la presidencia del Congreso tras la vacancia presidencial de octubre de 2025. Su gestión como presidente de la Mesa Directiva fue breve y estuvo marcada por un contexto de alta tensión política.

A lo largo de su carrera, Rospigliosi ha mostrado cambios ideológicos significativos. En sus inicios, se mostró crítico del fujimorismo, pero con el tiempo se ha posicionado como aliado de Fuerza Popular, respaldando iniciativas legislativas impulsadas por la bancada, incluyendo leyes de amnistía para militares y policías procesados por hechos ocurridos durante protestas. Su paso por la presidencia del Congreso, aunque transitorio, refleja la complejidad de la política peruana en momentos de transición y reorganización institucional.