Jose Jeri | Rafael Lopez Aliaga |Pataz | – El reportero andino

Por ejemplo, la incertidumbre política (presente desde el 2017) ha sido clave en el deterioro de variables como la institucionalidad, que es un pilar importante, por ejemplo, en la calificación crediticia y en los índices de competitividad que muestran las fortalezas del crecimiento a largo plazo.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Gisella Salmón
chart visualization

En el primer caso, si bien el Perú ha mantenido el grado de inversión alcanzado el 2007, desde mediados del 2021 el nivel de calificación y las perspectivas de la deuda elaborado por las principales agencias globales empezó a experimentar reducciones. En septiembre de ese año, Moody’s bajó el nivel de la deuda peruana de largo plazo de A3 a Baa1, lo cual implicaba el primer descenso de la calificación del riesgo en 20 años; mientras que al mes siguiente, Fitch Ratings reducía la calificación de la deuda en moneda extranjera de BBB+ a aBBB y Standard & Poor’s bajaba la perspectiva de la deuda de largo plazo de “estable” a “negativa”.

Desde ese momento, las tres calificadoras han mencionado la existencia de un entorno político polarizado y fragmentado como un aspecto que ha debilitado la capacidad de formulación de políticas de largo plazo. Pese a ello, la calificación de la deuda pública se ha mantenido constante en los períodos siguientes y desde el 2024 las perspectivas de la deuda a largo plazo han evolucionado de “negativa” a “estable”.

chart visualization

Los efectos

Si bien en los últimos días Moody’s Analitycs señaló que el PBI peruano crecerá 3,3% en el 2025, esta cifra podría desacelerarse a 3% el próximo año debido a la transición política asociada con la coyuntura electoral.

Según el último panorama general del Perú elaborado por el , entre los desafíos que afronta la economía local figura la desaceleración económica, donde “los altos niveles de informalidad, las disparidades regionales, el debilitamiento de las instituciones y un panorama político dinámico pero a veces turbulento continúan dando forma a la senda de desarrollo del país”.

, señaló que la tasa de crecimiento de la economía debería situarse en torno al 4%. “Pero la volatilidad política y falta de capacidad estatal nos ha costado crecimiento, y eso a su vez nos cuesta inversión, empleo y puntos de pobreza. El crecimiento del PBI potencial -cerca del 3% anual- es la mitad de lo que era hace una década, y es principalmente esta volatilidad política innecesaria lo que posiblemente explica buena parte de la caída”, sostuvo.

¿Cómo evolucionaron las principales variables macro en un entorno de incertidumbre política? Desde el 2017, descontando el período de la pandemia, la velocidad de expansión de la economía ha sido de 2,5% anual, menos de la mitad que el 5,1% anual promedio entre el 2000 y el 2016, período en el que gobernaron solo cuatro mandatarios.

La ralentización del crecimiento ha estado influenciada por una menor inversión privada. Desde el 2017 (descontando el lapso de la pandemia) este indicador creció en promedio 1,8%, cifra muy por debajo del 7,5% anual registrado entre el 2000 y el 2016.

A mediados de setiembre, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó que la economía mostró un ligero dinamismo en julio, expandiéndose un 3,45% respecto al mismo mes del 2024 y acumulando un avance de 3,35% durante los primeros siete meses del 2025.

De acuerdo con el BCR, la inversión privada creció 9% en el primer semestre del año, asociado con una mayor expansión del componente no minero, que subió 9,4% en el mismo período. El ente emisor estima que este indicador cierre el año con un crecimiento del 6,5%.

La menor inversión ha respondido, en gran medida, a las menores expectativas empresariales que, si bien en el último año tuvieron una mejora y se ubicaron en terreno optimista, en gran parte de los siete años previos se situaron en terreno negativo.

En 54 de los 104 meses transcurridos desde el primer intento de vacancia al expresidente el índice de confianza empresarial a corto plazo sobre la economía se mantuvo en fase pesimista (por debajo de 50 puntos).

Factores detrás

¿Qué rol ha jugado el ruido político en las menores proyecciones económicas? César Fuentes, director de la Maestría en Gestión Pública de ESAN, considera que si bien la incertidumbre política actual y el cambio de presidente no afectaría la inversión y proyecciones previstas para el 2025, sí podría hacerlo el siguiente año. Explica que la participación de esta variable como porcentaje del PBI se ha ido reduciendo en los últimos años, desde un 19% registrado antes de la pandemia hasta casi 15%, lo cual implica un menor crecimiento potencial.

“Esta decisión [de vacancia presidencial] de octubre puede afectar las variables en el 2026. Este mes, gran parte de las empresas hacen su planeamiento estratégico para el siguiente año. El MEF y el BCR han sido conservadores en su proyección anticipando que teníamos un año electoral y planteaban que bordearía un crecimiento de 3%, pero este ruido sí puede afectar la inversión a futuro. Esto significa menor crecimiento potencial, no podemos aspirar a crecer un 4% como lo hacíamos hace unos años. Si todo fuera a favor en el 2026, nuestro crecimiento sería solo de 3.5% porque justamente la inversión privada no está creciendo”, explica.

En cuanto al riesgo de una menor calificación crediticia, el especialista señala que desde el 2021 las principales calificadoras ya hablan de una fragmentación del tema político debido a la gran cantidad de partidos existentes, es un factor que ya lo toman como dado para sus previsiones.

“Desde el gobierno del expresidente ha habido una caída en algunas calificadoras de hasta dos peldaños en sus evaluaciones, pero eso se ha estabilizado el año 2024 debido porque el panorama político también se estabilizó”, añade.

A diferencia del crecimiento o la inversión, la apreciación cambiaria ha sido uno de las variables que se ha mantenido en los últimos meses y que no se vería afectada por la incertidumbre política. En con este diario, Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y director de Videnza Instituto, señaló que “lo que ha pasado localmente no es suficientemente fuerte como para cambiar la tendencia de apreciación del sol frente al dólar“.

chart visualization

By admin

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *