La madrugada del domingo, la tranquilidad de la apacible ciudad de Paita, en Piura, se rompió con un crimen que ha dejado huella en toda la comunidad. Kristell Morales Yenque, una joven madre de tres niños y con un embarazo de 14 semanas, murió luego de ser atacada salvajemente. Los médicos del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes no pudieron salvarla: los golpes le causaron una hemorragia interna que acabó con su vida.
La tragedia estremece aún más porque la víctima ya había denunciado episodios de violencia anteriores. Familiares señalaron que el principal sospechoso, su pareja sentimental y padre de dos de sus hijos, Wender Alzate Carrasco, ya había mostrado conductas agresivas contra ella.

Kristell Morales (30) tenía 14 semanas de embarazo. Foto: Facebook
El ciudadano venezolano fue detenido por la Policía Nacional y permanece en la comisaría de la parte alta de la provincia mientras el Ministerio Público avanza con las investigaciones por feminicidio. El caso ha desatado indignación y dolor entre vecinos y familiares que hoy exigen justicia.
UNA COMUNIDAD DE LUTO
El cuerpo de Kristell es velado en su vivienda, ubicada frente al colegio Sinaí, donde decenas de personas se han reunido para acompañar a la familia en este duro momento. Entre lágrimas, amigos y vecinos recordaron a la víctima como una mujer alegre, trabajadora y dedicada a sus hijos.
“Ella no merecía morir así”, dijo un familiar, pidiendo cadena perpetua para el responsable. Amigas y allegados también se sumaron al clamor popular: justicia para Kristell y protección para sus tres hijos, que ahora quedan huérfanos de madre.
El crimen ha reavivado el debate sobre la violencia de género y los feminicidios en la región. Según la Defensoría del Pueblo, Piura ya registra 25 casos en lo que va del año, una cifra que alarma y que confirma el crecimiento de esta problemática en el norte del país.

Ciudadano venezolano, señalado como el responsable del feminicidio, fue detenido.
Las organizaciones sociales de Paita han hecho un llamado urgente a las autoridades para que se implementen medidas reales y efectivas contra la violencia machista. “No podemos seguir contando víctimas. Necesitamos protección inmediata para las mujeres en riesgo”, manifestaron colectivos locales.
La muerte de Kristell Morales no solo refleja la tragedia de una familia, sino también la falta de mecanismos eficaces de protección para miles de mujeres peruanas que siguen expuestas al maltrato y al feminicidio. Hoy, Paita llora a una joven madre que soñaba con ver crecer a sus hijos, pero cuya vida fue arrebatada de la forma más cruel.