La reciente disposición de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) que autoriza el uso de cinemómetros móviles para controlar la velocidad en las principales vías de la capital ha desatado una ola de críticas.
Uno de los más duros cuestionamientos vino de Adrián Revilla, presidente de Cruzada Vial y exgerente general de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), quien sostiene que la medida tiene un afán recaudatorio antes que un verdadero interés por reducir accidentes o mejorar la seguridad vial.
“Ni la señalización está bien hecha ni lo hacen con ánimo de educación. Todo lo hacen con ánimo de recaudación”, señaló a Perú21. Cuestionó además que los límites de velocidad en Lima no estén respaldados en estudios técnicos, sino definidos “al tuntún”. Según explicó, existe un manual del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) para la gestión integral de velocidades, pero este no se aplica en Lima ni en la mayoría de ciudades del país. Esto genera situaciones absurdas, como la imposición de límites uniformes en colegios durante las 24 horas, sin considerar horarios escolares o condiciones de flujo vehicular.
“En la medianoche puedes pasar frente a un colegio vacío y, aun así, te multan. Eso es abuso de autoridad”, enfatizó Revilla.
El instructivo ‘Uso de Cinemómetro Móvil para control de Velocidad en Lima Metropolitana’, aprobado por la MML, establece que la medida aplica para los distritos y centros poblados que tienen convenios de fiscalización con la comuna provincial; es decir, los municipios de Lima podrían utilizar este mecanismo de control e imponer papeletas a los infractores.
Para Luis Quispe Candia, director de Luz Verde, la disposición es “buena”, pero no soluciona el problema. “Un cinemómetro móvil es una cámara portátil, no debería ser así; debería haber cámaras fijas en toda la ciudad”, indicó.
¿QUÉ DICE LA MML?
En diálogo con Perú21, Elvira Moscoso, gerente de Movilidad Urbana de la MML, explicó que el uso del cinemómetro móvil forma parte del procedimiento de fiscalización electrónica aprobado en 2021 por la administración de Jorge Muñoz y que la actual gestión está organizando lo ya existente, con el objetivo de reducir los siniestros viales y sus consecuencias fatales.
“Lima es una de las peores ciudades en cuánto a conductores y en los accidentes, la mayor cantidad de estos son responsabilidad del conductor. Ante eso, no solo la cámara fija nos va a ayudar, sino el cinemómetro móvil, porque el chofer va a correr más cuando pase el ángulo de la cámara fija”.
La funcionaria también descartó el uso de sensores de velocidad en las pistas, pues son caducos y más costosos que una cámara fija o un cinemómetro.
Frente a los que dicen que las señalizaciones no están bien hechas en la ciudad y el fin de la medida es recaudatorio, Moscoso afirmó que “están totalmente equivocados”.
“La norma dice, claramente, que uno de los procedimientos previos para aplicar cinemómetros móviles es la verificación y conformidad de la existencia de señalización vertical y horizontal informativa, que indique la velocidad máxima permitida y avise del control electrónico más adelante”.
¿Desde cuándo será su aplicación?, ¿en qué vías?, y ¿de cuántos cinemómetros se dispondrá? Moscoso manifestó que la MML tiene dos cinemómetros móviles desde 2024, con los que se han hecho ensayos y que se está promoviendo que los distritos firmen convenios y hagan inversiones en la compra de estos equipos.
Las vías rápidas dónde se colocarían los cinemómetros móviles son la avenida Brasil, la autopista Costa Verde, la avenida Javier Prado, la Vía Evitamiento y la Carretera Central.
“Como se ha trabajado para delegar en municipios distritales, siempre que haya convenios y cumplan los requisitos, estamos a la espera. Hemos puesto condiciones de avances graduales. No queremos que se llenen las calles o vías en forma arbitraria o absurda de generación de multas, sino un previo estudio de en qué vías va a ser importante usarlos en temas de exceso de velocidad”, concluyó Moscoso.