Minería en Cajamarca, ¿el principio del fin?: – El reportero andino

La intervención de Humala ocasionó la detención de este proyecto, sembrando la semilla de la recesión que hoy padece la región norteña y frenando el avance de la minería en todo el norte del país, rememora César Humberto Cabrera, exgerente de asuntos externos de Minera Yanacocha, en su libro: “Conga”.

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Maro Villalobos

Conga

La paralización de Conga enfrió el entusiasmo inicial de Minera Yanacocha. En ese contexto, los proyectos mineros circundantes, como Galeno (a cargo de China Minmetals), comenzaron a bloquearse”, anota Miguel Cardozo, past presidente de Perumin 36.

Hoy, Cajamarca es la región más pobre del Perú y una de las menos competitivas a pesar de su extraordinario potencial minero, el más grande del país.

Y es que el departamento norteño concentra la mayor tajada de la cartera de inversión minera del Perú con US$16.714 millones (el 26% del total), distribuidos en ocho proyectos de cobre y oro, de los cuales cinco están postergados por temas sociales, ambientales y corporativos.

Nos referimos a Conga, Galeno, La Granja, Michiquillay y Yanacocha Sulfuros, proyectos con el potencial para revertir el declive de la producción aurífera de Cajamarca y, más aún, para convertir a este departamento en el primer productor cuprífero del Perú.

Cajamarca es un mendigo sentado en un banco de oro ... y cobre.

Cajamarca es un mendigo sentado en un banco de oro … y cobre.

Potencial desaprovechado

Hasta la paralización de Conga, en 2011, Cajamarca producía 55 toneladas de oro anuales. Esto es, la mitad de su producción del 2005 (103 toneladas).

Desde entonces la situación de la región ha empeorado, llegando a producir en la actualidad 20 toneladas de oro al año, 85% menos que en 2005.

Como consecuencia, Cajamarca ha cedido su preeminencia como primer productor aurífero del Perú en favor de La Libertad (y del ubérrimo distrito de Pataz).

No obstante, podría volver a recuperar su antigua posición si pone en marcha Conga, Yanacocha Sulfuros y Galeno, “proyectos que añadirían 35 toneladas a su producción corriente de oro”, apunta Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE).

Y otro tanto se puede decir de la producción cuprífera de Cajamarca, ascendente a, apenas, 23 mil toneladas (el 0.85% de la producción nacional).

Hoy Cajamarca produce menos del 1% del cobre del Perú, pero se convertiría en la primera región productora de este metal (con cerca de 900 mil toneladas anuales) si consigue reactivar La Granja (550 mil toneladas anuales), Michiquillay (225 mil toneladas) y Galeno (144 mil toneladas)”, señala Fuentes.

Los grandes proyectos de cobre y oro de Cajamarca están detenidos hace una década.

Los grandes proyectos de cobre y oro de Cajamarca están detenidos hace una década.

La detención de estos proyectos priva a la región Cajamarca de recursos valiosos, como los generados por el canon minero, el cual “podría incrementarse de S/228 millones a más de S/2.200 millones anuales”, indicó el ministro de Energía y Minas Jorge Montero en un reciente evento en Cajamarca.

Domingo Drago, presidente de Rumbo a Perumin, percibe que los cajamarquinos lamentan la inercia gatillada por la paralización de Conga, debido a los ingentes recursos que están perdiendo, en circunstancias en que este metal y el cobre registran precios récord.

Se trata, refiere, de una paradoja que hay que revertir porque “no puede ser que Cajamarca sea la región más pobre del país, cuando, a su vez, es la más rica debajo de la tierra”.

Así lo entienden los cerca de 250 mineros informales e ilegales que “pellizcan” Conga y que “van camino de convertir a este proyecto en una nueva Pamputa (comunidad campesina que explota informalmente el cobre de Las Bambas)”, advierte Fernando Castillo, ex jefe de la Oficina de Gestion Social del Minem.

La amenaza de la minería ilegal es, sin embargo, sólo una de las varias tragedias que se ciernen sobre Cajamarca. Y es que la situación de la minería en esta región es más crítica de lo que uno se imagina.

Yanacocha y Cerro Corona

Esta semana Día1 supo por diversas fuentes que Minera Yanacocha ha puesto a la venta todos sus camiones mineros (más de 20 camiones gigantes), señal de que el minado del yacimiento está llegando a su final.

Yanacocha ha puesto en venta todos sus equipos y grandes camiones mineros al iniciar su proceso de cierre. EFE/Paolo Aguilar

Yanacocha ha puesto en venta todos sus equipos y grandes camiones mineros al iniciar su proceso de cierre. EFE/Paolo Aguilar

/ Paolo Aguilar

Es más, supimos también que la operación minera ha sido puesta bajo el control del jefe del plan de cierre, siguiendo al traslado de su gerente general, Gonzalo Eyzaguirre, a la mina Peñasquito, en México (junio del 2025).

De acuerdo a esta versión, el minado de Yanacocha terminaría en los próximos 30 días, lo cual significa que “ya no habrá acarreo ni voladura y que la mina se dedicará, en adelante, a reprocesar el mineral acumulado hasta la fecha”, explica Fernando Castillo.

Esto, durante un periodo de tres a cuatro años, tras lo cual Yanacocha cerrará inevitablemente.

Eso quiere decir, manifiesta Castillo, que “se terminará el círculo virtuoso de la minería” en la capital de Cajamarca, para detrimento de los proveedores y la mano de obra de local.

Se trata, manifiesta Drago, de un caso similar al de Cerro Corona (Gold Fields), mina que también está iniciando su proceso de cierre y que dejaría de explotar mineral desde fines de este año.

Y esto no por falta de recursos auríferos, sino por restricciones ambientales debido a que la relavera ha llegado a su máxima capacidad, explica Mike Fraser, CEO de Gold Fields.

Cerro Corona dejará de minar material aurífero este año. Al igual que Yanacocha solo se dedicará a procesar y/o reprocesar el mineral almacenado, hasta su cierre en 2030.

Cerro Corona dejará de minar material aurífero este año. Al igual que Yanacocha solo se dedicará a procesar y/o reprocesar el mineral almacenado, hasta su cierre en 2030.

En consecuencia, la empresa minera ha decidido convertir el tajo de Cerro Corona en una segunda relavera, lo que le permitirá procesar el mineral de oro remanente durante un periodo de tres o cuatro años más, tras lo cual procederá a clausurar la operación.

Así, ocurrirá que a partir del 2030 Cajamarca sufrirá el cierre de dos de sus minas más grandes, las cuales concentran el 68% de la producción regional de oro,

Dado que no hay otros proyectos auríferos “en exploración o construcción” en el horizonte cercano, la región experimentará una fuerte caída en el empleo, en la recaudación fiscal y en su movimiento económico, anota Pablo Saravia, socio líder de minería de PwC Perú.

Por ello, el especialista insta a incentivar la exploración por oro, en vista de la clamorosa escasez de este tipo de proyectos en comparación a sus contrapartes de cobre.

A ese efecto, Saravia propone otorgar beneficios tributarios a los inversionistas mineros a fin de atraerlos al país y compensarlos por el riesgo de competir con la minería informal e ilegal, que dificultan la exploración.

Y es que los recursos minerales de Cajamarca siguen allí, enterrados, lo que llama a reflexionar qué se puede hacer para ponerlos en valor y lograr que Cajamarca reencuentre “su camino hacia el desarrollo”, apunta César Humberto Cabrera.

Newmont inicia el cierre de sus operaciones en Perú para centrar sus esfuerzos en otras latitudes.

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Sinergias

Hace dos semanas los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y Energía y Minas (Minem) lanzaron en Cajamarca un plan de desarrollo territorial para destrabar los proyectos priorizados en la región, entre ellos, proyectos mineros, de transporte, energéticos y agrícolas.

Esto, en línea con el anunciado shock desregulatorio que “permitirá agilizar los permisos ambientales, arqueológicos y prediales”, señaló el titular del MEF, Raúl Pérez-Reyes.

Los operadores mineros de Cajamarca tienen claro, sin embargo, que esto será insuficiente para sacar adelante sus proyectos. Por eso vienen promoviendo, desde hace un tiempo atrás, trabajar asociativamente bajo la guía del Estado porque “la pretensión de que cada uno salga adelante por separado es loable, pero poco probable que se ejecute en el corto plazo”, manifiesta Víctor Góbitz, presidente de Quilla Resources.

Esto significa, refiere el ejecutivo, que los concesionarios de Conga, Michiquillay y Galeno deben unirse para compartir estudios, ingeniería y, sobre todo, infraestructura básica, como es el caso de la vía de transporte que utilizarán para llevar el concentrado de cobre hacia la costa.

¿Ferrocarril o camiones? Para Gobitz lo ideal sería construir un mineroducto, el cual sería el medio más económico y ambientalmente amigable para conducir el mineral hacia un puerto que puede estar ubicado en Eten, Chiclayo o Bayóvar.

Lo que quiero decir con esto, es que Cajamarca se encuentra en una situación crítica, y lo que se requiere es que el Gobierno promueva una discusión amplia con todas las empresas mineras de la zona para promover la posibilidad de fomentar sinergias, en complementariedad con la construcción de proyectos de infraestructura”, señala.

Si eso no ocurre y las empresas se quedan “cada una en su trinchera”, ocurrirá la muerte anunciada de la minería en Cajamarca, para frustración de esta región y del país.

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