el streaming atrae a congresistas, alcaldes y – El reportero andino

Esta semana, en medio de una avalancha de críticas ciudadanas al Congreso de la República por diversos temas, se anunció la incursión de este poder del Estado en la plataforma de transmisiones en vivo Kick.

Mediante un video en el que apareció el joven alcalde de Ate, Franco Vidal, conocido por sus streamings incluso en horario laboral, el presidente del Congreso José Jerí dio cuenta de que aceptaban el reto de ingresar a transmitir sus sesiones y reformas por la mencionada red social.

¿Cuál es el interés de nuestros parlamentarios e incluso de otros políticos y funcionarios de posicionarse en Kick? ¿Pueden hacerlo sin faltar a sus labores y sin generar un conflicto de funciones? 

Lo cierto es que esta no es solo una plataforma de video más. Es un espacio y una oportunidad para que audiencias masivas conecten e interactúen en vivo con creadores de contenido, generando para ellos un atractivo ingreso económico y haciendo de eso su nuevo trabajo.

Según la medidora digital Semrush, el tráfico mundial de Kick.com coloca a Perú en tercer lugar con 5.65% a julio de este año, solo precedido por Estados Unidos y Turquía en primer y segundo lugar, respectivamente.

Su alcance es insólito. En Perú, Kick ha tenido eventos con audiencias multitudinarias. Un ejemplo claro es la denominada “La Noche Dorada”, un evento de boxeo amateur entre influencers peruanos que alcanzó más de 1.3 millones de espectadores simultáneos en la plataforma y más de 6 millones de horas vistas.

 

ENTENDER LA PLATAFORMA 

Kick fue creada hace solo tres años por la empresa de casinos online Stake.com, catalogada por la revista Forbes como el mayor cripto-casino offshore del mundo.

Nació luego de que otra red social de streaming llamada Twitch prohibiera el contenido de apuestas de Stake en 2022. Desde entonces, la compañía decidió lanzar su propio espacio de conexiones en vivo y ha logrado atraer a creadores con promesas de mayor libertad, pagos más atractivos y menos censura.

A diferencia de Twitch o Youtube, Kick recompensa el contenido más agresivo en lugar de sancionarlo. Entre los casos más comentados en el país está la transmisión de carreras ilegales de autos por parte de los streamers peruanos ‘Sideral’, ‘Kingteca’ y ‘Antaurus’, que casi terminaron en tragedia; o el caso del streamer Pnkz, que emitió en vivo cómo se cercenaba parte de un dedo.

La plataforma apunta a un público de entre 18 y 24 años, aunque también acceden menores de edad. Buena parte del contenido incluye juegos de azar en línea y transmisiones dominadas por casas de apuestas.

Las oportunidades de llegar a públicos jóvenes y monetizar al mismo tiempo promueven que políticos en el país opten por incursionar en la plataforma. 

La avalancha se inició en diciembre último cuando el expresidente Martín Vizcarra apareció en una transmisión de tres horas con el streamer Christopher Puente Viena, conocido como ‘Cristorata’, quien tiene casi medio millón de seguidores en Kick. Allí jugaron fútbol, cenaron y hasta conversaron sobre anécdotas de Palacio de Gobierno. 

El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, también ha aparecido en transmisiones de creadores de contenido, como Andy Merino o ‘Zein’, quien registra cifras de visualizaciones altas en la mencionada plataforma: hasta de 952,590 espectadores en vivo.

Otros alcaldes distritales, como Franco Vidal (Ate) y Ulises Villegas (Comas), ya realizan transmisiones en vivo mostrando actividades municipales e incluso pidiendo a la gente que comente en tiempo real durante intervenciones policiales.

Perú21 conoció que, en Kick, los streamers tienen varias vías para generar ingresos en moneda extranjera. Una de las principales son las suscripciones, que tienen un costo de 4.99 dólares al mes. Cada perfil puede recibirlas de manera individual o en bloque, ya que la plataforma permite regalar hasta 100 suscripciones a la vez, lo que equivale a 500 dólares.

A ello se suman los auspicios, que en muchos casos provienen de casas de apuestas. En el Perú, por ejemplo, el creador de contenido ‘Kingteca’ cuenta con el respaldo de Apuesto.com, mientras que la propia Stake —empresa vinculada a la fundación de Kick— financia a streamers como ‘Cristorata’ o ‘Antaurus’.

La plataforma también ofrece contratos directos a ciertos creadores, cuyos pagos se determinan en función de variables como la cantidad de seguidores, el nivel de interacción en los comentarios, las horas de transmisión y los nuevos suscriptores conseguidos. En el caso de streamers peruanos, algunos han reportado ingresos que van desde los 8 hasta los 100 dólares por cada hora en vivo.

Este panorama plantea preguntas válidas: ¿cuánto dinero generan los funcionarios o aspirantes a candidatos en esta red? ¿Cómo se controla el origen de esos ingresos si provienen de apuestas o donaciones anónimas? ¿Cómo se transparentarán en la publicidad electoral de la ONPE con miras a las próximas elecciones?

 

¿ROMPIENDO LAS REGLAS?

De acuerdo con la Ley de Código de Ética de la Función Pública, quienes ejercen un cargo estatal no deben mezclar intereses personales con los públicos ni beneficiarse económicamente de las funciones que realizan en nombre del Estado.

Cuando una autoridad —como el presidente del Congreso, un gobernador regional como César Acuña en La Libertad o un alcalde como Franco Vidal en Ate— transmite en vivo actividades oficiales y monetiza ese contenido, podría configurarse un conflicto de interés.

Kick es una plataforma privada que paga en función de las visualizaciones, suscripciones o donaciones, tal como se ha explicado anteriormente, lo cual puede convertir los actos públicos en una fuente de ingresos privados.

Por ejemplo, un streamer peruano llamado Diego Aliaga o ‘Diealis’ confesó que gana entre US$15,000 y US$22,000 al mes por transmitir en Kick. Sus ganancias provienen principalmente de suscriptores, donaciones y pagos por horas transmitidas.

“Yo no monetizo con la plataforma Kick. Pueden averiguar, me someto a levantamiento financiero”, ha asegurado Franco Vidal cuando le han preguntado por las ganancias en la plataforma. Sin embargo, su cuenta tiene activada las suscripciones de hasta 500 dólares.

Capitalizar económicamente eventos como inauguraciones de obras, anuncios oficiales o conferencias institucionales puede interpretarse como una ventaja indebida: el funcionario estaría utilizando su cargo y los recursos públicos para obtener beneficios personales, aun cuando las transmisiones sean abiertas y gratuitas para la ciudadanía.

Lo cierto es que a partir de ahora las reglas de financiamiento de partidos son claras: la publicidad digital, incluida la de streamers, debe reportarse ante la ONPE. Las reglas de la propaganda electoral también marcan la pauta para los creadores de contenido digital —como youtubers, streamers e influencers—, quienes podrán ser incluidos como proveedores dentro de la franja, un espacio que hasta ahora estaba reservado para medios tradicionales y agencias de publicidad.

La política peruana ya no solo se juega en mítines,  ahora también busca votos en las transmisiones en vivo; un nuevo terreno en los clics, las vistas y las suscripciones

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