La Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional del Poder Judicial resolvió este 1 de septiembre mantener firme la ejecución provisional de las condenas impuestas contra el expresidente Ollanta Humala y Nadine Heredia por el delito de lavado de activos en agravio del Estado por el financiamiento irregular de sus campañas presidenciales con dinero de Venezuela y Brasil.
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En el caso de Ollanta Humala, la Sala declaró infundado su pedido de suspensión de condena. El expresidente cumple actualmente 15 años de prisión tras la sentencia de primera instancia dictada en abril de 2025. El tribunal señaló que los hechos son muy graves porque el dinero que financió las campañas de Humala y Heredia vino del extranjero: en 2006 desde el gobierno de Hugo Chávez y en 2011 de Odebrecht y OAS, empresas brasileñas implicadas en corrupción.
Además, los jueces advirtieron que existe un riesgo real de que Humala intente fugar, ya que sus hijas viven fuera del país y su esposa, Nadine Heredia, se encuentra asilada en Brasil.
Respecto a Nadine Heredia, la Sala declaró improcedente su solicitud, ya que la ex primera dama no se encuentra cumpliendo su condena de 15 años al haberse asilado en Brasil junto a su hijo menor, el mismo día que se leyó el adelanto de fallo de su sentencia.
El tribunal sostuvo que “no se puede suspender lo que no se está ejecutando” y cuestionó que Heredia pretenda legalizar mediante recursos judiciales eludir una orden vigente del Poder Judicial.
Cabe recordar que ambos fueron sentenciados como coautores de lavado de activos agravado, al haber recibido fondos ilícitos para financiar sus campañas presidenciales, recurriendo a mecanismos de ocultamiento como aportantes falsos y simulación de donaciones.
Humala desafía a la Fiscalía y rechaza vínculos con asilo o fuga
Durante la audiencia en la que su defensa solicitaba la suspensión de la ejecución de su condena, el expresidente Ollanta Humala afirmó desde el penal de Barbadillo que nunca tuvo la intención de fugarse del país ni de buscar asilo político como su esposa.
Advirtió que, “si hubiera querido asilarme lo hubiera hecho hace tiempo”, y aseguró que permanece en Perú para defender su inocencia y proteger el honor de su familia.
También negó que tenga falta de arraigo: dijo que depende de su pensión, que solo podría trabajar como militar en el Perú o como político, y que por el bienestar de sus hijos y su esposa sigue en el país.