Aunque es conocida por ejecutar proyectos de vivienda en altura, V&V Bravo —la constructora del Grupo V&V— ha comenzado una etapa de diversificación intensa. Además de levantar edificios para su inmobiliaria y para terceros, ahora construyen ‘malls’, están participando en licitaciones para universidades y clínicas, y han empezado a integrar metodologías como el diseño digital previo Building Information Modeling (BIM) y la construcción colaborativa. Jorge Luis Izquierdo, su gerente general, conversó con Día1 sobre su estrategia de crecimiento, las cifras que proyectan para este año y el nuevo perfil del cliente que buscan atraer.
Este año, el Grupo anunció que V&V Bravo ejecutará dos proyectos adjudicados por Intercorp. ¿Qué otros contratos han cerrado recientemente y cómo se estructura su portafolio actual?
Estamos ejecutando el Real Plaza de Piura, el ‘multifamily‘ de Pardo (una torre de más de 300 departamentos para alquiler, propiedad de Interseguro), y el ‘mall‘ The Square, que inicia este segundo semestre en avenida Primavera. Son parte de nuestro esfuerzo por diversificarnos fuera del (sector) vivienda. Además, estamos participando en licitaciones con universidades importantes y nos hemos acercado a clínicas privadas, aunque aún no hemos cerrado contratos en salud.
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¿Cuál es la meta de crecimiento de V&V Bravo para este 2025?
Esperamos cerrar el año con S/440 millones en ventas, lo que representaría un crecimiento de 75% respecto al 2024. Ya hemos iniciado 12 proyectos y vamos a empezar 7 más en el segundo semestre. Al cierre, deberíamos tener 15 proyectos en simultáneo, aunque no todos estarán en ejecución completa, porque algunos finalizarán mientras otros recién comienzan.
¿Cuál es la participación de los proyectos no residenciales en ese total?
Este año, el 25% de nuestras ventas provendrá de proyectos no residenciales, principalmente centros comerciales y formatos mixtos. Eso representa S/110 millones de los S/440 millones proyectados. Para 2026, queremos que esa proporción crezca al 30%.
¿En qué distritos y regiones están presentes hoy?
En Lima estamos en Miraflores, Surco, Chorrillos, Surquillo, La Victoria y Lince. En regiones, estamos activos en Piura y participando en licitaciones en Trujillo, donde esperamos adjudicar proyectos comerciales o institucionales.
¿Cómo cambia la ejecución cuando construyen para terceros y no para el Grupo?
Muchísimo. En general, la construcción suele estar rodeada de conflictos: el cliente ve al constructor como alguien que se demora o cobra de más; el constructor, a su vez, cree que el cliente cambia de opinión sin considerar los impactos. Eso lo queremos evitar. Estamos promoviendo un enfoque colaborativo, donde nos integramos desde etapas tempranas del diseño, ayudamos a optimizar el proyecto y, si hay ahorros, los compartimos. Así se alinean los intereses.
¿Ese modelo ya lo han implementado con clientes externos?
Sí. La mayoría de nuestros contratos actuales con terceros ya siguen este esquema. Algunos clientes lo entienden desde el inicio; otros han ido adoptándolo. No todos están preparados, pero nosotros queremos crecer solo en ese nicho, con clientes abiertos a colaborar, que nos involucren desde la preconstrucción y busquen eficiencia real, no solo competir por precio.
¿Cómo se articula esto con la digitalización?
En V&V Bravo trabajamos bajo el concepto de “construir dos veces”: primero en digital, luego en físico. Usamos BIM, modelamos en 3D desde la etapa de diseño, y detectamos conflictos, ajustes y oportunidades de mejora antes de pasar a obra. Eso reduce costos, errores y reprocesos.
¿Esta digitalización está vinculada a la experiencia de realidad virtual que el grupo implementó en su sala de ventas?
Claro. Esa experiencia se basa en el mismo modelo digital que usamos para construir. Lo que el cliente ve como prototipo virtual es una representación fiel del proyecto real, con detalles de acabados, distribución, etc. Para la venta se le suman elementos decorativos, pero la base es exactamente la misma que usamos para ejecución.
“El Grupo ya ha superado su meta de compra de terrenos en más de 70%, lo cual asegura ‘pipeline‘ para el próximo año. Solo en la parte inmobiliaria, hay 11 terrenos en desarrollo, más del doble que hace dos años”.
¿Y eso implica mayores costos?
Sí, la etapa de preconstrucción ahora es más costosa, pero representa una fracción mínima del gasto total. Si invertimos 1 en preconstrucción y luego ejecutamos 400, con solo ahorrar el 1% en obra ya se justifica esa inversión inicial. El impacto en eficiencia es muy alto.
¿Cómo están adaptándose frente al incremento de precios de materiales y mano de obra?
Nuestra principal estrategia es optimizar desde el diseño. El 80% del costo total de una edificación depende de cómo se diseñe, y solo el 20% de cómo se ejecute. Por eso nos involucramos en la ingeniería desde el inicio, buscamos integrar disciplinas y evitar decisiones desalineadas que generan sobrecostos. Además, estamos comenzando a prefabricar ciertos elementos, como closets, muebles de cocina o puertas, muchos de ellos traídos de China, donde la calidad es altísima si se sabe elegir bien.
¿Qué balance hacen del primer semestre?
Comparado con el primer semestre del 2024, crecimos 82% en ventas. Vamos a cerrar el año con 75% de crecimiento porque algunos proyectos recién están empezando y facturan menos en sus primeras etapas. Además, la rentabilidad ha mejorado y estamos en el cuarto superior del sector, según los ‘benchmarks’ que manejamos.

Construcción
¿Qué perspectivas tienen para 2026?
El Grupo ya ha superado su meta de compra de terrenos en más de 70%, lo cual asegura ‘pipeline‘ para el próximo año. Solo en la parte inmobiliaria, hay 11 terrenos en desarrollo, más del doble que hace dos años. Todo eso lo vamos a construir nosotros, así que el crecimiento continúa.
¿Cuál es hoy la posición de V&V Bravo en el mercado?
Sin cifras oficiales, creemos que ya somos el líder en construcción residencial por volumen y diversidad de clientes. Y queremos consolidarnos como una constructora relevante en edificaciones no residenciales, sin entrar a infraestructura vial ni grandes obras públicas. Apuntamos a salud, educación, comercio y también hotelería.
