Dina Boluarte desmereció el derecho a la protesta. Durante un evento en Arequipa, la presidenta priorizó la inversión extranjera frente al descontento ciudadano argumentando que si las empresas ven un país “dividido, desunido y violento” no buscarán invertir en el país.
Incluso, cuestionó la salida de los jefes de Estado que han liderado el Perú, pues explicó que ello también afecta la imagen a nivel internacional.
“Si nos ven como un país dividido, desunido, violento, que saca presidentes cada año porque a alguien no le cayó bien aquel presidente, ¿quién va a confiar en nosotros?. ¿Qué empresas van a venir? No, se van a ir ahí donde hay posibilidades de invertir con seguridad. Por ello, es muy importante seguir avanzando en unidad y afianzar las democracias”, dijo.
En ese sentido, exhortó a respetar a las instituciones y sus decisiones. “Más importante es la confianza que generamos como país para afuera. Si nos ven como un país unido que respeta sus instituciones…Por eso, que nuestra democracia se afiance más y tengamos seguridad jurídica. Lo que pactamos en el papel se cumple en el tiempo podrán venir más empresas para que puedan confiar sus inversiones en el Perú”, agregó.
No quedó ahí. Debido a la cercanía de las próximas elecciones, Boluarte exhortó a no reemplazar a la autoridad que sea elegida salvo que realice actos de corrupción. “Que las próximas elecciones, presidente o presidenta que se elija deba de cumplir sus cinco años de periodo salvo que esté comprometido en actos de corrupción. La corrupción ha sido una lacra que ha atornillado la pobreza y miseria a nuestro país”, refirió.
Dina Boluarte no asume responsabilidad por protestas
Estas declaraciones se dan en medio de las manifestaciones sociales lideradas por los mineros, quienes exigen ser formalizados. Pese a ello, la jefa de Estado evita asumir responsabilidad y, en cambio, atribuyó las recientes protestas a una supuesta manipulación política. Durante un pronunciamiento, pidió a los manifestantes no dejarse influenciar por dirigentes que —según sostuvo— buscan redirigir el malestar ciudadano con fines electorales. Con estas declaraciones, la mandataria volvió a marcar distancia frente a las demandas populares, sin reconocer las deficiencias de su gestión.
“En este año electoral que comienza a tomar fuerza, es imperativo mencionar sobre los verdaderos intereses y necesidades de la patria y no de unos cuantos (…) A quienes pretenden por allí ganar réditos liderando manifestaciones violentas, les decimos que esa no es la manera. Consigan la confianza de los electores con propuestas que beneficien al país y no con esperanzas falsas que solo utilizan en campañas para que puedan ganar el voto de la población”, expresó dirigiéndose a las organizaciones políticas. .
