
El turismo culinario ha transformado la manera de conocer y disfrutar diferentes lugares del planeta. Diversas urbes basan parte de su atractivo en una oferta alimentaria capaz de expresar su historia, costumbres y personalidad única. Entre ellas, Lima ha ganado fama internacional, sostenida por la integración de saberes ancestrales y su capacidad de reinvención constante.
Sin embargo, en la edición 2025 del ranking elaborado por Taste Atlas surgió una novedad: la Ciudad de los Reyes no encabeza la clasificación global. De acuerdo con el listado difundido por la reconocida guía gastronómica, la metrópoli peruana figura en la casilla 15 a nivel mundial, aunque encabeza la nómina sudamericana de destinos culinarios.

Con una puntuación de 4,69, la capital del Perú se mantiene como referente regional, pero quedó lejos del primer lugar absoluto. Ese honor recae en Nápoles, Italia, que alcanzó la máxima valoración, con un puntaje total de 5.
Esta región fue elegida como el nuevo epicentro mundial de la buena mesa. Su prestigio responde a largas generaciones de tradición italiana y a una cultura que respeta recetas originales.

Platillos como la pizza margherita y la pasta alla genovese representan solo una parte de un repertorio transmitido de familia en familia. El reconocimiento obtenido se apoya en la excelencia de productos locales —como el tomate San Marzano y la mozzarella— y en una herencia muy apreciada por visitantes y especialistas.
El segundo puesto corresponde a Milán, con una calificación de 4.96. La ciudad lombarda impresiona por el equilibrio entre innovación y respeto por lo clásico. En tanto, Bolonia se ubica en la tercera posición, con 4.94, y se distingue por especialidades como pastas frescas y embutidos artesanales emblemáticos de Emilia-Romaña. Estas localidades italianas destacan la influencia perdurable de su cocina en la escena internacional.

Aunque la urbe peruana no lidera la lista mundial, su reconocimiento como la mejor de Sudamérica evidencia la destacada calidad de su repertorio tradicional y su espíritu innovador. El uso de productos autóctonos y la vocación experimental de sus cocineros han resultado decisivos para posicionar a Lima entre los centros gastronómicos de referencia.
Preparaciones insignes como el ceviche, la causa, el ají de gallina y el lomo saltado resumen la diversidad y el mestizaje característicos de la cocina peruana. Estas creaciones surgieron gracias al diálogo entre saberes originarios y sucesivas migraciones, proceso que enriqueció la mesa local.
El ambiente gastronómico limeño se sostiene sobre una base de constante innovación. Chefs y empresarios apuestan por reinterpretar las tradiciones al incorporar tendencias globales y mantener la esencia de los ingredientes nacionales, como la papa, el ají amarillo y el maíz morado.

- Napoles (Italia): 5,00
- Milan (Italia): 4,96
- Bologna (Italia): 4,94
- Florence (Italia): 4,83
- Mumbai (India): 4,81
- Rome (Italia): 4,79
- Paris (Francia): 4,78
- Vienna (Austria): 4,77
- Turin (Italia): 4,76
- Osaka (Japón): 4,74
- Madrid (España): 4,72
- New York City (EE.UU.): 4,70
- Genoa (Italia): 4,70
- Nice (Francia): 4,70
- Lima (Perú): 4,69
- Jakarta (Indonesia): 4,69
- Kyoto (Japón): 4,69
- Gaziantep (Turquía): 4,66
- Ferrara (Italia): 4,65
- New Orleans (EE.UU.): 4,64