Después de una larga espera, Petro-Perú publicó sus Estados Financieros (EEFF) auditados del 2024. Esto, tras varias semanas de negociaciones con la firma auditora Gaveglio Aparicio y Asociados Sociedad Civil de Responsabilidad Limitada – PwC.
Como era de esperar, el documento refrenda los resultados negativos mostrados por el presidente de la petrolera estatal, Alejandro Narváez, en su última conversión con la prensa especializada a fines de abril.
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En esencia, los EEFF resaltan la pérdida neta de US$773,9 millones experimentada por Petro-Perú al cierre del 2024 y alerta que esta y otras condiciones indican que “existe una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la Compañía para continuar como empresa en marcha”.
En detalle, el documento refiere que la pérdida neta obedece, principalmente, al menor volumen de ventas en el mercado interno, generada por los menores niveles de producción de la Nueva Refinería de Talara (NRT), en su periodo de estabilización.
Y, también, a la competencia agresiva en el mercado de combustibles, que ofrece mayores descuentos y mejores condiciones comerciales, entre otros factores.
Sin embargo, PwC considera que la empresa puede incrementar sus márgenes de ganancia y revertir el capital de trabajo negativo (-US$2.000 millones) en el mediano plazo.
Esto, a través de: (i) las líneas de crédito revolventes de corto plazo otorgadas por bancos locales y externos y (ii) la puesta en marcha de la planta de Flexicoking (FCK), la cual “permite refinar crudos pesados que no podían ser procesados con la tecnología anterior”.
La unidad de FCK, puntualiza PwC, permitirá que Petro-Perú deje “de vender residuales (de escaso valor comercial), terminando así su proceso de refino para obtener productos con mayor valor agregado, y con ello obtener la rentabilidad que se espera”.
El problema con esta asunción es que la planta de FCK ha venido sufriendo desperfectos desde su puesta en operación a inicios del 2024.
Se trata de averías que Petro-Perú ha tratado de minimizar, pero que han originado la virtual paralización de esta unidad de producción en marzo-julio de 2024, en diciembre-marzo del 2025 y (se estima también) que en mayo pasado.
Finalmente, PwC puntualiza la necesidad de someter a evaluación las unidades de Producción y Comercialización y el Oleoducto Norperuano (ONP) debido al deterioro de su valor.
Así, refiere que la tendencia a la baja de los precios internacionales del crudo y combustibles, así como la menor disponibilidad de producción de la NRT debido a la paralización fortuita de la planta de Flexicoking, “han generado rendimientos económicos menores a los esperados”.
Y alerta la misma situación en el caso del ONP, debido a las paralizaciones generadas por siniestros (atentados) que han originado “pérdidas operativas significativas”.
Lo que opinan los expertos
Para César Gutierrez, ex presidente de Petro-Perú, los resultados eran esperados porque al no funcionar el FCK, la empresa tuvo que vender petróleo residual, lo que afectó negativamente sus ganancias. Para él, este año también sería de pérdidas. Según sus proyecciones, el ingreso de este año menos los gastos que tendrán podría generar cifras en negativo de alrededor de US$ 230 millones.
Por tanto, no descartó que la petrolera volvería a pedir un rescate financiero al gobierno. “El flujo no alcanzará para pagar costos de carga financiera [deuda al MEF y al Banco de la Nación], entonces podría pedir que se renueve por un año más, pero eso es insuficiente […] la pregunta es si el Estado podría hacer otra cosa y la respuesta es ‘no‘, porque nadie quiere comprar una empresa cuya deuda [local e internacional] es muy alta”, refirió.
Al respecto, Fernando de la Torre, exgerente corporativo de finanzas de Petro-Perú, destacó que el financiamiento del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) fue fundamental para que Petro-Perú no se declare en insolvencia, su déficit de capital de trabajo no supere los -US$5.000 millones a diciembre y no se quede sin proveedores de hidrocarburos.
No obstante, le llamó la atención los comentarios de los auditores al hablar del “riesgo como negocio en marcha”. “Dicen que la pérdida 2024 y los US$2.000 millones de déficit de capital de trabajo ponen en riesgo la continuidad del negocio, pero luego dicen que el pago a proveedores con dinero del MEF mitiga ese riesgo. Lo que más sorprende es que no hayan hecho ningún ajuste por deterioro al valor contable de NRT a pesar de todo lo que dicen sobre los cambios adversos en los mercados de hidrocarburos y dado que ADL estimó el valor de la empresa en -US$1.500 millones y que CGR ya ha cuantificado sobrecostos por varios millones de dólares que no tienen valor de mercado”, menciona.
En tanto, Erick García, experto en Energía e Hidrocarburos, insistió en que la empresa debería seguir una reestructuración; pues dichos resultados reflejan que Petro-Perú no tiene la capacidad de mantener operativa la FCK de forma permanente.
“La reestructuración va más por separar a la empresa por líneas de negocio que permitirá mantener las áreas con superávit y mejorar la eficiencia en las que tienen déficit. Además, se debería cambiar la ley para que Perupetro comparta las regalías de la producción de la selva”, señaló.