El Comercio ha identificado cuatro puntos en los que este inconveniente se presenta con regularidad.
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Villa María del Triunfo
‘La curva de Nueva Esperanza’ en Villa María del Triunfo —en el cruce de las avenidas Pachacútec y 26 de noviembre— cuenta con un bypass, cuyo tránsito es obstaculizado cada vez que cae la lluvia; en algunas ocasiones, esto obliga al cierre temporal de la vía hasta que culminen las labores de drenaje. Esto ocurre debido a que el desnivel se inunda con cada precipitación y el nivel de agua lo hace intransitable.

Aniego en ‘La Curva’ de Villa María del Triunfo el martes 1 de julio. Foto: Joel Alonzo.
En consecuencia, la Av. Pachacútec es la única vía por la que puedan optar los vehículos, aumentando así el tráfico y perdiendo valiosos minutos de su tiempo. No obstante, la lluvia también inunda sus carriles.

Lluvia constante en Lima provocó inundación el 22 de junio en el paso a desnivel de la curva en Villa María del Triunfo.
Fotos: Julio Reaño/@photo.gec
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Debajo del puente de la zona Micaela Bastidas, la Av. Unión, paralela a la vía de la Línea 1 de Lima, también padece de los empozamientos. Este punto es un paradero de mototaxis y algunas de ellas se estancan debido al nivel del agua. Este lunes, los mototaxistas dejaron sus vehículos por unos minutos y sacaron escobas para dirigir el agua hacia un buzón de desagüe.
“La pista ya va dos horas con el agua acumulada; siempre se llena y nadie hace nada”, declaró un conductor al programa ‘Arriba mi gente’.

Buzón abierto por ciclistas bajo el puente Micael Bastidas en VMT. Foto: Captura de pantalla.
Sin embargo, abrir los buzones de desagüe para drenar agua es una mala práctica, según la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass). De acuerdo con la institución, esta acción puede atorar y colapsar el sistema de alcantarillado.
“La apertura indebida de buzones durante precipitaciones no solo permite el ingreso de agua pluvial, sino que facilita la introducción de materiales sólidos como sedimento, elementos rocosos, ramas, hojas, raíces, residuos sólidos, entre otros. Estos materiales generan obstrucciones, reducen la capacidad de conducción y pueden ocasionar daños irreversibles en la infraestructura de saneamiento”, advierte.
La entidad explicó que esta acción tiene tres graves consecuencias:
- Atoros: Arrojar agua o cualquier objeto a los buzones puede obstruir las tuberías de desagüe y generar atascos que dificultan el flujo normal del agua.
- Colapsos: En casos graves, la acumulación de residuos y la obstrucción de las tuberías pueden provocar el colapso del sistema de alcantarillado, inundar calles y causar daños a la infraestructura.
- Riesgos para la salud: Los buzones de desagüe pueden contener aguas residuales con microorganismos, que representan un riesgo para la salud pública si se manipulan o se exponen a ellos.
En consecuencia, exhortó a la ciudadanía a no abrir los buzones para drenar agua empozada.
La Municipalidad de Villa María el Triunfo informó a El Comercio que, en coordinación con la Municipalidad de Lima (MML), están trabajando en la Av. Unión de Nueva Esperanza y el bypass de la Av. Pachacútec para contrarrestar las consecuencias de los aniegos.
Villa El Salvador
Frente a la puerta del Hospital de Emergencias de Villa El Salvador, los aniegos son frecuentes tras las lloviznas en la Av. 200 millas, obstaculizando el ingreso y salida de ambulancias. Esto también supone un escenario caótico para pacientes, familiares y personas que requieren ser atendidas de emergencia.

Aniego frente al hospital de Emergencias de Villa El Salvador. Foto: Allen Quintana.
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El carril central de la vía se asemeja a una pequeña laguna debido al agua acumulada que, de acuerdo con vecinos de la zona, puede alcanzar una altura de 20 centímetros.
Otro centro de salud en Villa El Salvador que también es afectado por las inundaciones es el Hospital de la Solidaridad del distrito, en la Av. Mariano Pastor Sevilla; el problema ocurre principalmente por la inclinación de la vía a la altura de uno de los extremos del nosocomio. Según el personal del establecimiento, el agua empozada ingresa al consultorio de masoterapia debido a que el paso de los vehículos la salpica.
Otros puntos críticos se registran en el ‘by-pass’ de la Av. El Sol, donde el agua cumulada supera los 50 centímetros de altura, y en la Av. Juan Velasco Alvarado.
Romel Rosario, subgerente de Gestión del Riesgo de Desastres de la Municipalidad de Villa El Salvador, declaró que la comuna ha informado a la MML sobre estos dos y otros ocho puntos críticos de su localidad afectados por las lluvias. Sin embargo, afirmó que aún no obtienen una respuesta.
“Como gobierno local, estamos disponiendo toda nuestra capacidad operativa. Tenemos 5 motobombas y 6 cisternas para liberar los puntos de agua acumulada; cada una hace 23 viajes en promedio y al día succionan aproximadamente 207 mil galones en diferentes puntos. Pero lo que ocurre en algunos puntos ya nos ha desbordado”, aseguró Rosario.
El funcionario invocó a la MML a acceder al pedido de apoyo de la Municipalidad de Villa El Salvador para establecer una estrategia de solución.
¿Por qué ocurren las inundaciones y cómo puede solucionarse este problema?
Aldo Facho Dede, arquitecto urbanista, explicó a El Comercio que las grandes acumulaciones de agua se deben a que gran parte de las vías de la ciudad no fueron diseñadas con un enfoque de drenaje pluvial, es decir, un diseño que considere que el agua de las lluvias pueda ser llevada por canales recolectores y dirigida hacia sistemas de drenaje pluvial. Agregó que esto explica por qué las calles no tienen las pendientes necesarias para que el agua discurra por gravedad.
“Este problema no solo ocurre cuando llueve. Las acumulaciones de agua y su falta de drenaje ocurren también cuando se riegan jardines, cuando se rompe una tubería matriz u ocurre un incendio que obliga a los bomberos a usar grandes cantidades de agua; esta agua se empoza luego de que se apaga el incendio”, detalló.
Facho Dede mencionó que una de las razones de este problema de diseño responde a la urbanización informal en la mayoría de espacios de la ciudad, que han sido construidos sin contemplar alternativas de drenaje fluvial. “Los distritos de Lima Norte, Lima Este y Lima Sur son los más afectados por este problema”, precisó.

Curva de Villa María del Triunfo queda inhabilitada por inundación tras intensas garúas. (Foto: GEC)
También, sostuvo que la creencia de que “en Lima no llueve” explica por qué algunas autoridades no se preocupan por mejorar la estructura de pistas y veredas. “Es absurdo este pensamiento, porque no hacen falta lluvias para que se generen empozamientos. Que las calles no tengan canales de drenaje perjudica gravemente a los vecinos”, manifestó. “El agua acumulada daña el cemento pulido y el asfalto, porque se infiltra y debilita las capas bajas”, añadió.
Para solucionar el problema descrito, el urbanista mencionó que en las calles y avenidas que no cuentan con drenaje pluvial deben realizar modificaciones en su diseño vial para canalizar el agua hacia áreas verdes de parques o bermas centrales.
“Para implementar esta estrategia, se necesita un equipo combinado de profesionales. Por un lado, ingenieros que deben evaluar las pendientes de las avenidas determinar dónde ocurren los problemas más graves. También, urbanistas para poder planificar este problema teniendo en cuenta su entorno. Y, finalmente, necesitas paisajistas para plantear las soluciones y especificaciones de drenaje y de absorción de agua”, detalló
El experto expresó que una estrategia de este tipo permite utilizar el agua de lluvia para el riego de áreas verdes. En consecuencia, se reduce el impacto de las precipitaciones en la ciudad e incrementa las áreas verdes sin mayores costos. “Así se resuelven dos problemas en uno”, afirmó Facho Dede.
“Debe utilizarse el paisajismo como herramienta para poder retener y absorber el agua de lluvia, a la vez que se mejora la matriz ecológica de la ciudad. Esta es una solución basada en la naturaleza”, comentó.