El Budare nació como un sueño de Daniela y su socio que llegaron al Perú con una maleta, muchos ahorros y la convicción de que la gastronomía venezolana podía encontrar su espacio entre la competitiva comida peruana.
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El primer local de El Budare abrió en la calle Manuel Segura, en Barranco, y fue allí donde la marca comenzó a tomar forma. “No sabía cocinar ni una arepa, pero sabía atender, sabía comunicar y sabía lo que quería. Mi socio se encargó de la cocina y yo del resto. Entre los dos hacíamos todo”, cuenta Daniela.
Con el tiempo, el restaurante creció y se convirtió en punto de encuentro para la comunidad venezolana, además de despertar interés del comensal peruano. Sin embargo, dificultades de salud, problemas con el alquiler y la ausencia de sus fundadores llevaron a una caída inevitable.
“Llegamos a un punto en el que había que decidir: cerrar o reinventarse. Yo nunca consideré cerrar. El Budare lo es todo para mí. Decidimos volver al origen, buscar un local más pequeño y recuperar la esencia”, asegura Daniela.
Así nace esta nueva etapa de El Budare, que no es solo un relanzamiento en un espacio más acogedor, también en Barranco, sino también una propuesta más enfocada, con menos platos, más control de calidad y el toque directo de sus dueños. “Cuando estás presente, todo cambia. El amor que le metemos ahora se siente en cada detalle”.

El equipo de El Budare está compuesto en su mayoría por venezolanos.
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Los platos de El Budare
El nombre Budare no es casualidad, así se llama la plancha tradicional donde se preparan las arepas en los hogares venezolanos. Y ese símbolo está en el corazón de su carta. Las arepas siguen siendo “las protagonistas”, rellenas de carne mechada, pollo, jamón, cochino (cerdo), queso de mano o combinaciones que dejan espacio a la creatividad del comensal.
Sin embargo, la cachapa, una especie de tortilla dulce de maíz tierno con queso fundido, se ha convertido en el plato estrella. “El peruano ya no pregunta qué es, la pide con nombre y relleno: ‘Dame una cachapa con cochino’ me dicen”, se ríe Daniela, quien no pensó en conquistar a los comensales locales que suelen ser muy exigentes.

La cachapa, uno de los platos estrella del restaurante.
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Otro imperdible es el pabellón criollo, el plato nacional venezolano: arroz blanco, caraotas (frejoles negros), carne mechada, tajadas de plátano, aguacate, huevo y queso. Y los domingos, fiel a la tradición, sirven sopa para “levantar el cuerpo después del sábado”.

El Pabellón Criollo también tiene lugar en la carta de El Budare y solo a 26 soles.
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El nuevo Budare no solo ha sido rediseñado en cocina y concepto, sino también en espíritu. Daniela y su equipo, mayoritariamente venezolano, pero con varios peruanos que “la rompen”, según dice, se han enfocado en crear un espacio familiar, cercano, que se sienta como casa. “Una clienta se puso a llorar al probar una sopa. Me dijo que le sabía a la de su mamá. Ahí supe que todo valía la pena”, cuenta muy emotiva Daniela.
También se han sumado bebidas tradicionales como el papelón con limón (chancaca con limón y hielo), Frescolita, Maltín Polar y otras gaseosas importadas de Venezuela. “Los clientes salen con más de 58 razones para volver, dice entre risas, porque +58 es el código telefónico de Venezuela, y así sentimos que cada visita es un viaje de vuelta”.
El sabor de Venezuela en Lima
Hoy, El Budare funciona con una carta de 28 platos, seleccionados y ajustados tras años de experiencia. Atrás quedaron los menús enormes y las fusiones fallidas. Ahora hay claridad, sabor y foco. “Cometimos errores, claro que sí, pero estamos aquí para corregirlos. Queremos que el cliente vuelva, que diga: ‘Aquí me siento como en casa’”, concluye Daniela.
La carta se divide en: Pa’ picar y compartir, en donde se encuentran los tequeños, las chupetas de pollo, que son muslitos apanados con papas fritas, las arepitas fritas con nata, los tostones playeros con queso blanco rallado, ensalada rallada y salsa criollas, y dos piqueos, el Budare que incluye tequeños, tajadas con queso, cachapitas con queso de mano y arepitas con nata, y el Maitana, que tiene arepitas fritas de reina pepiada, mortadela, catira, pelua y queso. Los precios de esta parte van desde 8 soles y 25 soles.
Por otro lado, están las arepas de reina pepiada, diablitos con queso, pelúa, queso de mano, sifrina y dominó, cualquiera a 16 soles.
También hay un espacio dedicado para las nueve propuestas de cachapas que tienen un valor de entre 20 soles hasta los 38 soles. Los clásicos de allá que son los “platos con historia, sazón de casa y el sabor que no se olvida”, entre los que se encuntran el Pabellón criollo, la bandeja Budare, el Pasticho, la Sopa (solo los domingos) y el Patacón (los precios van desde los 26 soles hasta los 55). Finalmente, están las tres opciones de parrillas, las hallaquitas con cochino frito y guacamole y las ensaladas.
DATO
¿Dónde está?
DIRECCIÓN: Av. Almirante Miguel Grau 111, Barranco
TELÉFONO: 936519894
INSTAGRAM: El Budare restaurante