La derecha no ha aprendido la lección del 2021. No solo corre separada, sino que se ha dividido aún más que en las anteriores elecciones presidenciales. Y no parece haber intentos de una alianza a la vista, salvo en agrupaciones que aún no despegan en las encuestas, como el PPC, Fuerza Moderna y Unidad y Paz.
EL FRENTE
“Ya se terminó de recoger las observaciones y aportes al borrador de documento de política que se elaboró luego del foro y del taller que se realizó”, explica Jaime de Althaus. “Probablemente, habrá un segundo taller para afinar y consensuar”, agrega. El documento en cuestión aborda la problemática del agua potable y saneamiento en el Perú. Y fue suscrito por representantes de ocho partidos de centro derecha más uno, que es Ahora Nación. Las agrupaciones son el PPC, APRA, Acción Popular, Fuerza Popular, Unidad y Paz, Progresemos, Avanza País y Fuerza Moderna. Son tres partidos más que los seis que suscribieron en marzo de este año el documento de seguridad ciudadana.
“Este será el segundo documento de política luego de la ‘Política de lucha contra la criminalidad y la inseguridad’ que ya fue suscrito”, precisa el periodista. “La idea es que si no van en alianza, por lo menos lleguen al gobierno con políticas comunes acordadas”, explica con realismo. Según el también antropólogo, “los siguientes temas serán reforma del Estado y salud, aunque eso depende del acuerdo con los partidos”. Luego, se tocarán temas como el déficit de infraestructura y la generación de empleo.
Estas coincidencias programáticas demuestran que las diferencias entre muchos de los partidos políticos son más un tema de ego e intereses personales que de ideas e ideología política. Para De Althaus hay “una falta de visión de alta política, una precariedad ideológica o programática de los partidos y una inconsciencia respecto de que la izquierda puede pasar a segunda vuelta con uno o dos candidatos y con más facilidad, porque allí sí se están formando dos o tres alianzas, de modo que el voto de izquierda se va a concentrar en un número mucho menor de candidatos. Para el impulsor de estos documentos, “la derecha debería pactar, cuando menos, que apoyarán al candidato que pase a la segunda vuelta para luego, si gana, darle mayoría en el Congreso”.
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EL ENROQUE
“¿Qué es un trotskista? Un partido. ¿Y dos trotskistas? Un partido y una facción. ¿Y tres trotskistas? Un partido, una facción y una escisión”. Este era uno de los tantos chistes ochenteros que se burlaban del tradicional divisionismo de la izquierda. Históricamente, la tendencia a la mitosis siempre ha caracterizado a la izquierda. Y la peruana no ha sido una excepción. Frente a ella, la derecha era siempre más realista y se mantenía unida por el pragmatismo de los intereses privados.
Los tiempos han cambiado. Hoy, hablar de una “izquierda unida” ya no es un oxímoron. Y una derecha sólida y pragmática es cada vez más un recuerdo. Este enroque se explica en parte por las elecciones de 2021. Buscando repetir el triunfo de Pedro Castillo, la izquierda ha buscado nuclearse alrededor del castillismo y el antaurismo. No solo han buscado repetir la figura del maestro tanto en su versión aymara (Vicente Alanoca) como capitalina (Alfonso López Chau). También han relegado a un segundo plano las impopulares demandas posmateriales, desde la agenda ecológica hasta las de género y LGBTI (es sintomático el poco ruido en pleno Mes del Orgullo). La propia Verónika Mendoza se ha mantenido en segundo plano, quizás sabiendo del efecto Boluarte en las candidatas presidenciales.
DERECHA DIVIDIDA
La derecha no solo anda dividida, sino peleada. Avanza País, por ejemplo, no solo se ha distanciado de Renovación Popular; también ha denunciado el mandato legal vencido de Renovación Popular, y también el intento de “modificar sus estatutos e inscribir un nuevo CEN con falsa convocatoria y fecha falsa”. La denuncia formal la ha hecho el ciudadano José Luis Flores Castañeda, exmilitante del partido político A.N.T.A.U.R.O.
El candidato de Avanza País quiere distanciarse del estilo de Rafael López Aliaga. Para ello está evaluando una gira fuera de Lima a partir del 5 de julio. Es el consejo de su círculo de amigos, donde hay nombres como Moisés Ackerman, Alfonso Baella, Felipe Cantuarias y Roberto Bazán (Goberna).
Carlos Álvarez, por su lado, sigue distanciado de Phillip Butters por su audio filtrado. Pero el tema de fondo es el financiamiento de campaña. Apadrinado por PPK y algunos “Peruanos de Estado”, el cómico que puntea las encuestas de Ipsos ha despertado el recelo de varios candidatos y candidatas de la centro-derecha.
Antes, la derecha se mantenía unida por sus intereses pecuniarios. Hoy, eso parece ser lo que la separa.
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