
En un documental recientemente publicado por la cadena Deutsche Welle se muestran la situación de migrantes venezolanos en Perú a ocho años del éxodo. Una de las protagonistas es Génesis Hung, una profesional en derecho que busca abrirse camino en Perú, y aunque reconoce que ser venezolano es “una nacionalidad que pesa”, tiene una visión optimista sobre la integración en este proceso de movilidad humana.
Génesis migró a Lima en 2017, junto a su esposo y su familia, buscando seguridad y oportunidades. “Salíamos con miedo a la calle, hasta para comunicarnos era un tema… migramos no porque se fueron nuestros sueños, sino porque hubo la necesidad de hacerlo para poder sobrevivir”, relata.
Hoy, aunque aún no puede ejercer como abogada porque su título está en proceso de revalidación, trabaja como especialista en derechos humanos, apoyando tanto a la población migrante como a la comunidad de acogida. “Estoy trabajando con población migrante y refugiada venezolana y también de otros lugares, y en la defensa de los derechos de la comunidad peruana. Viviendo en este país que nos ha acogido, que es tan bonito, y tratando de hacer las cosas lo mejor posible”.

El video muestra cómo la migración venezolana ha impactado la vida cotidiana en Lima, a veces marcada por la estigmatización. “A veces tienes miedo de reír, de hacer cosas, porque quieres pasar desapercibido todo el tiempo”, dice Génesis. Sin embargo, también recoge voces de peruanos que reconocen la diversidad y el aporte de la comunidad venezolana: “Hay unos que son buenos, otros malos, y creo que a todos lo meten al mismo saco”, comenta un entrevistado local.
La labor de organizaciones como VeneActiva, donde Génesis colabora, es fundamental para promover la integración. “Brindamos servicios no solo a la comunidad migrante, sino también a la población de acogida, mostrando una cara de la migración profesional, proactiva y cercana, generando espacios de integración”.
Génesis es autora del libro ‘Un viaje al conocimiento‘, una obra que busca acercar el derecho a los niños y niñas migrantes. “Lo que deseo enseñar es que el aprendizaje no está completo si no se comparte. Sentimos que perdemos nuestros derechos cuando nos vamos de casa, y este libro busca estar con todos los niños en el mundo, para que puedan tener los derechos al alcance de sus manos”.
Su mensaje es claro: “Quiero que los niños sepan que sus derechos los acompañan a donde quiera que vayan. Migrar es un derecho de por sí, así como lo es el derecho a la vida. Que no se sientan culpables por migrar”.

A pesar de las dificultades, Génesis y su familia valoran profundamente la oportunidad de rehacer su vida en Perú. “Valió la pena. Acá estamos, en nuestra casa, formando nuestra pequeña familia después de casi ocho años de haber migrado”.
Su historia es un llamado a mirar más allá de los prejuicios y a reconocer la humanidad compartida: “Los venezolanos somos seres humanos que salimos de un país en crisis, en búsqueda de oportunidades. Creemos que se puede vivir mejor y luchamos día a día para construir nuevos sueños en otras latitudes”.
Nurys Morín, de la organización Veneactiva, también compartió su perspectiva sobre los desafíos de la migración venezolana en el país. “Somos seres humanos que salimos de un país en una crisis nunca antes vista en la región, en búsqueda de oportunidades”, dijo.

La migración forzada que vivieron los venezolanos no solo fue económica, sino también emocional. Enfrentar el duelo migratorio, lidiar con el estrés postraumático y adaptarse a una nueva cultura ha sido un proceso complicado para muchos.
A pesar de las dificultades, los migrantes venezolanos han realizado un aporte invaluable a la sociedad peruana. Uno de los ejemplos más claros se dio durante la pandemia de COVID-19, cuando médicos, enfermeros, paramédicos y psicólogos venezolanos se pusieron al frente para ayudar en la lucha contra el virus, sin importar su estatus migratorio.
“Allí nadie estaba pendiente de si tenía un DNI o un carné de extranjería. Los venezolanos aportaron significativamente a la salud pública en un momento de crisis”, recordó Nurys Morín, destacando la nobleza y profesionalismo de aquellos que llegaron a Perú en busca de un futuro mejor.