El flamante Aeropuerto internacional Jorge Chávez se halla en un proceso de adaptación tras inaugurarse el pasado 1 de junio. En conferencia de prensa, el director general de Aeronáutica Civil del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Donald Castillo, indicó que debido a la compleja infraestructura y la alta demanda de pasajeros, existen cosas por corregir y mejorar.
“Como en cualquier actividad se necesita un tiempo de maduración. Una de las edificaciones mas complejas de administrar son los hospitales y los aeropuertos, por lo que nos encontramos en esa etapa de adaptación, lo que quiere decir que aún hay cosas por corregir y mejorar“, explicó al presentar los resultados de los primeros días de operación del nuevo Jorge Chávez.
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Castillo resaltó que el objetivo final es contar con un aeropuerto de primer nivel donde se priorice la seguridad, la regularidad y la eficiencia en las operaciones. Con respecto a los problemas logísticos vinculados a la distribución de combustible, precisó que esta situación se originó por una inadecuada planificación técnica para abastecer la demanda de este suministro pese a que la nueva planta tiene una capacidad de nueve millones de galones.
En ese sentido, informó que se han instalado hasta la fecha 12 carretas hidrantes en las Posiciones de Estacionamiento de Aeronaves (PEAs), y que se proyecta completar un total de 18 unidades para este fin de semana. Estas carretas permiten abastecer combustible directamente desde una red central de tuberías hacia el ala del avión.
“Con estas medidas ya hemos alcanzado la capacidad o la demanda que requieren los aviones con el objetivo de realizar una recarga oportuna y suficiente de combustible para que se realicen las operaciones aéreas de manera normal en el nuevo terminal“, indicó.
En tanto, sobre las molestias reportadas por pasajeros en los primeros días, el funcionario reconoció el malestar como legítimo. “Estamos ante un aeropuerto nuevo con expectativas altas, pero la operación real solo se puede medir con los 85.000 pasajeros diarios que ahora estamos recibiendo. No es justificable, pero sí explicable”, apuntó.
Asimismo, dijo que pese a algunos incidentes como “inundaciones menores” o problemas de señalización, el aeropuerto opera actualmente bajo condiciones de seguridad estables. Para conocer si esto realmente es así, El Comercio recogió el análisis de 6 viajeros y expertos sobre la primera semana de operaciones del nuevo Jorge Chávez y los aspectos a tomar en cuenta para perfeccionar la experiencia.
Viajeros por turismo y trabajo
Frank Zavaleta (34 años)
Viajé a Arequipa junto a mi novia por fines turísticos. Abordamos nuestro vuelo en el antiguo aeropuerto, sin problemas. Ya para el regreso arribamos en el nuevo terminal. La verdad es que nos sorprendió, es grande y muy bonito. En nuestro caso hubo algunas demoras, sobre todo al momento de aterrizar el avión. Se demoró en hacerlo. Pero eso también nos ha pasado en el antiguo aeropuerto. Por lo demás, no tuvimos mayor inconveniente, tomando en cuenta que hubo 20 vuelos cancelados, largas colas y mucha gente varada.
En lo que sí nos mostramos disconformes fue a la hora de salir a tomar un taxi. Había un cierto caos, varias personas no sabían muy bien por dónde ir, quizá deberían perfeccionar las señalizaciones. Salimos por el boulevard y caminamos varios metros hasta lo que se denomina la vía libre. Ya en este lugar esperamos el AeroDirecto, pero había mucha gente esperando, colas largas y nuestro bus se demoraban en llegar. Es ahí que decidimos tomar un taxi por aplicativo, pero al solicitar uno el precio era muy elevado para lo que normalmente pagábamos anteriormente. Nosotros vivimos en Surquillo y normalmente el costo de un taxi al aeropuerto era de máximo 60 soles, teniendo en cuenta que somos dos personas y llevamos maletas grandes. Pero esta última vez nos querían cobrar 85. No había forma. Estuvimos esperando como una hora a que bajen el precio. En ese momento llegó nuestro bus pero ya estábamos cansados y queríamos irnos sentaos y cómodos.
En resumen, fue una experiencia que tuvo ambas caras: muy hermoso todo por dentro, peor por fuera debería perfeccionarse. Igual creo que así se hará, ya que recién tiene una semana funcionando. Otro tema que debe ser materia de análisis de las autoridades para la toma de medidas correctivas son el tráfico que se origina afuera del terminal aéreo. Faltan más semáforos.
Christian Sandoval (33 años)
Viajé a Trujillo por trabajo y sigo aquí. Me quedaré por un par de semanas. Fui uno de los primeros peruanos en pisar el nuevo aeropuerto y la verdad es que me sorprendió lo grande que es y la cantidad de tiendas y locales dentro del terminal. Me faltó tiempo para recorrerlo todo, espero hacerlo cuando regrese a Lima. Mi experiencia ha sido grata la verdad. No tengo quejas. Lo único es que no sabía exactamente dónde quedaban ciertos espacios, me costo un poco poder guiarme bien. Aunque seguro esto le sucederá a todos quienes por primera vez visiten este aeropuerto. Creo que es normal en esta primera fase.
Algo adicional que puedo mencionar en cuanto a mi experiencia es el orden que hay al llegar al aeropuerto. Al menos en auto. Tomé un taxi dese mi casa y pese que al momento de ingresar el taxista tenía un cierto desconocimiento de por dónde dirigirse, ya cuando llegamos al tercer nivel no hubo problemas en estacionar y desembarcar. Lo hice rápido y al momento en ese momento no había congestión. Hay espacio para que los vehículos puedan estacionar, pero entiendo que solo es por un breve tiempo. Eso me parece positivo, porque en el antiguo aeropuerto los taxis y autos particulares ocupaban toda la vía interna del aeropuerto y se generaba un cuello de botella.
Flavia Panduro (32 años)
Con respecto al nuevo aeropuerto, mi experiencia no fue buena. Para comenzar, yo venía de Tarapoto a Lima en el vuelo 2092 de LAN, que salía en un inicio 8:20 p.m., pero por una demora en el suministro de combustible en los aviones, al menos eso fue lo que nos dijeron, el vuelo se retrasó dos horas. Al llegar a Lima, al aterrizar, tuvimos que esperar casi 30 minutos más porque los buses que transportan pasajeros del avión al aeropuerto no llegaban. El bus es muy bonito, pero muy pequeño, hay muy pocos asientos, los cuales al parecer funcionan como asientos reservados, aún así no hay señalética de ello. En mi vuelo habían varias personas con niños y bebes, por lo que se necesitaban más. El bus estuvo full porque hasta la tripulación lo abordó. Luego, al llegar al terminal, no había una correcta señalética. Los trabajadores sabían muy poco, realmente se notaba que no se orientaban bien, incluso podías ver a las tripulaciones de las aerolíneas que no sabían a donde debían ir, y había poco personal de orientación. En tanto, la orientación a través de las pantallas no era muy clara.
Al momento de tomar el taxi por aplicativo Uber supe a donde dirigirme porque previamente había visto un vídeo en TikTok de un chico que salió por mi misma puerta. Ahora, para ir a tomar el Uber sí había una señalética que te indicaba por qué rampa. El Uber llegó rápido felizmente y el precio fue razonable 34 soles hasta Pueblo libre. El taxi me comentó que ya sabía las rutas porque el día anterior había estado en el aeropuerto y se había equivocado muchas veces. Lo que sí destacó es que había muchas tiendas que sí funcionaban, me da la impresión que se preocuparon más por las marcas y el comercio, que por las mismas personas.
Transporte y accesos
Autor: Alfonso Florez
Cargo: gerente general de la Fundación Transitemos
Tenía programado un vuelo a Chile al mediodía del jueves, así que tomé la anticipación del caso, contraté un taxi por aplicativo y salí de Miraflores a las 7am para estar 4 horas antes en el aeropuerto. Un trayecto que debió durar 10 minutos, se prolongó a más de una hora. Había una congestión bárbara desde antes de llegar a la avenida Argentina debido a una obra en la zona. No había policías de tránsito y el único semáforo estaba mal sincronizado. Al atravesar este punto, nos topamos con varios puntos donde sí se hizo aun más evidente la falta del control policial y la ausencia, ahora sí, de semáforos.
Al llegar avenida a la Morales Duárez, curiosamente el tráfico estuvo bastante fluido. Sin embargo, me parece que en una hora de mayor congestión la congestión se apodera de la vía, ya que los vehículos que van de oeste a este tienen que hacer una vuelta en U para luego ingresar a los puentes modulares, lo cual es un absurdo. Pienso que pudieran haber hecho, con un poquito más de inversión, un puente provisional que pase por encima de la Morales Duárez y conecte con el puente de acceso al aeropuerto para que el ingreso sea más directo. Yo imagino que en una hora punta esa vuelta en U debe ser un horror.
Al ingresar al aeropuerto, tienes que adivinar por dónde ir. Me parece que hay una señalización muy deficiente. Los carteles tienen letras muy pequeñas. Yo tengo 76 años y me costaba leer. Tienes que acercarte prácticamente encima para ver a donde te estás dirigiendo, no puedes verlo con anticipación, puedes pasarte una entrada o salida. Cuando llegas al área de descarga también pasa lo mismo. Los letreros no se leen claramente, todos los carros se congestionan en la puerta de acceso 1 cuando hay tres puertas más, pero como no lo puedes leer, no sabes. Además, las señales no son reflectivas.
Lo primero que debería haber, por lo menos en esta etapa inicial, es un puesto de información general en el mismo ingreso al aeropuerto. Uno pierde mucho tiempo buscando a dónde ir y qué hacer. Segundo, que todas las señalizaciones sean reestructuradas: letreros mucho más grandes y legibles.
En cuanto al costo el taxi, este fue de 68 soles. El monto promedio que casi siempre he pagado cuando iba al antiguo aeropuerto desde Miraflores era entre 50 y 60 soles. No ha subido mucho.
Accesibilidad para discapacitados
Autor: José Manuel
Cargo: Presidente de la Asociación Yo Soy Sus Ojos
Estoy seguro que el aeropuerto ha contemplado los ajustes mínimos razonables para que las personas con discapacidad puedan transitar con la mayor autonomía y accesibilidad posible. Creo que no se han hallado problemas. Asimismo, si tuviera que definir en general, qué no debe faltar en una infraestructura como esta, es todo lo relacionado con señaléticas, en braille por ejemplo, así como información por megafonía sobre los vuelos, que no todos los aeropuertos a veces la brindan. Los paneles digitales que sirven para orientar deben tener la accesibilidad a voz o poder tener la capacidad de modificar el tamaño de la letra o el color para algún tipo de discapacidad visual. También sería importante que los videos informativos estén con subtítulos para que las personas con discapacidad auditiva puedan recibir esa información.
Otra cosa importante son lo servicios de acompañamiento por temas de discapacidad física temporal o hacia un adulto mayor. El acceso a una silla de ruedas que esté bien identificado y sea accesible. Por otro lado, es importante que la web y la aplicación del nuevo aeropuerto sea accesible. Hay una serie de plugins de inclusión que deberían tener. Los pisos podo táctiles sí he visto que hay. Esto es valioso por los recorridos tan extensos que hay desde donde te deja el servicio público, el taxi o desde donde se ubica el estacionamiento.
En tanto, se debe tener espacios exclusivos para las personas con discapacidad, como el acceso preferente y pasos más amplios para personas en silla de ruedas. También es importante que si tengo discapacidad física y quiero ir a un baño tenga la opción de tenerlo más o menos cerca y no recorrer medio aeropuerto para encontrar uno. Ya al interior del baño este debe ser inclusivo.
Yo creo que es importante que el personal de seguridad del aeropuerto tenga formación mínima en cómo manejar una situación con una persona con discapacidad. Por ejemplo, si un niño con algún tipo de discapacidad intelectual o algún tipo de autismo se pierde en el aeropuerto, que el personal de seguridad actúe bajo un protocolo para buscarlo e interactuar con él apenas lo encuentre, hasta que se ubique a la familia.
Seguramente hay stands o módulos de información. Estos tienen que ser inclusivos, tener la altura adecuada para que una persona en silla de ruedas o de talla baja pueda acceder a interactuar con la persona que da información. También sería ideal que en esos puntos físicos de información hubiera la posibilidad de tener personal que hable maneje el lenguaje de señas. Todos los materiales, como folletos, debe estar también en braille y todo lo que se pueda tenerse también en audio sería por si alguien necesita.
Respecto a los planes de emergencia, evacuación, seguridad, todos deben contemplar a las personas con discapacidad.
Logística: Migraciones y otros
Autor: Juan Carlos Dextre
Cargo: ingeniero civil y especialista en gestión de la infraestructura y movilidad
Ahora mismo hay un problema serio de capacidad y en parte es generado por cómo está diseñado el sistema del nuevo aeropuerto. La revisión de maletas ha sido optimizada: ya no hay que sacar la laptop ni los teléfonos, para luego guardarlos. Ahora uno pasa rápido. ¿Pero esto qué significa? Que más gente va a pasar a Migraciones y entonces esta área va a estar reventando porque más personas ingresan al mismo tiempo. En medio de esto, la peor decisión que han tomado ha sido decirle a la gente que vayan 5 a 6 horas antes para prevenir. Esto ha hecho que más personas se junten en un tiempo específico y aumente la cantidad que quiere pasar por el área de revisión de maletas y Migraciones. En vez de bajar la congestión, la han aumentado. Por desconocer el tema de capacidad y la teoría de colas, lo que han producido es un incremento de la gente, más colas y demoras exponenciales. Entonces, el problema que hay ha sido generado por las decisiones tomadas.
Al decir a la gente que vaya con más tiempo de anticipación, se crea un flujo más grande que puede no notarse en el área de las maletas, pues el tiempo de servicio se ha reducido, pero no en Migraciones, que no se da abasto con toda la gente que llega. Entonces, si yo mejoro la capacidad de que la gente pase rápido por la revisión de maletas, tengo que incrementar la capacidad de Migraciones. Pero esta, por el contrario, se ha reducido en el nuevo aeropuerto, lo que crea un cuello de botella.
Entonces, una recomendación es que Migraciones funcione con toda la capacidad que pueda tener. Pero eso no es suficiente, tenemos que bajar la cantidad de gente que llega a Migraciones. ¿Cómo hacer eso? Haciendo que transiten menos personas a la vez por el área de revisión de maletas. Por ejemplo, que pasen las que tienen solo dos horas para viajar o menos. Las que tienen más tiempo, que esperen.
El aeropuerto es inmenso. El cuello de botella está dentro del terminal. Afuera hay un espacio enorme donde la gente puede esperar para luego pasar por revisión de maletas y el área de Migraciones. Cuando esto se corrija y la gente vea que pasar por Migraciones ya no es un problema, entonces va a comenzar a salir de su casa ya no 5 o 6 horas antes, sino tres. No se va a aglomerar con tanto tiempo de anticipación.
Mg. Jorge Fernández Castro
Carlo: Coordinador de la carrera de Negocios Internacionales de la USIL
En cuanto al tema logístico para la carga, ya sea de exportación o importación, no ha habido cambios mayores, ya que los exportadores cuando ingresan sus mercaderías lo hacen a través de operadores extra-aeroportuarios, como en el caso de Talma o como en el caso de Siata. Para el exportador no ha cambiado todavía mucho la operatividad, porque se sigue entregando la mercancía en los mismos puntos tal como se tenía preestablecido. Los exportadores siguen ingresando su carga por Lima a Cargo City, al costado de lo que era el antiguo aeropuerto.
Lo que sí ha habido un pedido de estos operadores extra-aeroportuarios, como en el caso de Talma, que los exportadores tienen una mayor previsibilidad en la entrega de las mercancías, es decir, entregarlas con un tanto más de anticipación para prever cualquier situación posterior. Por otro lado, es una exigencia también, y me parece algo que está súper válido, es que cualquier unidad de transporte que contrate el exportador esté homologada. Eso va de la mano con el tema de seguridad, porque se asegura que esas unidades de transporte ya han pasado ciertos controles o ciertas revisiones.
Entonces, por ese lado, un poco la operatividad para los exportadores no ha cambiado mucho. Lo que ha cambiado, entre comillas, es un poco qué pasa una vez que Talma, en representación de las aerolíneas, recibe las mercancías. Lo que ha cambiado es su dirección. Ya no van hacia el terminal antiguo, sino para el terminal nuevo. Pero es un tema interno que nosotros, desde el punto de vista de los exportadores, no visualizamos. Es un proceso interno que se da al interior de cada infraestructura.
Seguridad aérea
Autor: Sandro Paz
Cargo: ingeniero industrial con experiencia en control estadístico de procesos, simulación y optimización
Es cierto que tener personal capacitado o capacitar al personal nuevo ayuda muchísimo para evitar que se cometan los mismos errores que se cometieron antes. Por ejemplo, imaginemos cientos de pasajeros que no salieron en un momento en particular por cancelación de vuelos y que ahora van a saturar otros vuelos que no estaban tan llenos porque quieren viajar.
Eso implica que la planificación que se había hecho para vuelos que no iban a estar llenos cambia totalmente, porque ahora tenemos pasajeros repletando los aviones y pasajeros que incluso están pidiendo que se les ponga en un avión, entonces, hay más volumen de pasajeros que no se había previsto. Esto sirve de ejemplo para ver cómo algo que podría no estar relacionado a llenar el combustible en el avión o una falla termina teniendo un impacto tremendo en la distribución de los espacios para los pasajeros. Son muchas variables las que están involucradas en la gestión del aeropuerto de las cuales espero que ya no nos acordemos de aquí a una semana pues deberían ser resueltas.
En estos momentos, la tecnología permite hacer una revisión permanente del conteo de personas y del tiempo que se demora un vuelo, podría hacerse a diario e instantáneamente tener un reporte de cómo es que va fluyendo todo. De esta forma el aeropuerto va tomando acciones y previsiones, así como anticipando y solucionando posibles problemas. Entonces, debe haber una revisión periódica, cada seis meses.
Llegado el caso en que nos enteramos con cuatro o cinco horas de anticipación que un vuelo internacional va a llegar demorado, dos o tres después de lo estimado. Entonces, eso debería activar automáticamente una serie de alertas de seguridad para movilizar al personal en función de esos próximos picos.