
La Primera Fiscalía Penal de Pisco confirmó que el cuerpo de la alférez FAP Ashley Vargas Mendoza fue hallado en el lecho marino, envuelto en un velamen, junto a parte de la cabina de la aeronave KT-1P. El hallazgo se realizó el jueves 5 de junio cerca de la punta Mendieta, en la provincia de Pisco, y marca un nuevo capítulo en la investigación por su desaparición ocurrida el 20 de mayo durante una misión de instrucción de vuelo.
Los restos mortales fueron llevados al muelle del Terminal Portuario Paracas y trasladados a la morgue de Pisco para la necropsia correspondiente, como parte de las diligencias ordenadas por el Ministerio Público.
El despacho de la fiscal Gladys Torres Lobato dispuso diligencias urgentes e inaplazables dentro de una investigación preliminar por el delito de homicidio culposo contra los que resulten responsables. La investigación se centra en esclarecer las circunstancias del deceso de la joven piloto, quien formaba parte del Grupo Aéreo N.º 51 de la Fuerza Aérea del Perú.

Entre las diligencias en curso, la Fiscalía de Pisco espera la llegada de peritos especializados desde Lima para ampliar los análisis forenses y técnicos. El objetivo es tener un informe completo antes de emitir conclusiones preliminares.
El abogado José Ocampo, representante legal y familiar de Ashley Vargas, indicó que la familia se mantiene a la espera de los resultados oficiales. El entorno cercano a la piloto enfrentó días de búsqueda en medio de versiones contradictorias y escasa información, lo que prolongó el proceso de localización del cuerpo.
Ocampo afirmó que el padre de la alférez atravesó momentos de tensión e incertidumbre durante las labores de rastreo y reconoció que ahora busca respuestas que aclaren lo ocurrido el día del accidente.
La Marina de Guerra del Perú detalló que el cuerpo fue avistado durante la tarde por el remolcador auxiliar de salvamento B.A.P. Morales, a una profundidad de 25 metros, durante las operaciones de rastreo en alta mar. Junto al cuerpo también se encontró parte de la cabina de la aeronave KT-1P, con la que la oficial realizaba ejercicios de navegación táctica como parte de su formación en vuelo.

El Grupo de Salvamento de la Marina fue el encargado del reflotamiento, y posteriormente trasladó los restos para cumplir con los procedimientos legales en el puerto de Paracas.
La Fiscalía reiteró que el caso permanece en etapa preliminar y bajo reserva. Mientras tanto, el Ministerio Público solicitó ampliar la información técnica sobre la misión de vuelo, el estado de la aeronave y los protocolos seguidos antes y después del accidente.
El señor Vargas, padre de Ashley Vargas, arribó a la base aérea en Pisco en medio de gran conmoción para participar en el reconocimiento del cuerpo de su hija. Acompañado por su abogado, evitó declaraciones a la prensa y fue guiado hacia la zona donde se cumplirá con el protocolo correspondiente. “Le dimos un mensaje de aliento y nos agradeció las palabras”, narró el reportero que cubría el momento en vivo
Según declaraciones de un tío, la joven fue hallada envuelta en su paracaídas. Existen dos hipótesis que manejan los especialistas: una señala que el paracaídas pudo haberse abierto por el impacto del accidente; la otra, que Ashley habría intentado abrirlo en un acto desesperado al detectar una falla técnica en la aeronave.