Gobierno premia a Gustavo Adrianzén con

La designación fue anunciada el miércoles 28 por el canciller , quien indicó que la propuesta fue aprobada de manera unánime por el Consejo de Ministros. “El doctor Gustavo Adrianzén tiene todas las credenciales y capacidades académicas, experiencia política, sin duda alguna, pero también diplomática y formación en los aspectos multilaterales que se requieren para el puesto”, dijo en conferencia de prensa.

La designación de Adrianzén como representante permanente del Perú ante Naciones Unidas fue aprobado por el Consejo de Ministros por unanimidad, dijo el canciller. Foto: PCM

La designación de Adrianzén como representante permanente del Perú ante Naciones Unidas fue aprobado por el Consejo de Ministros por unanimidad, dijo el canciller. Foto: PCM

/ Carla_Pat

Sin embargo, la decisión fue cuestionada por especialistas en relaciones internacionales consultados por El Comercio, quienes advierten que se está privilegiando la lealtad política sobre la idoneidad técnica, en un contexto internacional particularmente complejo.

Adrianzén dejó la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) el pasado 13 de mayo, cuando el Parlamento se preparaba para debatir y aprobar su censura. Su gestión se caracterizó por la ineficacia del Ejecutivo para frenar el avance de la criminalidad, señales evidentes de subordinación frente al Congreso, una defensa cerrada a la presidenta y un persistente rechazo ciudadano reflejado en .

El en Pataz, La Libertad, así como declaraciones desafortunadas sobre ese hecho, impulsaron su salida de la PCM.

La reubicación de Adrianzén en un alto cargo estatal responde a una práctica ya habitual en el gobierno de Dina Boluarte: recompensar la lealtad de sus funcionarios más cercanos con nuevas responsabilidades, incluso cuando sus desempeños fueron objeto de cuestionamientos.

En abril, el exministro del Interior fue nombrado jefe de la Oficina de Monitoreo Intergubernamental del despacho presidencial, poco después de ser censurado. En enero, volvió al Gabinete como ministra de Desarrollo e Inclusión Social. En marzo, fue voceado como embajador ante el Vaticano, pero su postulación se frustró por una orden judicial de impedimento de salida del país. Luego, lo nombraron asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo.

Designación “desafortunada y riesgosa”

Para el excanciller , el nombramiento de Adrianzén es una señal preocupante tanto por el perfil del designado como por el momento político en que se realiza.

“Desafortunada y riesgosa. Desafortunada porque carece de todas las competencias para representarnos en la ONU. No es ni internacionalista ni multilateralista y solo habla castellano. Y arriesgada porque muchas bancadas del Congreso pueden requerir que se deje sin efecto su designación antes de la solicitud del voto de investidura del gabinete Arana”, sostuvo en diálogo con El Comercio.

El excanciller también cuestionó el simbolismo de la decisión: “Nuestra imagen como país caerá estrepitosamente por pretender ser representados por alguien que se despidió públicamente pidiendo trabajo horas antes de una censura largamente esperada por el país y segura por el Congreso”, dijo. Eso en referencia a las palabras de Adrianzén en su renuncia, en la que expresó estar “presto a acudir” a un nuevo “llamado” de Boluarte.

González Olaechea también criticó el fondo de la estrategia del Ejecutivo: “Esta decisión exprés refleja el despilfarro, por cuanto no se deben designar embajadores políticos estando en la recta final del gobierno”.

Y sobre el impacto en la política exterior añadió: “¿Cómo no la va a comprometer? Sí e integralmente. La política exterior es tan trascendente y más en la ONU que no puede estar en manos de quienes carecen de toda idoneidad, especialidad y buenas formas. No se pide ser canciller o embajador. Es una verdadera lástima y avergüenza”.

“Las embajadas no son premios políticos”

En la misma línea crítica, el internacionalista Juan Velit consideró que la designación es una decisión poco adecuada dada la relevancia estratégica de la representación peruana ante la ONU. “Es una decisión que la presidenta Boluarte tiene el derecho de hacer, pero no estoy tan seguro si –en este momento en que Naciones Unidas está cumpliendo un rol tan importante por los asuntos de Gaza y la guerra ruso-ucraniana– el doctor Adrianzén tenga el perfil adecuado”, declaró.

Adrianzén reemplazará en el cargo al embajador en retiro Enrique Román Morey.

Entre otros cargos, Román Morey fue secretario general adjunto de la Conferencia de Desarme en 2000, director del entonces Departamento de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas en Ginebra entre 2000 y 2006, embajador en Cuba en 2007, ministro consejero en México y asesor del Ministro de Relaciones Exteriores.

Para Velit, el cargo exige un conocimiento profundo de dinámicas multilaterales y de conflicto. “Se necesita en ese puesto a un especialista en temas de conflicto, que pueda desempeñar su función a la altura de la demanda que dictan no solo el Perú y América Latina, sino el mundo”, aseveró.

Además, cuestionó el uso recurrente de las embajadas como espacios de reacomodo político: “La señora Boluarte debería perder la costumbre de que sus ministros censurados, que salen no siempre muy bien parados de sus puestos, reciban como premio una embajada. Las embajadas no son premios para los actores políticos. Las embajadas son puestos a desempeñar a la altura de las circunstancias”.

Consultado sobre si esta designación compromete la coherencia de la política exterior, respondió: “Sí, sin lugar a dudas. Perú siempre ha tenido una gran política exterior. Me atrevería a decir que tiene una de las más respetables de América Latina”.

Apoyo del Ejecutivo

Pese a las esperadas críticas, el Ejecutivo señaló que Adrianzén cuenta con las credenciales necesarias. El primer ministro Eduardo Arana destacó sus “cualidades humanas, profesionales y políticas”, y recordó que antes de ser primer ministro se desempeñó como representante del Perú ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).

“Esperamos que el desempeño que pueda asumir en las Naciones Unidas sea tan exitoso como el que, en efecto, realizó ante la OEA”, afirmó.

Sin embargo, las voces críticas subrayan que la ONU no es una plataforma menor y que, en momentos de crisis global, el Perú necesita enviar señales de profesionalismo, no de acomodo político.

Beneficios del cargo

En su nuevo rol como embajador ante la ONU, Adrianzén residirá en una propiedad del Estado peruano ubicada en Nueva York y dispondrá de una serie de beneficios logísticos, según reveló una fuente de El Comercio. Contará con chofer, cocinero y personal de servicio a su disposición.

Estos beneficios, precisó la fuente, no son excepcionales y corresponden a lo habitual para cualquier jefe de misión diplomática. “Son condiciones necesarias para ejercer funciones de representación, que suelen implicar la organización de eventos oficiales fuera del horario laboral y requieren mantener un estatus acorde al nivel del cargo que se desempeña”, explicó.

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