En agosto del 2024, un equipo de El Comercio viajó al distrito de Pataz, en la provincia del mismo nombre, región La Libertad, y comprobó la bonanza económica en la que vivían los mineros informales e ilegales dedicados a la explotación del oro en esa zona convulsionada del país.
Ocho meses después, el auge económico es aún más visible. Este Diario regresó a la zona y constató la bonanza que vive Pataz: modernas edificaciones, casas con paneles solares y piscinas, canchas deportivas, hoteles con centros comerciales, grifos y discotecas. Una de las principales razones es el incremento del precio del oro, que se disparó hasta alcanzar los US$3.300 en la actualidad. En agosto del 2024, la onza costaba US$2.300.
El hotel Orlando’s, asentado en un cerro en Pataz, de propiedad del minero Orlando Sánchez Iparraguirre, ahora cuenta con un centro comercial y un grifo recién construidos, lo que refleja el poder económico de los actores vinculados a la minería ilegal en el lugar.

Así lucía en 2024 el hotel Orlando’s, de propiedad del minero informal Orlando Sánchez. Desde entonces, ya evidenciaba el auge económico de ciertos actores en la zona.

En la actualidad, el hotel ha ampliado significativamente su infraestructura. Cuenta con una nueva edificación en el nivel inferior del terreno: un centro comercial y un grifo.
“En toda zona donde hay estas economías [criminales], con un crecimiento tan grande y tan explosivo, el valor relativo del dinero es distinto […]. En algunos casos, [estas edificaciones] son muestra de opulencia para obtener más crecimiento en el negocio. Es una cultura exorbitante de demostrar poder, porque antes no existía esta infraestructura y ahora aparecen grandes edificaciones sobredimensionadas”, señaló a El Comercio Edgardo Cruzado, exviceministro de Gobernanza Territorial de la PCM y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Una residencia con cancha de fútbol y piscina en plena zona de explotación minera. Pataz 2025.

Según consideró, “la cantidad de cemento instalado en Pataz va con el ciclo del precio del oro”. Además, resaltó que “no hay un acompañamiento del Estado ni tampoco un plan urbano”. “Todo crece desordenado”, agregó.

La instalación de paneles solares se ha vuelto común en las edificaciones de la zona.

Mineros ilegales en Pataz llevan una vida de lujos.
La violencia
La pandemia significó un antes y un después en Pataz. Temerosos de perder su cargamento de minerales, los mineros informales comenzaron a contratar los servicios de bandas criminales para proteger su mercancía. Entre ellas, se encontraban las más peligrosas de La Libertad, como Los Pulpos, La Gran Alianza, Los Parqueros de Pataz, entre otras. En promedio, un volquete de mineral podía llegar a costar hasta S/200.000.
Esta práctica criminal se realizó en plena pandemia del COVID-19, entre el 2020 y 2022.
A finales de ese período e inicios del 2023, la dinámica criminal cambió: las organizaciones dejaron de ofrecer protección a cambio de pago y comenzaron a exigir su participación directa en el negocio como socio. Si el minero se negaba, era asesinado. Fue en ese contexto que las bandas criminales lograron asentarse con fuerza en la zona.

Vista del distrito de Pataz. Entre los cerros, proliferan diversos edificios y modernas estructuras. (Foto: Alonso Chero)
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Dante Vera, director y fundador de V&C Analistas, advierte que las organizaciones instaladas en Pataz no actúan como delincuentes comunes. “[No son bandas] que roban, extorsionan, cobran cupos, asaltan en las carreteras. Se trata de organizaciones criminales que tienen una estructura, con una mentalidad que pretende hacerse de toda la cadena productiva del oro, desde la extracción del mineral, el transporte y el procesamiento. Algunas de estas organizaciones vienen de afuera”, remarcó.
En ese sentido, los especialistas advierten la necesidad de plantear estrategias eficaces con inteligencia para contrarrestar la violencia con asesinatos que se ha desatado en la zona.
DATOS
- La minería ilegal genera US$6.000 millones al año. Se ha convertido en una economía más rentable que el narcotráfico, que mueve US$4.800 millones.
- El Perú es el país que exporta el mayor porcentaje de oro ilegal en Sudamérica, con el 44%. Supera a Colombia con 25%, y a Bolivia con 12%, según el Instituto Peruano de Economía.
- La producción ilegal de oro en el Perú alcanzó las 77 toneladas en el 2023, convirtiéndolo en el centro de la minería ilegal en Sudamérica, según el Instituto Peruano de Economía.