Las mociones acusan al jefe del Gabinete de mostrar una conducta pasiva ante graves hechos de violencia, así como una débil reacción institucional frente a las demandas de seguridad.
Declaraciones de Adrianzén —quien puso en duda la veracidad del secuestro de los mineros debido a información incompleta— fueron interpretadas por congresistas de 10 bancadas como una falta liderazgo, lo que intensificó las críticas hacia su gestión.
Desde el Ejecutivo, sin embargo, ya se han alzado voces en defensa de Adrianzén. La ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Leslie Urteaga, declaró que una posible censura sería “perjudicial para el país”. Señaló que una recomposición del equipo ministerial implicaría retrasos en la implementación de políticas clave.
“Debemos pensar en la estabilidad del país por encima de intereses particulares”, dijo Urteaga en declaraciones a la prensa.
A pesar del intento del oficialismo por sostenerlo, Adrianzén se enfrenta a un momento decisivo.
El pasado 9 de abril fue interpelado durante más de cinco horas por el Congreso en una sesión que se realizó ante un hemiciclo semivacío. No obstante, esta vez el escenario político es distinto: hay mayor respaldo multipartidario para una eventual censura.
La votación final pondrá a prueba la disposición del Congreso a sancionar políticamente la incapacidad del Ejecutivo para detener el avance de la criminalidad.
Para entender mejor el alcance e implicancias de las mociones de censura es necesario responder las siguientes preguntas claves, en base a la Constitución, el reglamento del Congreso y opiniones de especialistas.
1.¿Cuántos votos necesita el Congreso para censurar a Gustavo Adrianzén?
La censura al primer ministro requiere de al menos 66 votos; es decir, más de la mitad del número legal de miembros del Congreso.
La Constitución establece que, mediante la moción de censura, el Parlamento hace efectiva la responsabilidad política del primer ministro.
En el caso de Adrianzén, plantean censurarlo por los asesinatos en Pataz, su “incapacidad para hacer frente a la ola de inseguridad ciudadana” y otros cuestionamientos vinculados al avance de la criminalidad.
2.¿Qué consecuencias tendría para el gobierno si censuran al primer ministro?
Si Adrianzén es censurado, está obligado a renunciar. La presidenta debe aceptar su dimisión dentro de las 72 horas siguientes.
Además, por tratarse del jefe del Gabinete Ministerial, su censura produce la crisis total del gabinete. Todos los ministros tendrán que renunciar. Sin embargo, la presidenta tiene la facultad de ratificar a los mismos funcionarios si así lo considera conveniente.
El analista político José Carlos Requena estimó que el gobierno recibiría la censura solo “como una crisis más”. Esto debido a que se trata de una gestión que “se las ha agenciado para sobrevivir”.
Agregó que probablemente Adrianzén sería reemplazado por algún funcionario “que ya esté dentro del grupo de colaboradores”.
“Por lo aislado que se encuentra el gobierno, no pensaría que [el nuevo primer ministro] sea un actor externo”, dijo.
Gonzalo Banda, también analista político, consideró probable que, si Adrianzén es censurado, la presidenta nombre como primer ministro al actual titular de Educación, Morgan Quero.
“Creo que optaría por mantener el sistema de lealtades que ha preferido. Queda claro en este Gabinete quién podría asumir el cargo: el ministro de Educación. No creo que la presidenta esté pensando en un nombramiento que mejore su imagen pública, sino en alguien que le sea leal”.
3.¿Qué es la cuestión de confianza y por qué Adrianzén consideró que podría volverse crucial en este contexto?
La cuestión de confianza es un mecanismo contemplado en la Constitución que permite al Poder Ejecutivo solicitar respaldo del Congreso. Se emplea cuando el presidente del Consejo de Ministros y su gabinete solicitan la investidura. Además, puede plantearse de forma voluntaria para impulsar medidas relacionadas con la Política General de Gobierno.
La semana pasada, el primer ministro Gustavo Adrianzén sostuvo que si él fuera censurado y el Congreso luego negara la confianza a su sucesor, la presidenta Dina Boluarte estaría habilitada para disolver el Parlamento. Esta afirmación se basó en el artículo 134 de la Constitución, el cual establece: “El Presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros”.
Sin embargo, esa afirmación fue rechazada por el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, quien señaló que no es posible disolver el Parlamento cuando ya se han convocado elecciones generales.
Sobre esta controversia, el abogado constitucionalista Erick Urbina aclaró a El Comercio que la prohibición para disolver el Congreso solo rige en el último año del mandato presidencial, es decir, a partir del 28 de julio de 2025. “No estamos en esa fecha”, precisó.
Pero Urbina añadió que Adrianzén no puede presentar una cuestión de confianza como forma de evitar una censura. Explicó que una ley de desarrollo constitucional, respaldada por el Tribunal Constitucional, establece que este mecanismo no puede utilizarse frente a acciones de control político, como la interpelación o censura de ministros.
Por tanto, según el especialista, las declaraciones del primer ministro son equivocadas, ya que intentan aplicar una figura constitucional en un contexto que la ley excluye.
4.¿Cuántos ministros de la gestión de Dina Boluarte han sido censurados y qué antecedentes existen de censuras a primeros ministros?
El actual Congreso censuró a Vicente Romero Fernández (Interior) el 15 de noviembre de 2023, a Rómulo Mucho Mamani (Energía y Minas) el 26 de noviembre de 2024 y a Juan José Santiváñez (Interior) el 21 de marzo de 2025.
Durante el gobierno de Ollanta Humala, el Congreso censuró a Ana Jara, entonces presidenta del Consejo de Ministros por un caso de presuntos seguimientos ilegales de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) contra políticos, periodistas y empresarios. Fue el 30 de marzo del 2015.
En tanto, el 30 de diciembre de 1963, durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry, el primer ministro Oscar Trelles Montes fue censurado por sucesos violentos ocurridos meses atrás en Cusco.
5.¿Renunciar antes de ser censurado lo eximiría del costo político o lo relegaría como el primer ministro que se retiró sin dar la batalla?
En opinión de Gonzalo Banda, la renuncia de Adrianzén podría descolocar a los congresistas.
“Me parece que los congresistas quieren mostrar algún tipo de tensión [con el Ejecutivo] porque eso es un estímulo electoral. Necesitan tratar de validarse ante sus electores. No iban a llegar en buenos términos con el Ejecutivo, principalmente con los niveles de aprobación que tiene este. […] Si Adrianzén termina renunciando […] los podría descolocar”, dijo.
Para José Carlos Requena, la única diferencia entre la renuncia y la censura sería que la primera le evitaría exponerse a un debate parlamentario “que siempre es incontrolable”. No obstante, añadió: “En términos políticos, creo que es irrelevante a estas alturas y con este nivel de desgaste”.
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