Tal como informó este Diario, en los últimos cinco comicios, en promedio, el 54% de las agrupaciones políticas que postularon no llegó a superar la valla del 5% de votos válidos.
Newsletter Mientras Tanto

Confirmadas ahora que serán 39 las agrupaciones en carrera para las próximas Elecciones Generales 2026, esa media histórica permite anticipar que al menos más de la mitad de ellas —unas 21— no alcanzarían el umbral mínimo y quedarían fuera del espectro político.
A buena cuenta, del total de agrupaciones políticas, menos del 40% sí tienen experiencia previa en procesos electorales; mientras que para 24 de ellas esta será su primera elección, un factor que puede ser determinante.
Sin embargo, especialistas en temas electorales consultados por El Comercio advierten que la cifra sería incluso mucho mayor a esa tendencia sostenida en las últimas elecciones, pues todas las agrupaciones se enfrentan a la valla más rigurosa de las últimas dos décadas, lo que hace la situación de pronóstico reservado. Aunque sus efectos no se verán de manera inmediata.
“La valla electoral es un umbral y una exigencia a los partidos para acceder a representatividad, es decir, siempre y cuando el partido pueda superar ese umbral que está conformado por el 5% de votos a nivel nacional y votos por cada cámara, podrá acceder a la representación”.
La valla electoral
En octubre del 2005, el Congreso aprobó que a partir de las elecciones del 2006 se aplique la “barrera electoral”, también conocida como “valla electoral” o “umbral de representación”. El objetivo de implementar este mecanismo por primera vez consistió en reducir la fragmentación de la representación, buscando evitar el ingreso de organizaciones políticas con mínima representación a escala nacional. (Elecciones Parlamentarias en el Perú [1931-2011], JNE)
Mediante la Ley N° 28617, se dispuso como requisito para acceder a la distribución de escaños el haber alcanzado el 5% del número legal de miembros del Congreso o, en su defecto, el haber alcanzado el 5% de votos válidos a nivel nacional. Lo mismo para mantener la inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Su implementación fue progresiva, pues para esa primera elección fue del 4%.

La ley que incorporó la barrera electoral fue brindada en octubre del 2005.
Esto fue posteriormente modificado por el Congreso en los años posteriores. Este mismo año, ad portas de la entrada en vigor de la bicameralidad, el Congreso modificó la valla y, respecto a la cancelación de un partido, estableció como causal el no haber accedido a la distribución de escaños. Y, para esto último, se determinó dos requisitos: el 5% del número legal de miembros y el 5% de votos a nivel nacional, en las respectivas cámaras. Es decir, al Senado o a Diputados.
A opinión de Roy Mendoza, abogado especialista en derecho electoral, con estas modificaciones el porcentaje de partidos que perderá la inscripción será todavía mayor, pues serán pocos quienes logren alcanzar el 5% de votos válidos a nivel nacional y, a su vez, el 5% de los votos en cada cámara.
“Tomando en cuenta el marco electoral vigente, la cifra se va a incrementar pues la norma que establece la valla ha cambiado sustancialmente. Antes, se podía acceder a la distribución de escaños si uno alcanzaba ya sea el 5% de votos válidos a nivel nacional o el 5% de representantes. Estaba la letra ‘o’. Sin embargo, ahora la norma cambió y dice ‘y’. Por lo que tienes que cumplir dos condiciones, ya no una sola. Se ha vuelto más rigurosa la valla y su correlato es la pérdida de inscripción”, explicó Mendoza a El Comercio.
En esa línea, el especialista estimó que frente a esta valla “más rigurosa”, la media histórica se incrementará “moderadamente”. Sí precisó que —por otra modificación del Congreso, la Ley N°32245— los efectos cancelatorios recién se efectuarán en enero del 2027. Es decir, que incluso aquellas agrupaciones que no lleguen a superar el umbral podrán llegar a presentar postulantes en las Elecciones Regionales y Municipales.
“Culminado el proceso electoral, lo que hace el JNE es cancelar la inscripción a los partidos que no han superado la valla. Pero eso va a quedar suspendido en el 2026 por imperio de una ley transitoria, que señala que los partidos que no han superado la valla en las elecciones de abril del 2026 perderán su inscripción recién en enero del 2027. Con lo cual, están habilitados para las elecciones de octubre del 2026”, precisó Mendoza.
En símil, el abogado José Manuel Villalobos, especialista en temas electorales, detalló que anteriormente la valla establecía el lograr porcentaje de votos a nivel nacional o un porcentaje de los escaños. Sin embargo, ahora se ha convertido en una suerte de doble valla, lo que a su vez eleva el umbral para poder mantener la inscripción como partido político.
“Antes tú podías pasar la valla del 5%, pero no tener congresistas y mantener la inscripción. Pero ahora el que no tiene representación en el Congreso pierde la inscripción, porque solo pasa la valla el que tiene congresistas. El que no, no pasa la valla y, por tanto, la pierde. Hasta el 2021, tú podías tener 5% de votos, pero la cantidad de congresistas no te daba para tener bancada. Mantenías la inscripción, pero no entrabas al Congreso. Ahora no”, remarcó Villalobos.
Apuntó que la valla busca que entren al Congreso los partidos que tengan una votación calificada para reducir la fragmentación. Sin embargo, si quienes acceden al Parlamento una vez adentro de empiezan a ‘desintegrar’ en más agrupaciones su efecto se pierde.
Por su parte, José Tello, abogado especialista en temas electorales y presidente del Instituto Aklla Perú, detalló que en el 2006 la valla era el 4% del voto emitido o cinco parlamentarios, mientras que en las elecciones posteriores —2011, 2016 y 2021— fue del 5% de votos o siete legisladores en más de una circunscripción.
Sin embargo, ahora cambió la conjunción y el mínimo es del 5% de votos válidos y 5% del total de diputados o senadores. Es decir, —agregó— además del porcentaje de votos se debe alcanzar la colocación de siete diputados o tres senadores, respectivamente.
“Para el 2026, es otra historia y es mucho más agresiva la valla, mucho más estricta y rigurosa que las que hemos tenido. Y es la más difícil que van a atravesar los partidos en los últimos 20 años”, dijo Tello a El Comercio.
En su mirada, es de “pronóstico reservado” el determinar qué agrupaciones finalmente podrán mantener su inscripción debido a la fragmentación política.
Sin embargo, agregó que “lo más probable es que haya un grueso de partidos” que no vayan a poder superar el umbral y solo podrían llegar a sobrevivir, “en un escenario óptimo, aproximadamente una quinta parte de los partidos (6-7 partidos)”. Y remarcó que este umbral riguroso afectará tanto a partidos con experiencia previa como a los nuevos.
