Promesas incumplidas. Faltan cinco días para el inicio de los Juegos Bolivarianos 2025 y el Estadio Cuna de la Libertad Americana, presentado por Wilfredo Oscorima como el “legado histórico” de su gestión, no existe. No está concluido, no puede usarse y su avance físico es de apenas 22,4%, con fecha oficial de culminación en junio del 2026. No será sede de una sola competencia.
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En diciembre del 2024, en su rendición de cuentas, Oscorima prometió inaugurar el coloso en diciembre de 2025. Aseguró tener “liquidez garantizada” y lanzó un discurso confrontacional:
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“Ya entregamos el adelanto de 100 millones. En nuestro PIA del 2025 hay otros 100 millones. Faltan 200 millones. ¿Ahora qué hacemos? Una vez más tienen que confiar en su líder, en su gobernador regional que tiene capacidad de gestión. Voy a traer esos 200 millones de soles. Esta obra tiene que ser inaugurada en diciembre del 2025. No hagan caso a los mediocres ni a los opinólogos. Crean en mí”.
Dina Boluarte, entonces presidenta, respaldó la promesa y anunció en un Consejo de Estado Regional: “El estadio ayacuchano para los Bolivarianos. Sin estadio, ¿dónde hacemos los Bolivarianos?”. Nada se cumplió.

Fotografías delatan el pésimo estado de las construcciones en Ayacucho con miras a los Juegos Bolivarianos | Foto: LR.
La República ya había advertido en noviembre del 2024, en un reportaje previo, que las obras para los Juegos Bolivarianos 2024 estaban convertidas en un fiasco, con hospedajes con goteras, escenarios incompletos y símbolos deportivos sin terminar. Un año después, la situación es peor: el estadio principal sigue siendo un esqueleto de concreto.
Lo único que Ayacucho recibirá entre el 22 de noviembre y el 7 de diciembre son cinco disciplinas: MTB Cross Country, Box, Taekwondo, Kickboxing y Wushu.
Una obra millonaria, con adelantos irregulares
El Informe de Control Específico N.º 041-2025-2-5335-SCE reveló que, entre diciembre de 2023 y marzo de 2025, funcionarios del Gobierno Regional de Ayacucho aprobaron pagos irregulares por más de S/ 92 millones a favor del consorcio constructor.
Los adelantos debían estar garantizados con carta fianza y depositados en un fideicomiso. Pero terminaron en una cuenta privada del contratista, usando documentos inválidos y vulnerando las bases del proceso. La Contraloría concluyó que la entidad quedó en “pérdida de dominio de recursos públicos” y en “vulnerabilidad financiera” ante incumplimientos del consorcio.
Otra irregularidad fue la firma de una adenda que permitió al contratista no presentar la garantía total de fiel cumplimiento. Se aplicó —de manera indebida— una norma diseñada para MYPE, pese a que el consorcio no calificaba como tal. Se identificó presunta responsabilidad penal y administrativa en 15 funcionarios y exfuncionarios.
El costo del estadio, además, se disparó. La viabilidad del 2017 estimó S/ 141,9 millones. En 2023 subió a S/ 362 millones. Para septiembre del 2025 alcanzó S/ 422,6 millones. Un incremento del 198%. Pero la obra no supera el 25% de ejecución.
El proyecto también generó violencia: en enero del 2025, sindicatos de construcción civil se enfrentaron a balazos en los alrededores del estadio por cupos de trabajo. Era la primera evidencia física de la crisis de una obra que, además, había sido usada por Boluarte para respaldar políticamente a Oscorima en pleno escándalo por los Rolex.
El expediente Taboada
Las irregularidades de la gestión Oscorima se expresan también en el caso del comunicador Edgar Taboada Méndez, uno de sus colaboradores más cercanos.
En 2023, Contraloría observó su designación como jefe de Comunicaciones del GORE porque no cumplía perfil. Pese a ello, permaneció en ese cargo durante 2023 y 2024.
En enero del 2025 dejó formalmente la jefatura. Sin embargo, no se desvinculó. El 20 de enero fue contratado como especialista de comunicaciones para la obra del Estadio Ciudad de las Américas, con un sueldo de S/ 8.000 mensuales, pero por apenas un mes: del 20 de enero al 18 de febrero. Fue una posición técnica creada de manera express.
Tras esa contratación, su nombre reapareció en la planilla de obreros de la misma obra, registrado como “operario”, pese a que seguía realizando funciones administrativas dentro del GORE. Un informe de la Comisión de Infraestructura del Consejo Regional reveló que él y otros 14 trabajadores tareados como operarios u obreros nunca asistían a la obra, aunque firmaban asistencia como si hubieran trabajado en campo.
El informe señala manipulación de controles de asistencia, posible falsificación de firmas y pagos indebidos de gratificaciones, CTS y beneficios laborales destinados exclusivamente a personal que labora físicamente en obra.
Para habilitar su retorno, el gerente general del GORE, Eduardo Huacoto, modificó en 2023 el anexo de la directiva de obras por administración directa. Subió el tope salarial y añadió la especialidad de “comunicaciones”, inexistente en las versiones previas de 2022 y 2023. Así, Taboada pudo continuar dentro del aparato regional pese a los cuestionamientos.
En marzo del 2024, Huacoto fue grabado completamente ebrio en la Plaza Mayor de Huamanga durante Semana Santa. Insultó y agredió a una mujer mientras Taboada intentaba contenerlo.

Edgar Taboada (con saco a la mano derecha) representando al Gobierno Regional de Ayacucho en una cena con la comisión de evaluación de ACES Europa y ACES Latinoamérica. | Foto: Lalo Durán – Facebook
Los registros de visitas oficiales también muestran que Taboada continuó ingresando a diversas oficinas públicas para temas vinculados a los Juegos Bolivarianos, pese a que figuraba como obrero en la obra de San Juan Bautista.
Ayacucho pretende ser “Región Sudamericana del Deporte”
Mientras la obra estrella de Oscorima naufraga, el GORE impulsa otra narrativa: la postulación de Ayacucho como “Región Sudamericana del Deporte” ante ACES Europa.
El 14 de noviembre, Gerardo Durán —recientemente designado presidente del Consejo Regional del Deporte— publicó una imagen de una cena de coordinación con evaluadores de ACES. En la foto aparece nuevamente Edgar Taboada, pese a su historial de observaciones, su paso por obra y su salida formal de la jefatura de Comunicaciones en 2025.

Trote bolivariano en Ayacucho, la región en que apenas se disputarán 5 de las 70 disciplinas de los Juegos Bolivarianos 2025. Foto: Gobierno Regional de Ayacucho
La candidatura contrasta con la realidad: Ayacucho albergará solo 5 de las 70 disciplinas del certamen. El Estadio Cuna de la Libertad Americana sigue en estructura y las edificaciones periféricas están incompletas. El avance físico acumulado es de 22,06% y la entrega está prevista para el 2026, cuando los Juegos ya habrán terminado.
La República solicitó un descargo al Gobierno Regional de Ayacucho a través de su oficina de prensa. La respuesta oficial fue: “Responderemos ante las instancias correspondientes”.
Un fracaso anunciado
Ayacucho recibe unos Juegos mutilados, sin estadio, con sobrecostos, con irregularidades administrativas y con una investigación penal en marcha. Es una repetición casi exacta del fiasco reportado por este medio el año pasado.
Mientras tanto, Oscorima se proyecta hacia el futuro político. Y en paralelo, su hermano Yuri Oscorima —quien ya reparte regalos y realiza visitas públicas— se alista para postular a la gobernación por Alianza para el Progreso.
La región no obtiene la obra deportiva más importante en décadas. Obtiene, más bien, el legado de un proyecto inconcluso de S/ 422 millones, un conflicto social, un esquema irregular de pagos y un aparato político que pide confianza sin entregar resultados.
