En cuestión de segundos, una joven de Surco vio cómo un delincuente en motocicleta invadía el carril contrario y le arrancaba el celular de las manos en plena avenida Velasco Astete. Lo daba por perdido. No imaginó que ese violento arrebato daría inicio a una operación policial que más tarde caería sobre un puesto de Las Malvinas, donde iban a parar equipos robados de toda la ciudad.
Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando, tras denunciar el robo en la comisaría de Chacarilla del Estanque, la Policía activó el GPS del teléfono y empezó a seguirlo en tiempo real. La señal llevó a los agentes directamente hacia la zona de Las Malvinas, donde el aparato continuaba moviéndose entre stands de un centro comercial.
Con la ubicación precisa, la PNP coordinó con personal de Breña y del Cercado de Lima para ejecutar una intervención relámpago. Lo que encontraron dentro del puesto superó cualquier expectativa: la dueña del stand manipulaba el iPhone valorizado en S/ 4.000 que minutos antes había sido arrebatado en Surco.
“Yo sé que en un caso de estos normalmente uno no consigue recuperar su teléfono… Esto es uno en un millón”, dijo la joven, aún sorprendida por la efectividad del operativo y temerosa de que quienes manipularon su información pudieran tomar represalias.
OPERATIVO REVELA MÁS CELULARES Y NUEVAS VÍCTIMAS
Durante la intervención, la Policía detuvo a Adán Galecio Rosas y a su madre, Lucy Alvarado Rosas, investigados por receptación. Según el general PNP Raúl Silva, el estado de emergencia facilitó el ingreso inmediato al stand tras ubicar el celular de la denunciante.
La sorpresa de la joven no era exagerada. Entre los equipos hallados apareció el celular de otra mujer que, esa misma mañana, había sido víctima de un robo mientras hacía deporte. Ella también activó la geolocalización, pero nunca imaginó que recibiría la llamada que lo cambiaría todo: su teléfono estaba recuperado. “No lo puedo creer, parece de cuento. Ya lo había dado por perdido”, comentó.
Otra víctima relató que pudo rastrear la ruta completa del ladrón gracias a que su celular estaba sincronizado con el de su esposo. Ese seguimiento en tiempo real llevó a confirmar que el puesto de Las Malvinas era el destino final de los aparatos robados mediante arrebatos o raqueteos en distintos puntos de la capital.
La PNP incautó un total de 15 celulares durante el operativo. Mientras la noticia corría, más afectados llegaron a la comisaría de Surco para recuperar sus equipos y relatar los momentos de terror que vivieron a manos de motociclistas que los sorprendieron en plena vía pública.
Ese efecto dominó —una denuncia, un GPS activo y una frase que define la jornada, “uno en un millón”— permitió desarticular un punto clave de receptación y devolverle a varias víctimas algo que ya habían perdido: su teléfono… y, por un instante, la esperanza.
