Indecopi emitió un fallo para sancionar al colegio Franklin Delano Roosevelt. ¿El motivo? Disponer de 21 libros “inadecuados” en su biblioteca. En primera instancia, la Comisión de Protección al Consumidor N.º 2 multó a la institución con 26,38 UIT (S/141.433) tras determinar que no siguió el procedimiento de adquisición de textos con la participación de los padres de familia. Según la resolución, la omisión de ese comité habría representado “un potencial riesgo a la salud mental” de los alumnos de middle y high school (entre 12 y 18 años). Además, se dispuso que se suspenda el préstamo del material en un plazo de 48 horas hasta que se forme el ”comité evaluador”.
La mayoría de los títulos que buscan vetarse presentan temas de diversidad y de visibilidad de identidades, con enfoques prevalentes en el género, la sexualidad, la comunidad LGBTQ+ y conflictos psicológicos en la etapa formativa. A pesar de que los textos contienen una perspectiva crítica y no de apología, la decisión de Indecopi se basa en la conclusión de que ”el colegio permitió el acceso a textos que abordan temas de índole sexual, consumo de sustancias y otros contenidos”. Especialistas legales y de salud mental consultados por La República consideran que los argumentos carecen de sustento técnico y podrían abrir la puerta a un precedente de censura educativa.
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Comunicado de Indecopi acerca de la resolución alega material inadecuado para los alumnos.
Argumentos de Indecopi y el dilema legal
De acuerdo con el expediente del Indecopi, el colegio vulneró los artículos 25 y 73 del Código de Protección y Defensa del Consumidor, que prohíben ofrecer servicios que pongan en riesgo la salud de los usuarios y obligan a garantizar la idoneidad del servicio educativo. No obstante, para el abogado experto en defensa del consumidor y docente de la UNMSM y PUCP, José Carlos Gonzales Cucho, esta interpretación “amplía ilegalmente” el alcance de esas normas.
El especialista explica que la regulación del Ministerio de Educación (Minedu) se limita a los materiales que forman parte de la malla curricular o lectura obligatoria, no a los libros disponibles en bibliotecas escolares. “El Indecopi ha extendido un deber que solo se aplica al aula hacia las bibliotecas, que no están reguladas a ese nivel. Eso genera un precedente peligroso, porque implicaría que cada libro requiera aprobación de los padres antes de ser colocado en los estantes”, advirtió.
Para Gonzales Cucho, esta decisión podría desincentivar el hábito de lectura en los jóvenes. “Si seguimos ese criterio, habría que retirar La ciudad y los perros o Romeo y Julieta porque tratan homicidios y suicidios. La línea es demasiado difusa”, señaló. Además, cuestiona que Indecopi no haya acreditado daño alguno a la salud mental derivado de la disponibilidad de los textos. “No hay peritajes ni informes psicológicos que sustenten ese riesgo. Los libros son obras premiadas y reconocidas internacionalmente, por lo que la imputación carece de base probatoria”, añadió.
El abogado consideró que esta interpretación podría sentar un precedente problemático, al equiparar la omisión de un procedimiento administrativo con un supuesto peligro psicológico. “No existe una vinculación directa entre no formar un comité y generar un riesgo a la salud mental. Esa inferencia no tiene base legal ni evidencia técnica”, señaló, recordando además que los libros cuestionados pertenecían a las bibliotecas de middle y high school, no formaban parte del plan curricular y su lectura era opcional.

El colegio Roosevelt indicó que apelará la decisión, basándose en el voto en discordia que precisa que no se habría incumplido la norma.
El expediente detalla que la denuncia fue presentada por la Asociación Internacional de Consumidores y Usuarios de Seguros, una organización reconocida por Indecopi para representar intereses difusos. Si bien el abogado considera legal que haya presentado el caso, advierte que esto podría incentivar futuras denuncias similares. “Si el fallo se mantiene, veremos una ola de asociaciones buscando libros ‘inadecuados’ en otros colegios. Sería un escenario de cazarrecompensas”, alertó.
La República intentó contactarse con el colegio Roosevelt, pero informaron que en su comunicado oficial ya anunciaron la apelación de la sanción ante la Sala Especializada en Protección al Consumidor del Indecopi, segunda y última instancia administrativa. Según Gonzales Cucho, el resultado de esta medida será clave para definir el alcance real de las facultades del Estado frente a los contenidos educativos que no se encuentran en la malla curricular.
En el comunicado del Roosevelt, también se hace énfasis en su ”compromiso con una comunidad que aprende del servicio y valora la diversidad”. Lo cierto es que en el fallo de Indecopi, también se precisa que los 21 libros observados no son obligatorios, y que el colegio tiene un protocolo para la selección y evaluación de los mismos. Además, los padres de familia tienen dos vías de reclamo, si lo considerasen necesario: la restricción de acceso y el recurso de reconsideración. Ambos se gestionan mediante un pedido a las autoridades de la escuela.
Sanción que podría sentar precedente: ¿protección o censura?
Desde el Colectivo Más Igualdad Perú, el abogado Bruno Fernández y la psicóloga Alexandra Hernández coincidieron en que la resolución confunde un procedimiento administrativo con una supuesta afectación psicológica. “El Indecopi no evalúa los libros, sino el proceso de adquisición. Pero de allí deduce un riesgo para la salud mental, lo cual no tiene respaldo técnico ni legal”, explicó Fernández.
El abogado agregó que el problema radica en atribuir consecuencias psicológicas a una omisión formal, sin evidencia causal. “No hay forma de demostrar que no tener un comité haya generado daño alguno. Tampoco que la existencia de uno lo evite. Es un razonamiento débil que puede afectar la libertad educativa”, sostuvo.
Por su parte, la psicóloga Alexandra Hernández subrayó la importancia de abordar este tipo de decisiones con evidencia científica y no con percepciones morales, basados en el llamado ”sentido común”. “Los adolescentes necesitan acceder a información diversa para desarrollar pensamiento crítico. Restringir contenidos sin evaluación técnica refuerza estigmas y limita el aprendizaje emocional”, afirmó.
Hernández considera que la discusión debería enfocarse en acompañamiento y orientación, no en prohibiciones. “Los padres deben participar, sí, pero junto con docentes y profesionales de salud mental. La escuela debe formar una comunidad informada, capaz de dialogar sobre temas difíciles con responsabilidad”, explicó. Para la especialista, el enfoque de salud mental no puede usarse como excusa para excluir representaciones diversas. “La prevención no pasa por eliminar temas, sino por enseñar a entenderlos con herramientas adecuadas”, finalizó.
¿Qué libros serían vetados y por qué?
- Flamer – Mike Curato
- The Perks of Being a Wallflower – Stephen Chbosky
- All Boys Aren’t Blue – George M. Johnson
- Gender Queer: A Memoir – Maia Kobabe
- The Pain Eater – Beth Goobie
- Cheer Up! Love and Pompoms – Crystal Frasier
- The Bluest Eye – Toni Morrison
- Me and Earl and the Dying Girl – Jesse Andrews
- The Way I Used to Be – Amber Smith
- Fun Home – Alison Bechdel
- Seeing Gender – Iris Gottlieb
- A Court of Mist and Fury – Sarah J. Maas
- Sold – Patricia McCormick
- Identical – Ellen Hopkins
- Crank – Ellen Hopkins
- Perfect – Ellen Hopkins
- Glass – Ellen Hopkins
- Fallout – Ellen Hopkins
- Impulse – Ellen Hopkins
- Squad – Maggie Tokuda-Hall
- Felix Ever After – Kacen Callender
En el documento presentado por Indecopi, la parte demandante argumenta que estos libros contienen temas de índole sexual, violencia extrema, abuso de sustancias y contenido que podría ser considerado obsceno o inapropiado para menores de edad. Incluso, existen precisiones por cada título. En el caso de ‘Las ventajas de ser invisible’, libro que cuenta con una adaptación cinematográfica en Netflix, se cita que está ”prohibido en múltiples distritos escolares en Estados Unidos”, además de tocar temas de ”aborto, lisuras y sexo entre adolescentes”. De igual manera, ‘Ojos Azules’, que retrata temas importantes de sexismo y racismo (y cuya autora ha ganado el Premio Nobel de Literatura), es observada por ”dar detalles de violación e incesto”.
Fuentes de la institución educativa cercanas a La República sospechan que existiría un trasfondo político, y que agrupaciones conservadoras han sido promotores de la iniciativa, y que el tema habría sido evaluado y zanjado por el Ministerio de Educación y la UGEL correspondientes. Este medio consultó con el Minedu sobre esta información, y está a la espera de una respuesta.
El presidente de la Asociación de Defensa del consumidor (denunciante), Uben Atoche Kong, fue candidato al Congreso por el partido Contigo (inscrito en reemplazo de Peruanos Por el Kambio). Actualmente, está afiliado al partido Fuerza Moderna, liderado por Fiorella Molinelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social.
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