La Primera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos y contra el Terrorismo formalizó una investigación preparatoria contra el expresidente Ollanta Humala y cuatro exmiembros del Ejército por homicidio calificado (ejecuciones extrajudiciales) y desaparición forzada ocurridos en 1992 en la base militar Madre Mía. La fiscal provincial Marita Barreto Rivera declaró el expediente como complejo y ordenó diligencias que incluyen la recepción de declaraciones de los procesados, entrevistas a familiares, y pedidos de información al Ministerio de Defensa; el plazo de investigación se ha extendido por ocho meses, hasta mayo de 2026.
Según la Fiscalía, los investigados —Tobías Huaringa (alias ‘Huaringa’), Nicanor Guerra (alias ‘Rambo’), Amílcar Gómez (alias ‘Chicho’) y Russel Vela (alias ‘Livio’)— habrían integrado patrullas bajo el mando del entonces ‘capitán Carlos’ (identificado en la investigación como Ollanta Humala), quien desde junio de 1992 comandó al Batallón Contrasubversivo 313 en la base de Madre Mía. El caso abarca hechos especialmente graves: tortura, ejecución con crueldad y desaparición forzada de pobladores de caseríos aledaños al distrito de Santa Rosa de Alto Yanajanca, provincia de Marañón, Huánuco.
Entre los hechos que se investigan figuran el homicidio de Edgardo Isla (25 de junio de 1992) y la muerte de Nemer Acuña en el mismo mes; los restos óseos de ambos han sido recuperados e identificados como parte de las diligencias. La Fiscalía también indaga la desaparición forzada de Luis Izaguirre (25 de junio de 1992, Yanajanca), Nelson Hoyos (5 de junio, La Morada), Hermes Estela (6 de junio, La Morada) y Yander Leandro (23 de septiembre de 1992, Alto Pucayacu). Dado el carácter sistemático de los hechos, la investigación se enmarca en crímenes de lesa humanidad y exige actuaciones con apego a estándares internacionales.
El avance judicial no se entiende sin la dimensión informativa que construyó, durante años, el registro público del caso. Desde la primera exhumación hasta los testimonios recogidos en el proceso, el seguimiento periodístico ha sido un componente clave para preservar la memoria, documentar evidencias y visibilizar las demandas de las víctimas y sus familias. En este terreno, la cobertura del programa Primer Plano de Willax Televisión —dirigida y conducida por el periodista Jaime Chincha— merece un reconocimiento específico por la constancia y profundidad de su trabajo.
PRIMERA EXHUMACIÓN
Jaime Chincha y su equipo de investigación acompañaron el caso con un seguimiento sostenido: documentaron las exhumaciones como la de Edgardo Isla, entrevistaron a familiares como al papá de Nelson Hoyos, y difundieron testimonios como los del sargento ‘Relampago’ José Ponce Ruiz, que ayudaron a sostener la atención pública sobre hechos que durante décadas fueron objeto de olvido o de versiones contradictorias por parte del humalismo.
Su investigación, que permitió la exhumación y que tuvo resonancia pública en junio de 2017, registró los hitos procesales y también las reacciones sociales de las víctimas. El periodismo de investigación de Chincha desplegado desde Primer Plano puso en el centro a las víctimas, procuró la trazabilidad de las pruebas divulgadas y generó un archivo audiovisual para Willax TV que hoy complementa la investigación fiscal.
Con este trabajo periodístico, queda claro una vez más que la convergencia entre la investigación fiscal y la documentación mediática es valiosa cuando ambas vías se nutren de comprobación técnica —peritajes forenses, informes antropológicos, expedientes judiciales— y se sitúan al servicio del esclarecimiento y de la reparación a las víctimas del conocido como ‘capitán Carlos’.
TENGA EN CUENTA
- Edgardo Isla fue exhumado en el centro poblado de Yanajanca, a solo 10 minutos de Madre Mía. Según los pobladores de Yanajanca, Edgardo era un motorista que trabajaba sobre el río Huallaga y, las tropas de la base del ‘capitán Carlos’ lo torturaron el 25 de junio de 1992. Le cortaron las orejas y lo mataron acusándolo falsamente de ayudar a los terroristas a cruzar el río Huallaga el día de la fiesta de San Juan. Su cuerpo fue tapado solo por arbustos; horas después, su madre encontró el cadáver en la cancha de fútbol del pueblo y lo enterró en el mismo lugar.
- Uno de los argumentos de la defensa de Ollanta Humala es que en Madre Mía no hubo solo un ‘capitán Carlos’, sino otros más, y que él no cometió los asesinatos.
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