Nueve de cada 10 peruanos están en un NSE – El reportero andino

La proporción de personas en menores NSE es superior cuando se mira el total nacional: en el Perú, nueve de cada 10 personas están ubicados en los .

Pero, ¿cuáles conforman la mayor parte de la población? El estudio indica que hay dos realidades distintas: la de Lima y la del resto del país, con una brecha que es más marcada en los segmentos inferiores.

Solo en Lima, la cantidad de personas que conforman los NSE D y E representa un tercio de la población, mientras que a nivel país es casi del doble (61.5%).

En Lima, la cantidad de personas que conforman los NSE D y E representa un tercio de la población, mientras que a nivel país es casi del doble (61.5%).

En Lima, la cantidad de personas que conforman los NSE D y E representa un tercio de la población, mientras que a nivel país es casi del doble (61.5%).

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Una de las mayores diferencias se ve en el segmento E, pues en la capital representa apenas un 6.6%, mientras que, a nivel nacional, un 30% de la población se encuentra en ese grupo. Es decir, casi un tercio de todos los hogares peruanos está en la base de la pirámide socioeconómica.

Matías Garber, director del comité de niveles socioeconómicos de la APEIM, precisó que esta diferencia se debe a factores como la concentración de oportunidades en la capital. De hecho, solo Lima concentra alrededor de un tercio de los hogares del país.

Perú no es Lima. Generalmente, donde hay más población es donde hay más desarrollo, oportunidades y esfuerzos del Gobierno por mejorar condiciones y servicios. Aquí hay muchas más oportunidades en términos de ingresos, de movilidad, de emprendimiento, que en otras zonas que concentran una proporción más baja de gente. Tiene que ver mucho también con este centralismo que ocurre en todas partes porque aquí están todos los servicios”, explicó a Gestión.

Mientras en Lima se reportan más empleos formales, servicios, universidades y una oferta económica diversa que impulsa a sus habitantes a tener mejores condiciones socioeconómicas, en provincias se advierte un mayor peso de la y mayores niveles de pobreza.

¿Mejora o se estanca?

, y una reducción de los hogares ubicados en los segmentos bajos, indicó Garber.

Sin embargo, .

Este año, la distribución por niveles socioeconómicos se mantuvo relativamente estable respecto al 2024, con mejoras en el nivel medio alto. En Lima, el NSE B creció 0.7 puntos, mientras que niveles menores cayeron ligeramente. A nivel nacional, el segmento B aumentó 0.6 puntos, mientras que el menor NSE retrocedió en 1% durante el último año.

Para Garber, este comportamiento es positivo porque muestra un movimiento “hacia arriba”, pero señaló que todavía es temprano para hablar de una recuperación contundente en los NSE frente a la tendencia que se tenía previo a la pandemia.

Ahora vemos una situación muy similar al periodo de la pandemia porque esos procesos que venían dándose de fortalecimientos de los niveles medios y altos tuvieron un retroceso entre 2023 y 2024. Ahora, vemos que, de nuevo, empezamos por ese camino de mejoría entre 2024 y 2025, pero todavía es muy incipiente todavía“, resaltó.

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Si bien en los últimos años la estabilidad macroeconómica del Perú ha jugado a favor de estos resultados, el representante de APEIM advirtió que la evolución podría ser más rápida si no existieran factores que frenan el progreso: uno de estos sería la .

Según explicó, los casos de extorsión a comerciantes, transportistas o dueños de pequeños negocios reflejan un entorno que limita la inversión y, en consecuencia, evita que los emprendedores mejoren su situación económica.

Aunque hay una cierta movilidad positiva en la estructura socioeconómica, vemos que el tema de la inseguridad está afectando. Esto impacta mucho el desarrollo de negocios, que son justamente lo que permite a los emprendedores moverse en la estructura socioeconómica”, sostuvo.

Además, Garber apuntó que la necesidad del Estado de destinar recursos a combatir la inseguridad reduce el espacio para programas sociales que podrían impulsar la movilidad de los niveles de NSE.

A la mayoría de limeños solo les queda libre el 18% de sus ingresos luego de cubrir sus gastos básicos, indica un reporte de la APEIM.

A la mayoría de limeños solo les queda libre el 18% de sus ingresos luego de cubrir sus gastos básicos, indica un reporte de la APEIM.

Baja capacidad adquisitiva

El reporte del APEIM calculó que, en promedio, ocho de cada 10 limeños dispone libremente solo del 18% de su mensual. Es decir, la mayor parte de la población solo puede destinar sus ganancias a gastos obligatorios como alquiler, alimentación, vestimenta o educación, y les sobra muy poco para cubrir otras necesidades y compras no esenciales.

Garber precisó que solo en NSE altos, el espacio para gastos libres es mucho mayor. En detalle, el segmento A tiene casi el 50% de su ingreso para libre disposición y el B puede usar alrededor del 35% de su dinero para lo que considere conveniente.

Sin embargo, en los niveles D y E -los medio bajos y bajos- la población puede usar menos de S/ 2 de cada S/ 10 de sus ingresos para la compra de bienes no básicos.

La capacidad de consumo se ve mucho más acotada en la medida en que yo pertenezco a un segmento socioeconómico más bajo. Además, con la informalidad, muchos hogares reciben un ingreso de manera diaria. Entonces, no pueden planificar mensualmente y eso implica que tienen que racionalizar aún más”, comentó.

Asimismo, recordó que existe una limitación para estos NSE en la , pues la tenencia de productos financieros está mayormente concentrada en los segmentos medio-altos y altos.

Las empresas también sienten este efecto de baja disponibilidad de ingresos, señaló Garber: Al ser más reducido el ingreso libre, más acotado es el público para bienes no esenciales, como tecnología, planes de telefonía, entretenimiento o servicios premium. Por ello, muchas marcas deben ajustar su oferta para atender a segmentos que hoy son mayoría en el país.

Mientras el 41% de personas del segmento A está casado, sólo el 16.4% del segmento D lo está.

Mientras el 41% de personas del segmento A está casado, sólo el 16.4% del segmento D lo está.

¿Cómo va el acceso a salud por NSE?

El estudio muestra que el en el Perú está directamente ligada a la estructura de NSE de los hogares.

Actualmente, casi la mitad de la población (48.2%) está afiliada al Sistema Integrado de Salud (SIS), con una elevada concentración en los segmentos más bajos, mientras que un 32.8% forma parte del Seguro Social de Salud (EsSalud) y solo un 2.6% de los peruanos cuenta con el servicio de una Entidad Prestadora de Salud (EPS).

En ese sentido, Garber recordó que los hogares de menores ingresos no pueden destinar parte de su presupuesto a seguros privados, por lo que deben depender del sistema público, que opera con una alta demanda y capacidad limitada.

Asimismo, añadió que esta situación conlleva un riesgo frecuente pues, si un trabajador informal -que vive del ingreso diario- se enferma y no puede salir a trabajar, toda la estructura económica del hogar se puede derrumbar.

Actualmente casi la mitad de la población (48.2%) está afiliada al SIS, con una elevada concentración en los segmentos más bajos.

Actualmente casi la mitad de la población (48.2%) está afiliada al SIS, con una elevada concentración en los segmentos más bajos.

SOBRE EL AUTOR

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres con experiencia en radio, tv, redes sociales y medios impresos. Escribo y hablo sobre economía y finanzas desde el 2020.

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