
El tipo de cambio cerró el último viernes en S/ 3,3770, acumulando una caída de 10,21% en lo que va del año, según informó Robert Abad, FX trader de la casa de cambio digital Rextie. En el plano internacional, el dólar mostró un leve repunte hacia la próxima semana, con el índice DXY rondando los 100,2 puntos y el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ubicándose en 4,16%. En tanto, el precio del cobre retrocedió 4,2% durante la semana, un movimiento que podría seguir generando volatilidad en las monedas de las economías emergentes.
A nivel local, Abad resaltó que los fundamentos macroeconómicos del Perú continúan siendo sólidos, con una inflación interanual de 1,35% y expectativas inflacionarias a 12 meses de 2,19%. Además, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) mantiene reservas internacionales netas por USD 89.757 millones y una posición de cambio de USD 57.454 millones, lo que refuerza la estabilidad del sistema financiero. “El tipo de cambio podría tener un ligero riesgo al alza si el dólar global se fortalece y los metales prolongan su corrección, mientras que el sesgo a la baja prevalecería si continúa la oferta corporativa y las intervenciones del BCR”, señaló el especialista.
La moneda de Perú, el sol, se ha consolidado como la más estable de América Latina gracias a su muy limitada depreciación frente al dólar en los últimos años. Según datos oficiales del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), esta divisa ha tenido la menor caída en su valor entre las monedas latinoamericanas durante este siglo: mientras que países como Brasil, México, Colombia o Chile han registrado pérdidas de entre 70% y más de 200% en sus respectivas monedas, el sol ha sido el que menos se ha depreciado.
Este desempeño responde a una combinación de macrofundamentos sólidos: baja inflación, un banco central autónomo, amplias reservas internacionales —equivalentes a cerca del 28% del PIB al cierre de agosto de 2025— y un superávit comercial sostenido gracias a los altos precios de los minerales que exporta el país. Todo ello ha generado un entorno de confianza que favorece al sol como refugio regional frente a otras monedas menos estables.

El euro ha estado perdiendo terreno frente al dólar estadounidense, en parte por la debilidad en la zona euro. El tipo de cambio EUR/USD se ha retirado desde aproximadamente 1,19 hasta alrededor de 1,15, y algunas previsiones han reducido su estimación para finales de 2025 a cerca de 1,18.
Las razones de esta caída son diversas. Por un lado, la zona euro muestra indicadores económicos que generan dudas: la brecha entre el crecimiento y las expectativas sigue siendo amplia, y aunque los datos de exportaciones y el superávit por cuenta corriente evidencian cierta resiliencia, ese impulso parece insuficiente para revertir la tendencia bajista. Por otro lado, el dólar se ha visto respaldado por una postura más prudente de la Reserva Federal de Estados Unidos ante nuevos recortes de tipos de interés, lo que fortalece la moneda estadounidense y reduce el atractivo de alternativas como el euro. La Fed, tras su reunión de octubre, mostró señales menos agresivas respecto a una posible flexibilización monetaria, lo que incrementó la confianza en el dólar.
Desde el punto de vista técnico, el par EUR/USD ha roto soportes clave y ha mostrado vulnerabilidad incluso por debajo del nivel de 1,15 en algunos momentos. La zona de 1,1500 se considera un punto de defensa importante para el euro; si no logra sostenerlo, podría dirigirse hacia niveles más bajos, alrededor de 1,1344 o incluso menos.
A pesar de la caída, no todo es negativo para la moneda europea. El hecho de que el dólar también muestre signos de debilidad, debido a factores como la paralización del gobierno estadounidense o las menores expectativas de subidas de tipos, da cierto margen al euro para estabilizarse o incluso recuperarse a corto plazo.

Las proyecciones del mercado sobre el comportamiento del tipo de cambio apuntan a una moderación en los próximos años, según los resultados más recientes de la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Para fines de 2025, los participantes del sondeo prevén que el dólar fluctúe entre S/ 3,40 y S/ 3,50, una cifra menor a la estimada en mediciones previas.
De cara al 2026, los pronósticos ubican la cotización entre S/ 3,50 y S/ 3,60 por dólar, mientras que hacia el 2027 se anticipa un leve repunte, con valores que oscilarían entre S/ 3,60 y S/ 3,65. Estas variaciones sugieren una percepción de mayor equilibrio en el mercado cambiario nacional y un contexto externo más propicio para el sol.
El recorte más fuerte provino de los analistas económicos, que ajustaron su previsión para el cierre de 2025 de S/ 3,60 a S/ 3,40, y para 2026 estiman un nivel de S/ 3,50. En el ámbito financiero, las proyecciones también se suavizaron: el estimado para 2025 bajó de S/ 3,56 a S/ 3,50, manteniéndose en S/ 3,60 para el año siguiente.
