Sandra Medrano es una paciente oncológica que fue víctima de robo en las instalaciones de la Clínica Ricardo Palma. Al encontrarse en proceso de recuperación luego de una intervención quirúrgica, desconocidos ingresaron a su habitación y se apoderaron de su billetera, celular y tarjetas y, además, le vaciaron todas las cuentas, las cuales contenían el costo de sus próximas operaciones contra el cáncer, según un informe realizado por Día D.
La lucha constante de Sandra en la Clínica Ricardo Palma
“Al principio no lo crees, al principio existe esta negación de que se pueden estar equivocando, de que de repente no es tan grave, pero cuando el doctor ya te dice que si no inicias tratamiento, te quedan tres meses de vida, el mundo se te viene abajo”, mencionó Sandra a Día D, respecto a cómo se enteró de su enfermedad. Además, reveló entre lágrimas que le había pedido a Dios que le de al menos 10 años más de vida para acompañar a su hijo durante su formación y que “no se quede sin su mamá”.
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El cáncer no solo se seguía aferrando a su cuerpo a pesar de cumplir con sus tratamientos oncológicos, sino también, a sus emociones y su economía. Vendió su auto, sus pertenencias y se endeudó con tarjetas para costear sus tratamientos y medicamentos, y en octubre del 2024, se sometió a una mastectomía radical bilateral.
“Me sacan los ovarios por recomendación del doctor, también había que sacar el útero, pero eso no lo cubría la clínica. Esa operación costaba como 35.000 o 45.000 soles”, comentó para el mencionado medio. Sin embargo, logró recolectar el dinero junto a su esposo y operarse un mes después, en noviembre del 2024, retirándose así, los ovarios.
“Ellos no se han contactado conmigo”, afirma luego del robo en instalaciones de la Clínica Ricardo Palma
Tras un año de quimioterapias, radioterapias y diversos análisis, regresó al quirófano para retirarse los expansores mamarios a mediados de octubre y, además, se le programó una histerectomía semanas después. Para la primera operación, Sandra comentó que llegó a la clínica junto a su esposo con el monto correspondiente en dólares, sus teléfonos, tarjetas y dinero adicional que recolectó a través de una pollada.
Luego del proceso, le brindaron una pastilla para dormir y no despertó hasta el día siguiente, y si bien todo transcurrió con normalidad durante la madrugada, el problema surgió justo al amanecer. Su esposo, quien la acompañaba, se disponía a salir a trabajar, pero se percató que tanto sus teléfonos como sus billeteras habían desaparecido.
Contactó a su banco vía telefónica para bloquear sus tarjetas y explicó su situación, y luego de efectuarse el proceso correspondiente, consultó si aparecía algún movimiento reciente. La respuesta fue afirmativa, se habían realizado tres transferencias a nombre de una persona desconocida, alrededor de las 5:00 a. m.
Indignada, comentó que se contactaron con la clínica para solicitar toda la información posible, al igual que las cámaras de seguridad del área. “Me dijeron que no me preocupe, que no me van a dejar sola. Ellos tienen una agencia de seguridad que es la que tiene que hacerse responsable, no ellos. Ellos no se han contactado conmigo”, añadió en la entrevista para el canal de ATV.
Durante el tiempo en que guardaba reposo, su esposo se presentó ante la Policía Nacional del Perú (PNP) para formalizar la denuncia correspondiente. Sin embargo, un día después, recibió un alta médica express sin motivo.
“No me dicen quién entró, cómo entró, por dónde salió”, afirma paciente oncológica frente a robo en Clínica Ricardo Palma
Las tres transferencias realizadas ocurrieron el día 15 de octubre a las 04:42 a. m., 05:07 a. m. y 05:35 a. m., con montos de 900, 1.400 y 2.489 soles, respectivamente, pero todas destinadas a la cuenta de BBVA de Omar Anthony Sarria Miranda. En el informe de Día D se indica que la defensa lo considera como sospechoso principal, ya que luego del robo, varios de los contactos de Sandra recibieron mensajes de alguien que se hacía pasar por ella para pedir dinero a una cuenta de Plin con el nombre de “Omar Sarria”.
Junto a Día D, Sandra volvió a aproximarse a la clínica, pero esta vez, en búsqueda de respuestas. Luego de haber mantenido una reunión de una hora con ella, solo le reconfirmaron la operación que tendría semanas después. No obstante, para ella no fue una respuesta contundente. “¿Y luego con qué pago? Yo ya no tengo qué vender, se llevaron todos los ahorros dentro de su clínica. No hay un solo responsable. No me dicen quién entró, cómo entró, por dónde salió, si alguno de los enfermeros, técnicos, vigilantes tienen algo que ver o sospechan, al menos. ¡Nada!”, comentó.
Postura de la Clínica Ricardo Palma ante el robo ocurrido en sus instalaciones
La República se contactó con la Clínica Ricardo Palma para escuchar su descargo ante la situación. Sin embargo, tras una semana de espera y hasta el momento de la publicación de esta nota, aún no se obtiene respuesta.
