Los trabajadores del despacho de Lucinda Vásquez, congresista de Juntos por el Perú – Voces del Pueblo – Bloque Magisterial que fue captada haciendo que le corten las uñas de los pies en su despacho, defendieron su actuar y aseguraron que actuaron así por un tema “humano”.
“Estas acusaciones son totalmente falsas”, dijo a RPP Edward Rengifo, extrabajador del despacho de Vásquez que fue fotografiado cortándole las uñas del pie izquierdo a la parlamentaria, algo que aseguró hizo solo porque “tenía una dolencia en el pie”.
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“¿Qué acción tomaría si usted viera a una persona que está cojeando, que tenga ciertas molestias? Uno, por empatía, por un tema de humanidad, lo que hace es acercarse y preguntar qué es lo que tiene”, agregó.
Rengifo reconoció que el reglamento parlamentario impide que ejerzan labores que no estén vinculadas al funcionamiento del Congreso, pero insistió que no fue obligado y no lo consideró como algo denigrante o por “patería”.
“La auxilié en ese instante hasta que se pueda ir al tópico porque está como a 500 metros. Es ahí donde justamente toman esa fotografía sin mi consentimiento (…) A veces no se te viene a la cabeza (que pueda ser denigrante), lo que quieres es auxiliar para que esa persona pueda acudir a un profesional”, aseveró.
Los otros dos trabajadores que fueron captados haciendo labores domésticas también negaron haber sido obligados, pese a que uno de ellos se le vio cocinando en la casa de Lucinda Vásquez, mientras que el otro estuvo lavando y sirviendo cosas en la cocina cerca del despacho de la parlamentaria.
“Me convocó a su departamento para tratar temas dl despacho y al llegar, con un trato cordial que tenemos siempre, ‘Amigo, ya has tomado desayuno?’, ‘Todavía’, ‘Entonces abajo está el maestro Lucho’, que es el esposo, ‘ahí prepárese algo para que coma’ y de ahí continuamos para trabajar”, relató Willer Sajami Collante, actual asesor y también fotografiado licuando un jugo y pelando huevos en el domicilio de Vásquez.
“En ningún momento, y espero que lo demuestren, un solo segundo donde le estoy sirviendo a la congresista (…) Eso fue lo único, agarré, preparé mi jugo, cociné dos huevos y un par de panes”, reiteró.
Luis Ángel Llaguento Heredia, otro trabajador de Lucinda Vásquez, también dijo que se estaba “desvirtuando el contexto” para perjudicar la imagen de la legisladora y su propia imagen.
“Se ha dado un sesgo sensacionalista (…) Ahora es delito servirse un vaso de agua, un café, y en un horario de receso, no en horario laboral en absoluto”, explicó.

