De repartir ají amarillo en Barcelona a – El reportero andino

Lo que comenzó en una furgoneta en las calles de Barcelona, hoy factura cerca de 12 millones de euros anuales y distribuye productos peruanos a más de 30 países. La historia de Giovanni’s Import, antes conocida como Titán Aliment, es también la historia de una herencia, una migración y una convicción: que lapuede conquistar el mundo.

En el 2008, tras el fracaso de varios negocios en el Perú, Giovanni Napurí decidió empezar de nuevo en España. Se instaló en Barcelona y descubrió que, pese al creciente número de peruanos, no existía una red de importación de productos de ‘añoranza’ (cerveza Pilsen o gaseosa Inca Kola) y ‘necesidad’ (ají amarillo o maíz morado). Así nació Titán Aliment, con una misión sencilla pero potente: llevar el sabor peruano a cada mesa peruana en Europa.

Newsletter exclusivo para suscriptores

Maro Villalobos

“Mi padre comenzó vendiendo desde una furgoneta, recorriendo restaurantes y discotecas peruanas. Hoy tenemos presencia en más de 30 países”, recuerda Vincenzo Napurí, actual CEO y heredero del negocio.

El crecimiento fue paulatino, impulsado por el boom de la gastronomía peruana en el extranjero. “Cuando Gastón Acurio puso a Perú en el mapa, nosotros nos convertimos en sus distribuidores. Siempre hablamos más con el cocinero que con el dueño del restaurante, porque nuestro trabajo es entender qué necesita para que su plato sea perfecto”, explica Napurí.

En el 2021, mientras Titán se consolidaba con una facturación anual de entre 2 y 3 millones de euros, Giovanni Napurí le reveló a su hijo que padecía leucemia y que el negocio estaba listo para pasar a la siguiente generación. Vincenzo, entonces banquero en un banco privado israelí, dejó el mundo financiero para asumir el legado familiar.

Giovanni Napuri

Giovanni Napuri

Tras el fallecimiento de su padre en el 2022, creó Giovanni’s Import, una nueva estructura empresarial que reúne los contratos con las principales marcas peruanas y que busca expandirse. “No fue fácil dejar la banca, pero fue sencillo entender que esa era mi razón en el mundo. Mi padre me enseñó el valor del trabajo y de nuestras raíces peruanas. Hoy soy embajador gastronómico y eso me llena de orgullo”, asegura.

Giovanni’s Import ha multiplicado por cuatro la facturación que tenía Titán Aliment. Desde sus centros logísticos en Madrid y Barcelona, cuenta con una flota de furgonetas que abastecen a restaurantes, cadenas y distribuidores en Europa y otras regiones. En paralelo, Napurí contó que cada 30 – 40 días viaja al Perú para negociar directamente con agricultores, asegurar la calidad de los productos y controlar la cadena logística.

“Necesito garantizar el mejor precio y calidad. Si el grano o el ají no se humidifican bien antes de embarcar, se pierde el producto. Por eso sigo cada detalle del proceso”, detalla.

Titán Aliment

Titán Aliment

Además de sus operaciones en España, Giovanni’s Import ha extendido su distribución a Colombia, Israel, Ucrania y Brasil, con una proyección de crecer entre 20% y 25% anual. La empresa ya prepara una ronda de inversión Serie A para fortalecer su expansión por Europa y Latinoamérica.

Pero más allá de los números, Vincenzo Napurí resalta el propósito que mueve su empresa: posicionar la materia prima peruana como la despensa del mundo. “Nuestra tierra es única. Queremos que el ají amarillo o el maíz morado no sean solo productos de nostalgia, sino ingredientes universales en las cocinas del mundo”, afirma.

Vicenzo Napurí

Vicenzo Napurí

By admin

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *