El X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) empezó el martes 14 y acabó este viernes 17 de octubre. Se trata de uno de los eventos culturales más importantes para el imaginario cultural en español, cuya presente edición se desarrolló en la ciudad de Arequipa. Recordemos que, en principio, el CILE se iba a realizar en marzo de 2023; sin embargo, el contexto de las protestas por la llegada de Dina Boluarte al poder a inicios de ese año, hizo que esa edición del CILE se fuera a Cádiz.
La presente edición, como bien lo indicó el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, a La República, está dedicada a Mario Vargas Llosa. Para la inauguración de este evento, se tuvo al rey Felipe VI de España. El contexto en que se desarrolló este X CILE, también vino signado con protestas que nacen del hartazgo de la población ante la inutilidad de nuestras autoridades, específicamente en materia de seguridad ciudadana.
Los interesados pueden ver todas las actividades del X CILE por YouTube y otras plataformas. Las actividades, según nuestros reporteros, se desarrollaron dentro de lo normal, pero cuando se dice normal, nos referimos a una posible inestabilidad de la dinámica, la cual no estaba ligada a los eventos sociales de las últimas horas, sino a sucesos provenientes desde las propias entrañas del CILE, que es organizado por el Instituto Cervantes, la RAE y el país anfitrión.
El pasado jueves 9 de octubre, a menos de una semana de comenzar el X CILE, Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, en un desayuno informativo del Foro de la Nueva Comunicación en Madrid, dijo sobre Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, institución que “está en manos de un catedrático de Derecho Administrativo experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias. Eso, personalmente, crea unas distancias”.
Un día antes del estallido de la bomba (que lo es), La República había entrevistado a Santiago Muñoz Machado. Las declaraciones, hasta ese momento, de García Montero no existían. Pero el descargo de Muñoz Machado vino pocas horas después mediante un comunicado de la propia RAE, que La República recibió.
“El pleno ha acordado por unanimidad manifestar su absoluta repulsa por las incomprensibles manifestaciones del señor García Montero, por completo desafortunadas e inoportunas en la víspera del comienzo del X CILE. Esta es una ocasión fundamental para la cultura y la lengua españolas, que reúne representaciones de todas las naciones hispanohablantes, que el director del Instituto Cervantes ha enturbiado con sus declaraciones”, reza parte del comunicado.
Es un asunto mayor que pasó desapercibido para la prensa cultural peruana y la intelectualidad virtual que opina de todo, pero de algunas cosas, extrañamente, no (la porosidad de nuestro circuito cultural es poderosa). Ese asunto mayor, basta ver el peso de sus protagonistas, se dio en Perú, en el CILE de Arequipa dedicado a nuestro escritor mayor, Mario Vargas Llosa.
Los principales medios de España no fueron ajenos. “Tiene vocación de burócrata, como la mayor parte de comunistas que yo conozco. Es un poeta menor, agradablemente menor, pero faltón; chiquito, pero faltón”, escribió sobre García Montero el escritor Álvaro Pombo en su columna, del 12/10, en ABC. “La RAE y el Instituto Cervantes vuelven a escenificar sus tensiones en el Congreso de la Lengua Española, en Perú”, dice un titular de RTVE. En Arequipa, el pasado lunes 13, en la conferencia de prensa, último retoque a la inauguración del X CILE, se “confirmó el cortocircuito” entre ambas autoridades.
Veamos. Sobre la IA: “Mañana se va a hablar con más autoridad de lo que podemos hacerlo nosotros, que no somos especialistas”, dijo el director de la RAE. “Me atrevo a aclarar que yo sí soy especialista, porque soy filólogo y estudio estos temas”, replicó el director del Instituto Cervantes”.
El X CILE inició sus actividades con esta tensión. Arturo Pérez-Reverte, vía su cuenta X, dijo lo siguiente, el 15/10, de ese enfrentamiento nada oculto:
“Es sencillo de explicar: la incompetencia de los sucesivos ministros de Exteriores, en especial del último, nos ha hecho perder la América hispana. El único vínculo de prestigio diplomático que aún se mantiene con ella, gracias a la RAE, es la lengua española. Exteriores, a través de su mediocre y paniaguado director del Cervantes (criatura de Albares) pretende meter mano ahí también; colonizar el ámbito natural de la RAE abriéndose paso a codazos para protagonizar la fotografía. Y a ser posible, de cara al futuro próximo, prepararse para controlar también la Academia, si se le permite hacerlo. O sea, ponerla a su servicio y contaminarla como han hecho con todas las instituciones españolas. Lo que se traduce, en el caso que nos ocupa, de una siniestra mezcla de egos revueltos y mala fe”.
Pero el 14/10, a García Montero se le otorgó el premio Blanquerna 2025, vía la Generalitat de Cataluña, por ser «difusor de la literatura catalana, como poeta, crítico y profesor, así como su compromiso con todas las literaturas del Estado desde la dirección del Instituto Cervantes, un puente para fomentar el diálogo entre todas las culturas españolas en una apuesta por la diversidad».
Esta historia tiene varios componentes que la hacen atractiva y como tal genera varias lecturas. De las citas incluidas, se tiene la representación política de los enfrentados, el ego de escritor (ambos son autores con trayectoria) y el discurso ideológico que rige a las instituciones en la actualidad. Vistas de lejos, las dos son entidades culturales muy fuertes.
En La República hemos entrevistado, previo al X CILE, a Luis García Montero y Santiago Muñoz Machado. Ambas entrevistas dieron luces de lo que sería el X CILE. No obstante, sí llama la atención lo siguiente: hubiera sido más saludable que García Montero expusiera sus críticas en su momento y no a nada del comienzo de las actividades del X CILE. Al final, lo que importa, el evento no se vio afectado en su dinámica. Pero bulla, sí hubo.
Había, pues, que contar esta parte de la historia. La carne viene con hueso.