Según explicó Paredes Yataco, la medida se da debido al vencimiento del convenio que sostenía el INPE y la Marina de Guerra del Perú. Tras haber concluido el 12 de agosto pasado, se otorgó una última prórroga del mismo hasta enero de 2026, sin posibilidad de una nueva ampliación. Ante ello —agregó— se viene acondicionando un ambiente especial en el penal Ancón II, donde serían trasladados.
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“Hace un mes ya venció el convenio. Lo que se ha hecho es renovar con la Marina hasta el 12 de enero del 2026. Es el último día en que van a estar los cuatro internos que se encuentran en la Base Naval. Y de ahí nosotros procederemos. Ya estamos haciendo los trámites, los informes finales, para que ellos sean trasladados al establecimiento penitenciario de Ancón II”, expresó Paredes a RPP.
Al ser consultado sobre los motivos por los que no se renovará el convenio, Paredes evitó brindar mayores detalles aduciendo que se trata de una información reservada. “No podría manifestar quiénes son los que no quieren o por tal motivo; es un tema muy reservado”, aseveró.
Sin embargo, aseguró que el INPE, en el nuevo espacio que está en proceso de adecuación, garantizará que los internos “estén bajo máximas condiciones de seguridad”, como ocurre actualmente en la Base Naval del Callao y en donde se efectúa un régimen estrictamente especial por temas de seguridad nacional.
“Se va a redoblar la seguridad, se está haciendo ambientes especiales para ellos, se está acondicionando. No es de que vamos a ir y a los cuatro internos los vamos a poner en un ambiente. No, se está acondicionando la infraestructura, también la seguridad, estamos en eso”, dijo Paredes. Antes del 12 de enero —mencionó— el nuevo espacio se encontrará listo “y procederemos al traslado”.
Al cierre de este reportaje, la Marina de Guerra no se pronunció.
La historia del centro de reclusión y sus inquilinos
El centro de reclusión de la Base Naval del Callao fue construido en la década de los 90’s con el propósito principal de albergar a cabecillas de organizaciones terroristas. Justamente, fue inaugurado por el sanguinario cabecilla de Sendero Luminoso (SL) Abimael Guzmán Reinoso, quien fue internado en sus instalaciones el 3 de abril de 1993, tras su captura, y permaneció allí hasta su muerte en septiembre de 2021.

En 1993, el cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, fue trasladado a la Base Naval del Callao. (Fuente: Archivo El Comercio)
En agosto de 2001, durante el gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo, se emitió el Reglamento del Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao (CEREC), con el objetivo de regular jurídicamente el régimen de los “internos civiles de alta peligrosidad” que allí yacían “por estrictas razones de seguridad nacional”.
Además de Montesinos, el otrora asesor de Inteligencia del exmandatario Alberto Fujimori, se encuentran recluidos en la actualidad Víctor Polay Campos, cabecilla de la organización terrorista MRTA; Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’, cabecilla de SL; Florindo Eleuterio Flores-Hala ‘Artemio’, cabecilla del comité del Huallaga de SL.

A lo largo del tiempo, también han desfilado por sus instalaciones los emerretistas Peter Cárdenas Schultz y Miguel Rincón Rincón. En abril del 2012, fue internado también Antauro Humala, cabecilla del ‘Andahuaylazo’, tras sus recurrentes faltas disciplinarias. En mayo del 2016, también se trasladó a la Base Naval del Callao a Gerson Aldair Gálvez Calle, alias ‘Caracol’.
Recluidos en la Base Naval del Callao
Así lo informó El Comercio
1
Vladimiro Montesinos
Junio de 2001
El jueves 28 de junio de 2001, a las 2:01 a.m., el exasesor del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) Vladimiro Montesinos es recluido en la Base Naval del Callao. Esto luego de ser capturado en Venezuela y traído a Lima. El 25 de agosto del 2021, el entonces presidente Pedro Castillo anunció su traslado al penal de Ancón II tras un cambio normativo. El 21 junio de 2022, luego de declararse fundado un hábeas corpus a su favor, fue devuelto al CEREC del Callao.
2
Víctor Polay Campos
Abril del 1993
El lunes 26 de abril de 1993, a las 2:30 p.m., el cabecilla del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) Víctor Polay Campos ‘Rolando’ fue internado en la base del Callao. En aquella ocasión, también fue recluido Peter Cárdenas Shulte ‘Alejandro’, otro integrante de la organización terrorista. Ambos fueron sacados del penal de Yanamayo, ubicado en Puno, donde permanecieron recluidos luego de ser capturados en 1992.
3
Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’
julio de 1999
La madrugada del 14 de julio de 1999, Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’ fue capturado por un destacamento de 20 efectivos militares en el camino que une los caseríos de Vilcacoto y Cochas, a escasos kilómetros de Huancayo. Con su captura, se descabezó a la facción más radical de Sendero Luminoso, denominada también Sendero Rojo.
Mes y medio después de su captura, ‘Feliciano’ fue sentenciado por un tribunal militar, que dispuso que el cumplimiento de su condena a cadena perpetua sea en la Base Naval del Callao.
El 13 de junio del 2006, en el fuero civil, la Sala Penal Nacional impuso en su contra una condena a 24 años de prisión al colaborar con la justicia y dar detalles de la organización terrorista.
4
Florindo Eleuterio Flores Hala ‘Artemio’
Febrero de 2012
El 12 de febrero de 2012 fue capturado en el valle del Alto Huallaga Florindo Eleuterio Flores Hala ‘Artemio’, considerado el cabecilla máximo del Comité Regional del Huallaga de Sendero Luminoso. Días después, el 27 de febrero de ese año, fue trasladado de la sede de la Dircote de la PNP a la Base Naval del Callao en medio de extremas medidas de seguridad. En junio de 2013, es condenado a cadena perpetua por cargos de terrorismo, narcotráfico y lavado de activos.
Puntos de vista
“Es absolutamente contraproducente”, dijo a El Comercio el exministro de Justicia, Juan Jiménez Mayor. Remarcó que el Perú vive un hacinamiento carcelario con más de 100.000 internos y un deterioro del sistema, lo que hace de esto una situación realmente crítica.
“Tenemos un hacinamiento de más del 140% en las cárceles peruanas. No podemos darnos el lujo de cerrar ningún centro penitenciario en el Perú”, aseveró. Agregó que, al tratarse de internos de alta peligrosidad, podría inclusive afectarse la capacidad de albergue de los centros penitenciaros a los que se les traslade e, incluso, requerir mayor personal del INPE, que ya de por sí es limitado.
“A todas luces es un anuncio que es contraproducente por donde se le mire: por la situación de seguridad en general de los centros penitenciarios, va a debilitarla; y esto no va a garantizar la seguridad de estas personas”, aseveró.
Justamente, el exjefe del INPE César Cárdenas comentó que los internos de la Base Naval del Callao están en un régimen especial de seguridad por la alta peligrosidad de su comportamiento delictivo, un régimen que ya fue validado por el Tribunal Constitucional.
En esa línea, dijo que por el perfil los internos deberían ir, como mínimo, al penal Ancón I. Hacerlo al centro de Ancón II “no parece ser lo más prudente”, remarcó. No se trata solo de espacios -agregó- sino del cumplimiento de un régimen estricto “que no puede aplicarse en otros penales del país”. Recordó que el propio jefe del INPE había anunciado hace unos días que se estaba evaluando recluir a Erick Moreno Hernández, conocido como ‘Monstruo’, en la Base Naval.
“Los temas de no contacto con otros internos, restricción legítima de comunicaciones y visitas, control permanente. Eso va a ser muy difícil que lo cumplan en Ancón II, que está diseñado para otro tipo de internos del régimen ordinario y, por lo mismo, la infraestructura responde a ello”, incidió Cárdenas en comunicación con El Comercio.
Por su parte, el exjefe del INPE Wilfredo Pedraza refirió que desde hace años se ha tratado de que el convenio culmine a solicitud de la Marina de Guerra. Esto –dijo- es entendible pues realizan una actividad ajena a su finalidad.
“Sin embargo, la idea era tener una alternativa razonable, similar, que lamentablemente no se ha construido hasta ahora. Por ello, por ahora no resulta viable prescindir de ese apoyo, pues el INPE no tiene personal ni la infraestructura idónea para ello. Son tiempo de violencia exacerbada y por ello, no es el mejor momento”, Pedraza afirmó a este Diario.
Por otro lado, el exjefe del INPE Leonardo Caparrós comentó que el CEREC representaba “un dolor de cabeza estatal” hace varios años, pues la Marina de Guerra no quería que se encuentre dentro de sus instalaciones. En ese contexto, Caparrós ve saludable que el INPE asuma esta tarea de una vez.
“Si se ponen las condiciones adecuadas, es un reto que al INPE ya le tocaba asumir y que iba a hacerlo tarde o temprano, pues la Marina hace mucho tiempo que están pidiendo que salga. Se hubiera preferido que sea Ancón I, pero sino Ancón II con los cambios que hagan para aislar más a estas personas puede cumplir”, puntualizó.