Un escenario caótico se viene apoderando de la Vía Expresa Sur en determinados momentos del día luego de que el último lunes 22, se habilitara el tránsito en su primera etapa, que comprende las dos pistas principales que recorren los 5 kilómetros en ambos sentidos. De acuerdo con los reportes de los vecinos de la zona y según pudo comprobar El Comercio, el tráfico y la congestión se apodera de los cruces en horas punta. Esto, sin contar el ruido y la falta de señaléticas y semaforización vial para la seguridad de peatones y choferes en algunos puntos.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Si bien la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) inauguró la primera etapa de la Vía Expresa Sur el martes 11 de setiembre, dio un plazo aproximado de 10 días, según dijo, para poder concluir con los ajustes necesarios que un proyecto de este tipo requiere. No obstante, aun sigue habiendo críticas por tratar de inaugurar por fases dicha obra.
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Por su parte, la Empresa Municipal de Apoyo a Proyectos Estratégicos S.A. (Emape) ha informado que el inicio del paso de vehículos por la pista principal de la Vía Expresa Sur será progresivo mientras culmina con las labores de semaforización y señalización.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Esta obra conectará a los distritos de Barranco, Surco y San Juan de Miraflores a través de la avenida Paseo de la República, y hará posible la interconexión de la Vía Expresa Luis Bedoya Reyes (desde el Centro de Lima) con la Panamericana Sur en tan solo 30 a 40 minutos. Asimismo, contará con tres carriles en cada sentido, lo que buscará que el tránsito sea más fluido hacia la zona sur de la capital.
El drama de cruzar la Vía Expresa Sur
En un recorrido por la Vía Expresa Sur, de extremo a extremo, comenzando a la altura de República de Panamá y terminando cerca a la avenida los Próceres, El Comercio pudo comprobar que se viene generando tráfico y congestión vehicular en ciertos cruces del corredor vial.
Por ejemplo, al llegar a Paseo de la Castellana, el equipo de este Diario se demoró unos cuantos minutos en atravesar este cruce, ya que a esta altura los vehículos se acumulan, tanto los que van por la Vía Expresa Sur como los que quien cruzar transversalmente la vía. Fueron aproximadamente 6 minutos lo que tardamos en cruzar.

Al llegar a Paseo de la Castellana, el equipo de este Diario se demoró unos cuantos minutos en atravesar este cruce. (Foto: Antonio Melgarejo)
Lo mismo sucedió al llegar al cruce con Ayacucho, donde nos esperaba otra pequeña congestión. Cabe mencionar que según han reportados los vecinos y algunos conductores, este escenario se agudiza en horas punta. La presencia de fiscalizadores trata de agilizar el tránsito, sin embargo, la cantidad de unidades que pugnan por pasar y la bulla que generan hace pasar un mal rato a quien circula por ahí.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Asimismo, se observó que por el momento los vehículos solo transitan por la vía principal en sentido sur a norte (y no de norte a sur), aunque solo hasta la altura del cruce con La Merced. En este punto los autos son desviados hacia la vía auxiliar debido a las obras que aun se vienen culminando en las primeras cuadras de la Vía Expresa Sur. En el caso de las vías auxiliares, estas sí se viene utilizando en ambos sentidos.

El Comercio pudo comprobar que se viene generando tráfico y congestión vehicular en ciertos cruces del corredor vial. (Foto: Antonio Melgarejo)
En cuanto al estado de la pista principal, El Comercio pudo comprobar que esta luce asfaltada, aunque en algunos tramos cortos, sobre todo cerca a la Panamericana Sur y en ciertos cruces de Surco, falta rellenar algunos espacios con asfalto.
Si bien a diferencia de días anteriores, ya se observan algunas separaciones de carriles o límites de velocidad, aun hay tramos que carecen de estas, así como de señales horizontales. Tampoco se observa que algunos semáforos instalados no están operativos, por lo que fiscalizadores y policías dirigen el tránsito.
Otro pendiente que se pudo detectar es la falta de veredas para peatones en algunos tramos de la Vía Expresa Sur, sobre todo entre las avenidas Surco y Próceres. Del mismo modo, el tramo central luce aun con acumulaciones de montículos de tierra en alguno sectores.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Vecinos y expertos opinan

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Pilar Marchena, quien vive cerca del cruce de Paseo de la República con avenida Ayacucho, contó a El Comercio que para ella el estado actual del proyecto es “una trampa mortal”, pues se ha inaugurado la primera etapa pese a no haber alumbrado público, veredas, pasos claro para autos ni para peatones, señaléticas y tampoco semáforos completamente operativos. A ello le añadió la falta de una ciclovía.
“Yo he intentado cruzar la pista en estos últimos días y la verdad es una odisea a pesar que hay fiscalizadores municipales que están dirigiendo el tránsito. Es posible que se produzca una ola de accidentes en los siguientes días”, expresó.

El último lunes, se habilitó el tránsito en la Vía Expresa Sur, en su primera etapa. (Foto: Antonio Melgarejo)
Por su parte, Luis Torres, otro vecino que vive justo al frente de la Vía Expresa Sur, indicó que al tratarse de una obra que aun no está concluida, viene generando una serie de problemas que afecta directamente a los vecinos de Paseo de la República: la falta de señalización, los altos niveles de ruido y la congestión vehicular.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
“Los accesos a la vía no están claramente definidos. La gente podía cruzar directamente a través del parque. Ahora se hacen por las esquinas, lo que es un problema porque el tráfico se ha multiplicado. Se hace difícil pasar“, señaló.
Si bien los vecinos vienen reclamando por una serie de afectaciones, también reconocen la necesidad de una obra de este tipo para Lima. Ellos solicitan a las autoridades que tomen en cuenta sus observaciones y hagan las correcciones oportunas en el breve plazo.

Escolares tienen que cruzar por cúmulos de tierra y restos de árboles para llegar a sus colegios. (Foto: Fernando Sangama)
Por su parte, Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, dijo que esta obra es de suma importancia para la ciudad, por lo que lamentó que su realización haya sido relegada desde hace décadas. “Es muy beneficioso que el Metropolitano vaya por esa vía hacia el sur, y creo que es importante que esté interconectada tanto con la Línea 1 de Metro, como con los otros servicios“, manifestó.
En tanto, Roberto Vélez, gerente general de la asociación A Movernos, declaró a El Comercio que la Vía Expresa Sur ha sido ejecutada de manera apresurada y sin un estudio de viabilidad, lo que ocasionó problemas de señalización y semaforización en un primer momento.
“Cuando uno ejecuta una obra de este calibre, la norma pide un estudio de viabilidad que determina la semaforización, límites de velocidad, densidad e intervalos entre vehículos, obras de accesibilidad, etcétera”, expresó. En esa línea, Vélez considera que la obra no es una vía expresa, debido a que no cuenta con pasos a desnivel.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
¿Qué seguirá después?
Tras la inauguración de esta primera etapa de la Vía Expresa Sur, lo que sigue en una segunda fase es la construcción de los intercambios viales en al menos 7 cruces: República de Panamá, Paseo La Castellana, Ayacucho, Surco, Juan Soto Bermeo, Los Próceres y Panamericana Sur.
Cabe mencionar que un intercambio vial es una estructura que permite que dos o más vías se crucen de forma segura y eficiente, separando los vehículos en diferentes niveles para así garantizar un flujo de tráfico continuo, sin semáforos ni señalizaciones.
Un punto estratégico que se realizará en la segunda etapa será el nuevo terminal Atocongo. Este espacio permitirá articular el transporte público masivo con la nueva infraestructura vial, fortaleciendo la red de movilidad en el eje sur de la ciudad. Por ello, el 8 de setiembre, la MML demolió una parte del antiguo terminal Atocongo, paradero de buses con más de 60 años de funcionamiento.

La primera etapa concluida comprende las dos pistas principales que recorren 5 kilómetros en ambos sentidos.
Por otro lado, ya en una tercera etapa, se ha previsto la construcción de un separador central de 17 metros destinado a un futuro corredor del Metropolitano, con estaciones y servicios express. Esta será la última etapa de ejecución.
“Avanzaremos con los intercambios viales y dejaremos listo el corredor central que permitirá extender el Metropolitano hacia el sur, conectando la estación Plaza de Flores del Metropolitano con la estación Atocongo de la Línea 1 del Metro de Lima”, detalló Pablo Paredes, presidente del directorio de Emape.
La Municipalidad de Lima anunció que la obra completa de la Vía Expresa Sur estará lista en junio del próximo año. Sin embargo, precisó que los intercambios viales comenzaran su ejecución en el mes de diciembre del presente año.

El drama de recorrer la Vía Expresa Sur en hora punta. (Julio Reaño)
Liberación de terrenos
Las liberaciones de vías iniciaron en octubre pasado, en medio de enfrentamientos con vecinos de Surco y la municipalidad distrital liderada por Carlos Bruce, ya que estos criticaban la falta de un expediente técnico que sustente los detalles y plazos de la obra.
En aquella oportunidad, con maquinaria pesada, la Municipalidad de Lima retiró todo el césped del parque ubicado frente a las urbanizaciones Próceres y Precursores, lugar que había sido recuperado años atrás por el municipio distrital en coordinación con las juntas vecinales, pues era prácticamente un terral. Este accionar se repitió en otros parques y áreas verdes del distrito.

Las liberaciones de vías iniciaron en octubre pasado, en medio de enfrentamientos con vecinos de Surco.
También se demolió parte del área del colegio Champagnat, que incluía un cerco y una cancha de grass sintético. Esto originó que el campus quede partido en dos. Pese a ello, el colegio aseguró que sus espacios educativos, administrativos y de soporte no se vieron perjudicados. En tanto, la intervención en el colegio Hiram Bingham se limitó a un corte lateral, liberando un espacio que anteriormente albergaba una pequeña cancha. En este caso, la demolición no alteró las áreas principales de la institución.
Asimismo, uno de los últimos espacios liberados para la ejecución de la obra fue una parte de la iglesia San Roque, ubicada en Surco. Según las autoridades, la intervención incluyó a una pequeña capilla secundaria, el patio central y un quiosco utilizado para ventas. En tanto, el área principal del templo permaneció intacta.