Gerardo Saúl Chunga Zárate fue entrenado por el Estado peruano para proteger al país desde la ciberseguridad. Estudió informática, recibió capacitaciones internacionales en Colombia y la Fuerza Aérea del Perú lo formó para enfrentar amenazas en el ciberespacio. Pero ese mismo conocimiento, que debió servir para la defensa nacional, terminó siendo su mejor arma en un mundo de perversión.
El exsuboficial, dado de baja por bajo rendimiento, se convirtió en un depredador digital. En internet se hacía llamar ‘Pollito Amarillo’, alias con el que ofrecía a menores de 14, 15, 16 y 17 años, además de mujeres embarazadas y adultas. Convencido de que el anonimato lo blindaba, navegaba en los círculos más oscuros de la pedofilia y la explotación sexual.

Detienen a exsuboficial FAP implicado en trata de menores
“Es una persona dedicada a la explotación de niños, niñas y adolescentes y además a pornografía infantil”, sostuvo la fiscal superior Evelyn Taboada.
EL ‘POLLITO AMARILLO’ Y SU RED DE SOMBRAS
En el mundo encriptado de internet, Chunga se presentaba con un perfil falso femenino. Bajo la identidad de ‘Valeria’ captaba a escolares con la promesa de dinero fácil. Luego las obligaba a pasar un supuesto casting antes de ponerlas a disposición de clientes que pagaban por ellas.
“Les prometía el pago de 100 soles por cada cliente que atendían y les imponía condiciones”, detalló la investigación. Las adolescentes, muchas veces en pijama, eran trasladadas a hostales por el propio exsuboficial, que se movía con cautela y cambiaba de rutas para no ser detectado.
Por años operó con impunidad. En sus redes sociales exhibía publicaciones que dejaban rastros de su relación con el delito, pero nadie lo denunció. Sin embargo, un descuido fue su ruina: uno de sus clientes filtró su número de teléfono en una página para adultos.
Ese error abrió la primera grieta. La fiscalía y la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMÍN) iniciaron un seguimiento. Un agente encubierto se hizo pasar por cliente y le escribió directamente: “Hola, ¿quién eres? Me dieron este número para agencia de chicas”.

Depredador se identificaba con el alias de ‘Pollito amarillo’.
INFILTRACIÓN POLICIAL Y EL ERROR FATAL
Chunga, confiado en su supuesta impunidad, bajó la guardia. “Si sabes que acá es todo con depósito previo, si no, no perdamos nuestro valioso tiempo”, respondió. Minutos después envió un paquete con cuatro fotos de una menor de 16 años y su número de cuenta bancaria.
Ese fue su error fatal. La cuenta estaba a su propio nombre: Gerardo Saúl Chunga Zárate. Con ese detalle quedó plenamente identificado. La policía comenzó a vigilarlo y documentó cómo trasladaba adolescentes a diversos hoteles de Lima.
El operativo final fue contundente. La policía lo capturó con orden judicial y, en paralelo, intervino un hostal donde hallaron a tres adolescentes de 14, 15 y 16 años, una de ellas embarazada.
“Se le está deteniendo por los delitos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, explotación sexual de mayores de edad y pornografía infantil”, informaron las autoridades.
La fiscalía pide cadena perpetua. Lo que un día fue presentado como un especialista en ciberseguridad, hoy es descrito como un “depredador digital” que usó el entrenamiento pagado por el Estado para burlar a la justicia, hasta que su propia soberbia lo entregó.