Crimen en la comisaría | Policía Miguel Luyo – El reportero andino

Parecía una noche de guardia más, pero terminó en tragedia. El oficial de tercera Miguel Enrique Luyo Robles, de apenas 32 años, nunca volvió a casa. Fue hallado agonizante en la misma comisaría de La Planicie, en La Molina, el lugar donde debía sentirse seguro. Horas después, falleció en el hospital Hipólito Unanue.

Desde el inicio, las versiones fueron confusas. Se dijo que se disparó solo mientras limpiaba su arma o que, en la oscuridad, despertó a un compañero que le disparó sin querer. La familia nunca creyó esas explicaciones. Con el tiempo, la verdad salió a la luz: no fue un accidente, lo asesinaron. Así lo recordó el programa ‘Estás en todas’, en su sección ‘Crimen y castigo’.

Suboficial Miguel Luyo Robles falleció en el hospital Hipólito Unanue (Foto: Redes sociales)

Suboficial Miguel Luyo Robles falleció en el hospital Hipólito Unanue (Foto: Redes sociales)

Exjugador de la Copa Perú Miguel dejó la capital para jugar fútbol en Huaraz persiguiendo su pasión antes de iniciar su carrera como policía

“Una persona maravillosa que me lo quiten de la noche a la mañana, que mi hijo haya recorrido todo el Perú jugando fútbol porque ese era su sueño de él. Él era feliz con su fútbol. Estaba comprometido, completamente enamorado y soñaba con pasar el resto de su vida junto al amor de su vida”, recordó su madre.

INVESTIGACIÓN REVELÓ QUE NO FUE UN TIRO “INOCENTE”

El disparo que acabó con su vida salió del arma del suboficial Jesús Nonajulca Páucar, su colega de turno esa madrugada del 26 de junio de 2023. En su primera declaración, dijo que todo ocurrió de forma involuntaria. Pero un informe pericial de Balística Forense del Ministerio Público lo desmintió: la bala fue disparada con el brazo extendido, de pie y a corta distancia, impactando en el hombro derecho de Miguel Luyo.

La trayectoria del proyectil, además, fue confirmada por el Instituto de Medicina Legal: entró de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Es decir, el policía acusado lo apuntó directamente.

Según testigos, la tragedia comenzó con una discusión absurda. Miguel habría intentado quitarle la sábana a su compañero y este respondió con furia: “Ahora saco mi fierro y te quemo”. Minutos después, lo buscó hasta encontrarlo y disparó.

El proyectil perforó órganos vitales. Miguel perdió demasiada sangre y, pese a los esfuerzos médicos, murió horas más tarde. El dolor de su familia aún retumba: “Se ha llevado todo. Toda mi vida se ha llevado”, lloró su hermana.

Comunicado de la Policía Nacional del Perú tras la muerte del suboficial Miguel Luyo Robles

Comunicado de la Policía Nacional del Perú tras la muerte del suboficial Miguel Luyo Robles

Durante la reconstrucción de los hechos, Nonajulca refirió que cogió el arma con la mano derecha y la colocó pegada a su pecho. Y, es ahí que se habría producido el disparo. Involuntariamente, dijo, habría metido el dedo al gatillo.

Un informe del Instituto de Medicina Legal, lo desmiente. Los peritos señalan que la dirección del proyectil del arma de fuego se dirige de derecha a izquierda, de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante.

Por tanto, la pistola debería haber estado situada por encima del hombro derecho y detrás del cuerpo de Miguel Luyo, señala este documento.

UNA PENA QUE INDIGNA

Lo que más indigna a la familia es la respuesta judicial. A pesar de las pruebas que acreditan un asesinato en frío, la Segunda Fiscalía Penal de La Molina pidió apenas seis años de cárcel por homicidio simple. Para los deudos, es una burla: “Es una pena irrisoria. Con beneficios, ese sujeto saldrá en un año. Esto es homicidio calificado y debe ser de 15 a 20 años”, reclamó el padre de la víctima.

Mientras tanto, Jesús Nonajulca podría recuperar su libertad incluso este 25 de diciembre por exceso de carcelería, si el Quinto Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima Este lo permite.

La familia Luyo, que cada 27 de junio recuerda la tragedia, no pierde la esperanza de que la justicia algún día se imponga. “Quiero que la persona que hizo esto pague las consecuencias. No hay claridad, no hay verdad, y hay testigos que callan por miedo”, denunció Allison, hermana del oficial asesinado.

Detienen a policía que mató a su colega.

Detienen a policía que mató a su colega.

Allison Luyo dijo que existe una serie de contradicciones en el comunicado emitido por la Policía Nacional del Perú (PNP) donde menciona la hora en que ocurrieron los hechos.

“Dice que el incidente fue a las 3 de la mañana cuando yo a las 3 de la mañana estuve con mi familia en la clínica donde mi hermano debatía su vida. Mi hermano llegó prácticamente luchando por su vida y lo único que yo quiero es que se haga justicia por él porque hasta ahora no hay nada”.

“Quiero que la persona que le hizo eso pague las consecuencias. En la habitación donde ocurrieron los hechos no eran las dos personas que estaban ahí, en esa habitación duermen varias personas que están en turno”, agregó Luyo Robles.

Miguel Luyo, hincha de Alianza Lima, exjugador de Copa Perú y joven policía con sueños truncos, murió en la institución que juró defender. Dos años después, su ausencia sigue siendo una herida abierta. Y su caso, un símbolo de impunidad.

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