Para colmo de la buena suerte, después de Merino,con Yonhy Lescano como candidat presidencial, metieron una quincena de congresistas en el 2021. Luego vino el escándalo de ‘Los Niños’, con media bancada negociando favores de Pedro Castillo -¡les entregó el Ministerio de Producción!- y ahora confían en que olvidemos a esos zamarros para evocar a FBT en una nube de algodón diciendo ‘ama sua’ (no seas ladrón).
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¿Pero con quién brincarán la valla el próximo año? En el 2021, Yonhy se enfurruñó con la bancada, que no le reconoció su buena performance electoral. No lo quisieron de asesor principal y fue contratado en el despacho de su paisano puneño Carlos Zevallos. Con él se distanció del resto y se fue al flamante partido Cooperación Popular (tal fue el nombre del programa social que lideró Violeta Correa, la difunta segunda esposa de FBT) fundado por Zevallos. Primera advertencia a los dueños del logo de la lampa: la suerte belaundista les será disputada por la candidatura de Lescano y, además, por la del nieto Rafael Belaúnde Llosa, líder de Libertad Popular.

“Ahora confían en que olvidemos a esos zamarros de ‘Los Niños’ para evocar a Fernando Belaúnde en una nube de algodón diciendo ‘ama sua’ (no seas ladrón)”.
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La otra segunda advertencia es central porque tiene que ver con la popularidad y la renovación de cuadros. De las tres generaciones del partido que cumple 70 años en el 2026, dos generaciones pelean la candidatura presidencial. Víctor Andrés García Belaúnde (76), el popular ‘Vitocho’, y el ex candidato del 2016, Alfredo Barnechea (73) son de la segunda generación; mientras Julio Chávez (44), presidente del partido, es de la tercera. Conversé con cada uno y los 3 me confirmaron su afán de ganar las internas. El más enfático fue Alfredo: “No quiero ser senador, ni diputado, quiero ser presidente del Perú y sino, me voy a mi casa. Creo que en octubre voy a ser el único candidato”. Alfredo, por cierto, no es originario del partido. Tras su temprano estrellato televisivo, fue candidato aprista a la alcaldía de Lima en 1983 y diputado aprista hasta 1988, cuando se apartó del partido en protesta por la estatización de la banca. Apoyó a Vargas Llosa en 1990 y se alejó de la política hasta que en el 2011, según Alan García, hizo una intentona de ser candidato aprista. Barnechea lo negó, aunque evitó la polémica al respecto. En el 2011, al lado de ‘Vitocho’ como candidato a vicepresidente, hizo una campaña que les permitió saltar la valla, a pesar de la anécdota del chicharrón desairado, forzada por sus rivales que quisieron pintarlo snob.
‘Vitocho’ y Julio son más partidarios y condicionales en su afán presidencial. “Mantengo mi voluntad de ser candidato, pero no quiero imponerme ni matar a nadie. Quiero ser el candidato de mayor consenso”, me dijo ‘Vitocho’. Incluso me contó que ya había superado el test del entorno íntimo, ese que pasa todo personaje al que le sale del forro ser candidato: “Mi familia siempre me apoya. No es que les guste, pero nunca se han puesto en el camino entre yo y la política”.
Julio Chávez está igual de decidido y tiene una pareja política, la ex congresista y actual parlamentaria andina Leslye Lazo. Tras explicarme su teoría de que el partido “debe ocupar un espacio de centro izquierda, y hablarle a ese electorado que votó por Castillo en el 2021” y que “lo que nos dicen las encuestas de intención de voto todavía no es significativo, pero sí nos dicen por qué perfil no se votará, que es el perfil asociado a la política tradicional que debe ser renovada”, concluye que él es el indicado y no el otro par. Julio también hace una inflexión de desprendido: “Si estuviera convencido de que ellos [Vitocho y Alfredo] son los indicados, sería su jefe de campaña”.
Cuando Chávez agarra con pinzas las encuestas de intención de votos no se refiere a los resultados generales, que no son halagüeñas para la lampa, sino a uno segmentado de Ipsos para Perú21. ‘¿Por quién votaría si pudiese escoger el/la candidata/a presidencial de Acción Popular?’ se preguntó y el 34% respondió por ‘Vitocho’, el 15% por Alfredo y el 4% por Julio (35% por ninguno, 7% no precisa y 5% por otros líderes). Es una aproximación relativa a la popularidad y aceptación de cada precandidato en el electorado que hace el ejercicio de ponerse en el lugar del acciopopulista; pero no es la opinión de los militantes. Estos votarán por sus delegados regionales. Luego de elegir a 75, estos votarán por la plancha. Por primera vez desde el 2016, AP no usará el método de un militante un voto. La explicación es fácil de comprender: una norma que recién entrará en vigor este año obliga a saltar una valla de 10% de electores en las internas. Una cosa es conseguir un mínimo de 8 delegados (el 10% de 75) y otra cosa es llevar a las urnas cerca de 30 mil electores, que es el 10% de los 289,000 afiliados), según me explicó Chávez. No quieren arriesgarse a quedar fuera de carrera antes de tiempo. Sucede que el padrón acciopopulista se ha inflado y desactualizado con los años. El APRA, en cambio, sí ha decidido optar por el método un militante un voto, pero tiene un padrón que no supera los 45 mil afiliados. Una cosa es movilizar una masa partidaria de 4,500 afiliados, otra es arriar a 30 mil.
“Repito lo que dije en el partido cuando volví: he estado lejos de las cámaras, pero cerca de la gente, aprendiendo de mis errores” dice Alfredo Barnechea, precandidato presidencial de Acción Popular.
¿Y si pactan los 3?
Por lo tanto, mientras ‘Vitocho’ celebra la confirmación de su popularidad externa, el otro par ignora esa encuesta en su afán para la interna. Tras conversar con los 3, mi impresión es que hay una abierta competencia entre Barnechea y García Belaúnde por el respaldo de Chávez como si este fuera el fiel de la balanza. “Julio piensa igual que yo, que AP debe estar con el frente social”, me dijo Alfredo cuando le pregunté si estaba de acuerdo con definirse de ‘centro izquierda’. Evitó responder por el color ideológico pero se esforzó en subrayar su buena relación con el presidente del partido. ‘Vitocho’ describió a Julio como “un viejo joven militante, que ha sido secretario nacional de juventudes”, ponderando su acciopopulismo. Pero el fiel de la balanza quiere saltar al plato ganador.
Le pregunté a ‘Vitocho’, que conoce al dedillo la historia del partido y vivió buena parte de ella al lado de su tío Fernando, sí es consciente de la demanda popular de renovación de elenco. “Sí pero mira a dónde nos ha llevado eso, a Pedro Castillo y a Dina Boluarte. Ahora la gente quiere experiencia”. Es cierto, según encuestas y estudios, que el 2026 habrá una demanda de experiencia quizá mayor que en el 2021, pero ésta también se proyectará en personajes desconocidos y outsiders desligados de gobiernos y congresos recientes. Ya lo veremos con nitidez dentro de algunos meses.
Ahora están enfrentados, pero en el 2016 ‘Vitocho’ ayudó a la inducción de Alfredo a ser candidato del partido y en el 2021 estuvo de acuerdo en apoyarlo en las internas frente a Lescano. Sin embargo, Barnechea renunció a su candidatura. García Belaúnde quiso evitar el triunfo de Lescano y decidió lanzarse él solo, pero no contó con el apoyo de Edmundo del Águila Morote, que prefirió promover la candidatura de su hijo Edmundo del Águila Herrera. Ganó Lescano con holgura. ‘Vitocho’ ya había sido una suerte de ‘candidato presidencial al sacrificio’ en el 2000 y se quedó con la duda de si su experiencia pudiera activar algún resorte a su favor. Alfredo, en cambio, mantuvo su desinterés y se alejó del partido del partido y del país hasta su vuelta con el afán de ser el único precandidato. “Te repito lo que dije en el partido cuando volví: he estado lejos de las cámaras pero cerca de la gente, aprendiendo de mis errores”, me dijo en tono socarrón.
Podrían surgir otros precandidatos, claro que sí. La marca y la suerte acciopopulista avivan la sed. Por ejemplo, el actual congresista por Arequipa, Edwin Martínez anunció que se lanzaría. Según mis fuentes de AP, se acercó a los otros postulantes buscando respaldarlos a cambio de un lugar destacado en la lista, negociación común en estos casos; pero los tres quieren estar lo más lejos posible de todo lo que huela a pichi infantil. Martínez está salpicado por investigaciones ligadas a las de los ‘Niños’. Julio, el más cercano a ellos por su manejo del partido, no pierde tiempo lanzando comunicados en contra de Elvis Vergara, por entercarse en presidir la Comisión de Ética. Como eso no es suficiente, podemos prever nuevas formas de tensión entre la bancada y el partido; y muchas adhesiones particulares por cada precandidato. Por ejemplo, la ex presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, tomó hace tiempo partido por Barnechea. Pero el dominio sobre el aparato partidario que tiene Chávez y el conocimiento profundo de las tres generaciones del partido de ‘Vitocho’, le darán batalla a ‘Barney’, chapa con la que este quiere marketearse. No se descarta que los tres lleguen a un acuerdo, si se guían por los sondeos de tendencias en el electorado.