La invitación para recibir un homenaje nada menos que del jefe del Comando del Conjunto de las Fuerzas Armadas y Comandante General del Ejército, Nicolás Hermoza Ríos, en las instalaciones del “Pentagonito”, el cuartel general del instituto castrense en San Borja, representó para el agente Marcos Flores Alván algo muy parecido a la consagración de su carrera militar. Para perennizar el histórico momento, que se registró el sábado 27 de junio de 1992, el espía Flores llevó una grabadora a la ceremonia en la que el general Hermoza felicitó a los oficiales y agentes que pertenecían al Destacamento Colina. Hasta ese momento, siete meses después de haber iniciado sus actividades criminales, el grupo ejecutó a 32 personas, entre ellos un niño de ocho años, en Barrios Altos. “Maflo”, como era conocido entre los agentes de inteligencia, no sabía que el audio terminaría convirtiéndose en una contundente prueba para identificar a uno de los oficiales que estuvo presente en la reunión de reconocimiento en el “Pentagonito”: el jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINTE), general Juan Rivero Lazo.
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Marcos Flores Alván fue el primer exintegrante del Destacamento Colina que se acogió a los términos de la colaboración eficaz. Como le dijo a los fiscales, durante una década mantuvo un férreo silencio, pero cuando las autoridades de Suiza informaron que el general Hermoza ocultaba US$21 millones de sobornos pagados por traficantes de armas, avergonzado, escandalizado, humillado, “Maflo” decidió contribuir con la justicia. Además de ofrecer su valioso testimonio como administrador del Destacamento Colina, Marcos Flores Alván entregó documentación que probaba la existencia de la organización criminal que operaba con aprobación del expresidente Alberto Fujimori, la supervisión de Vladimiro Montesinos y la ejecución de los generales Nicolás Hermoza y Juan Rivero. “Maflo” trabajaba bajo las órdenes del jefe operativo, el mayor Santiago Martin Rivas, y recibió los documentos sellados y firmados por el general Juan Rivero Lazo que prueban que este era pieza clave de la cadena de mando de los asesinos.

Barrios altos. Documentos entregados por “Maflo” evidencian que el general Juan Rivero estuvo a cargo de la formación y financiamiento de Colina.
Una parrillada para los asesinos
De hecho, después de la ceremonia de felicitación del sábado 27 de junio de 1992, celebrada en el “Pentagonito”, continuaron las acciones homicidas del Destacamento Colina, compuesto por agentes del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), dependiente de la DINTE, entonces bajo la conducción del general Rivero.
En el audio grabado por “Maflo” se le escucha decir al general Hermoza a los oficiales y agentes del Destacamento Colina: “Nosotros estamos atentos a todo lo que ustedes hacen y estamos atentos para apoyarlos en todo. No deben ustedes tener ninguna limitación para transmitir sus necesidades a través de vuestro jefe, el capitán (Santiago) Martin Rivas y el general de la DINTE (Juan Rivero Lazo). Nosotros estaremos en la obligación de solucionarles los problemas de todos”. Rivero niega haber asistido, pero varios exagentes de Colina confirman que participó de la parrillada.
Luego de 21 días de la actuación en la que el general Hermoza, ante la presencia del general Juan Rivero Lazo, felicitó y alentó a los agentes del Destacamento Colina a continuar con sus acciones, el 18 de julio de 1992 se produjo el secuestro, tortura y ejecución del profesor y nueve estudiantes de La Cantuta. El grupo criminal sumó así 44 víctimas en el periodo en el que el general Rivero estaba al frente de la DINTE y por estos hechos fue condenado a prisión. Siempre alegó desconocer las actividades clandestinas. Nunca vio nada. Y aseguró tampoco haber estampado su firma en ningún documento. “Maflo” entregó 400 documentos, varios suscritos por el general Rivero, y decidió contar lo que sabía como testigo privilegiado, ya que fue parte de las entrañas de una organización.

El telegrama. Santiago Martin Rivas informó a Juan Rivero Lazo sobre la matanza de La Cantuta cuando este se encontraba en Brasil.
Cuando la fiscalía lo presentó como testigo en el juicio a Alberto Fujimori, el agente Marcos Flores Alván ratificó la responsabilidad del general Juan Rivero Lazo en la conducción del Destacamento Colina:
“Fiscal Avelino Guillén: ¿Al general Juan Rivero Lazo lo conoció usted?
“Flores: Sí, doctor.
“¿Qué cargo tenía el general Juan Rivero Lazo?
“Flores: Era director de inteligencia del ejército.
“Fiscal: ¿Jefe de la DINTE?
“Sí, doctor. (…)
“Fiscal: Siguiendo la línea de comando del Destacamento Colina, tenemos en un nivel superior al general (Juan) Rivero Lazo, jefe de la DINTE, de la Dirección de Inteligencia del Ejército. ¿Es correcta esta afirmación?
“Flores: Sí, es correcto, doctor.
“Estamos hablando de una línea de mando. ¿Por encima del general Rivero Lazo, tenemos al general (Nicolás) Hermoza Ríos? ¿Es correcta esa afirmación?
“Así es, doctor.”
“Maflo” también confirmó la vinculación directa del general Rivero como asistente al reconocimiento en el “Pentagonito:
“Fiscal: ¿Fue una parrillada?
“Flores: Sí, así es, doctor.
“Fiscal: Recuerda usted que entre los asistentes estuvo el jefe de la DINTE, el general Juan Rivero Lazo?
“Flores: Así es.

El espía. El exagente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), el técnico de tercera EP Marcos Flores Alván durante una audiencia judicial. Foto: difusión
Contacto directo con el general
Pero el espía Marcos Flores Alván fue mucho más preciso. Relató que el jefe operativo del grupo criminal, Santiago Martin Rivas, informaba de los asesinatos al general Juan Rivero. Después de cada acción, el agente Ángel Arturo Díaz informaba a “Maflo” el número de ejecutados para que llevara la cuenta. Flores lo registraba en una libreta.
“Fiscal: ¿Son 4 o 5 apuntes (crímenes) los que usted hizo?
“Flores: Así es.
“Fiscal: Usted dice que apuntó 4 asesinatos, 4 o 5 veces. ¿De 4 personas o muchas personas?
“Flores: Muchas personas. (…) Él (Ángel Pino) venía y me decía: anota dos, me decía. En tal sitio, en tal sitio. Y eso, consta en una libreta.
“Fiscal: Pero usted, ¿cómo sabía que esas anotaciones de cuatro, cinco, uno, eran muertes?
“Flores: Porque salían por los periódicos posteriormente.
“Fiscal: Estamos hablando con un hombre de 30 años de servicio. Usted no es un simple apuntador, pues. Exactamente, ¿qué era? Le decían: apunte 5. ¿Qué 5?
“Flores: Cinco asesinatos. (…) Y me decía el lugar (donde se cometieron). Por ejemplo, el caso de La Cantuta. Anota seis, (me indicó). Me anotaba seis.
“Fiscal: ¿En La Cantuta murieron más, no?
“Flores: Lo anoté mal, sí.
“Fiscal: ¿Lo anotó mal? ¿Cómo se sabe que lo anotó mal?
“Flores: En este caso, (Santiago) Martin Rivas envía un telegrama a Brasil. Creo que se encontraba (ahí) el jefe inmediato (general Juan Rivero Lazo), en el 92.
“Fiscal: ¿Quién? ¿Brasil? ¿Quién está? ¿Qué jefe inmediato era?
“Flores: El general (Juan) Rivero (Lazo).
“Fiscal: ¿Era el jefe de la DINTE?
“Flores: Sí, estaba haciendo una conferencia bilateral (en Brasil).
“Fiscal: ¿Él estaba en una conferencia, el general este (Juan Rivero Lazo), y el señor (Santiago) Martín Rivas le envía un cable?
“Flores: Un telegrama.
“Fiscal: ¿A usted le consta eso?
“Sí, me consta.
“Fiscal: O sea, que uno de los apuntes, uno de los datos de esa libreta, ¿era de La Cantuta?
“Flores: Así es.
El Tribunal Constitucional consideró que Rivero cumplió las condenas que se le impusieron. Pero nunca lo absolvió. Sin embargo, vergonzosamente, la presidenta Dina Boluarte lo invitó a Palacio de Gobierno para la promulgación de una nueva ley de amnistía que beneficia, entre otros, a los homicidas del Destacamento Colina. Fue como escupir sobre la tumba de las víctimas.

El abrazo. La presidenta Boluarte reconoció al general Juan Rivero cuando promulgó la ley de amnistía, a sabiendas de su conducta criminal. Foto: difusión