La ruta del oso andino en Machu Picchu – El reportero andino

Pese a ser una especie emblemática del Perú, el (Tremarctos ornatus) también es una de las más vulnerables debido a las diversas amenazas que enfrenta. Por ello, en el último tiempo, se viene desarrollando una innovadora estrategia de conservación de este ejemplar basada en el uso de herramientas tecnológicas de alto nivel, dentro del ámbito de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) del país.

Se trata de collares con un sistema de monitoreo satelital que son colocados en ciertos osos de anteojos (como también es conocido) a fin de generar información fundamental para la protección de su especie. Todo esto es posible gracias al trabajo articulado entre la ONG Conservación del Oso de Anteojos (SBC) y el , organismo adscrito al Ministerio del Ambiente.

Para colocar los collares se inmoviliza cuidadosamente a los individuos previamente seleccionados. (Foto: Sernanp)

Para colocar los collares se inmoviliza cuidadosamente a los individuos previamente seleccionados. (Foto: Sernanp)

Uno de los sitios donde se viene empleando con éxito dichos dispositivos es el Santuario Histórico de Machupicchu, que fue la primera área natural protegida del Perú en implementar esta estrategia de conservación. Los resultados, a la fecha, merecen ser destacados.

La ruta del oso andino captada por collares satelitales: el número de esta especie va en aumento

La ruta del oso andino captada por collares satelitales: el número de esta especie va en aumento

Collares satelitales. ¿Qué son?

Vladimir Ramírez, jefe del Santuario Histórico de Machupicchu, explicó a El Comercio los pormenores de esta nueva modalidad de monitoreo y qué la distingue de otros sistemas. Indicó que si bien el monitoreo a los osos de anteojos se realiza desde hace varias décadas, la nueva modalidad a través de collares satelitales, que inició entre fines del 2022 e inicios del 2023, ayuda a identificar más rápido a esta especie y conocer con mayor precisión su comportamiento con la finalidad de protegerla.

Para ello, simultáneamente se han instalado 200 cámaras trampa en el santuario, lo que ayuda en la identificación visual de los ejemplares.

Hasta el momento ya son seis los osos andinos, entres machos y hembras de edad adulta, a los que se les ha colocado los collares dentro del santuario de Machupicchu. (Foto: Sernanp)

Hasta el momento ya son seis los osos andinos, entres machos y hembras de edad adulta, a los que se les ha colocado los collares dentro del santuario de Machupicchu. (Foto: Sernanp)

El collar lo compone una faja la cual lleva una pequeña batería y un GPS que manda una señal al satélite, para que en tiempo real se pueda hacer el monitoreo de la movilización de los osos. Así, se puede saber en qué lugares se alimentan, cuáles eligen para procrear, etc. Permanentemente se logra tener su ubicación exacta en tiempo real, lo que permite ayudar a que su conservación sea más efectiva. Si se movilizan a lugares donde podrían verse afectados, inmediatamente se activa un sistema de control y vigilancia”, detalló Ramírez.

El jefe del santuario de Machupicchu precisó que los collares satelitales no pueden ser colocados a cualquier oso. Para ello se lleva a cabo un análisis previo de los ejemplares más aptos para llevarlo puesto. Por ejemplo, las crías no son seleccionadas, pues tiene que ser uno que pueda comportarse bien con el collar.

El procedimiento contempla inmovilizar cuidadosamente a los individuos que se pretenden escoger. Ya se han colocado hasta el momento a seis osos andinos en el santuario, entre machos y hembras de edad adulta, ya que cada uno tiene un comportamiento distinto. Cabe precisar que estos collares no son nocivos. Dependiendo del tiempo de uso se caen por sí solos, o en caso que se requiera desconectarlos, esto se hace electrónicamente y se desprenden automáticamente“, sostuvo Ramírez.

En tanto, Joel Mendoza, especialista de la subdirección de Supervisión, Vigilancia y Control del Sernanp, comentó que una metodología que se puede complementar con el uso de collares satelitales es la de ocupación (ver los lugares donde está presente la especie), la cual es de bajo costo y puede abarcar grandes espacios. Agregó que esta modalidad se está desarrollando actualmente en 7 ANP, pero la idea es que se expanda a un total de 9, ya que está identificado como un elemento de importancia para estas áreas.

El monitoreo mediante collares satelitales va acompañado de cámaras trampa, la misma metodología de ocupación, monitoreo por transectos, entre otros. Estamos tratando de buscar que otras instituciones se interesen en el uso de estos collares para que se pueda aplicar en otras ANP y así nosotros poder juntar los resultados que arroje con los datos obtenidos de la metodología de ocupación. De esta manera podríamos deducir cuántos osos andinos hay y su distribución“, señaló.

Hallazgos y la ruta del oso andino

Ramírez precisó que el monitoreo mediante collares satelitales ya está dando resultados satisfactorios: antes del 2020 se tenía reportado entre 17 a 20 ejemplares de osos de anteojos. No obstante, desde el 2022 a la fecha, ya se tienen identificados a 57 individuos. “Lo interesante es que hablamos solo del santuario de Machupicchu, por lo que deben haber muchos más. Pero mayormente están concentrados dentro del santuario, en las 37 mil hectáreas que tiene. Ocupan el 87% de la superficie“, comentó.

Asimismo, esta modalidad de monitoreo ha permitido identificar los lugares de mayor avistamiento de osos andinos, las rutas que frecuentan, cómo se movilizan y demás indicadores. Estos animales pueden movilizarse incluso hasta la zona nival, es decir, hasta lugares de gran altitud poblados de nieve. Es decir, logran movilizarse desde el fondo del valle hasta las zonas altas (más de 6.000 m). Tienen gran facilidad para movilizarse en cualquier tipo de accidente geográfico.

El collar lo compone una faja la cual lleva una pequeña batería y un GPS que manda una señal al satélite, para que en tiempo real se pueda hacer el monitoreo de la movilización de los osos. (Foto: Sernanp)

El collar lo compone una faja la cual lleva una pequeña batería y un GPS que manda una señal al satélite, para que en tiempo real se pueda hacer el monitoreo de la movilización de los osos. (Foto: Sernanp)

Algunos han salido del santuario, tanto hacia la parte norte como sur, también se han movilizado hacia el área de conservación regional de Choquequirao. Todo esto nos permite hacer una gestión más efectiva de la especie, además porque los ecosistemas donde vive están en buen estado de conservación, lo que garantiza su alimentación y una mayor reproducción”, detalló el vocero.

Un claro ejemplo de la ocupación de espacios y el desplazamiento de los osos de anteojos se da cuando las hembras tienen que procrear, pues se movilizan a otros sectores, pero cuando están con crías, tienen también otra modalidad de movimiento y permanecen a veces más tiempo en algunos lugares, hasta dos semanas. También buscan alimentos específicos, entonces, permanecen en un sitio por diferentes alimentos que requieren consumir.

Por otro lado, Ramírez detalló que se han identificado todas las amenazas que enfrenta el oso andino, como los incendios forestales, construcciones inadecuadas, caza, etc. En ese sentido, resaltó que se tienen diferentes estrategias para reducir la amenaza que se vierte hacia ellos. “Por ejemplo, basta que detecten el humo de un incendio forestal y estas especies tienden a migrar, pero felizmente nosotros prácticamente hemos controlado ya hace varios años los incendios forestales al interior del santuario y esto permite pues que el oso tenga un mejor confort y/o hábitat dentro. No así fuera del santuario”, dijo.

Simultáneamente se han instalado 200 cámaras trampa en el santuario, lo que ayuda en la identificación visual de los ejemplares. (Foto: Michell León / SBC Perú)

Simultáneamente se han instalado 200 cámaras trampa en el santuario, lo que ayuda en la identificación visual de los ejemplares. (Foto: Michell León / SBC Perú)

Por su parte, Mendoza arrojó un dato, que pese a que aun falta que sea investigado más a fondo y corroborado, puede ser una muestra más de los resultados significativos del uso de collares satelitales: las poblaciones de osos que están más al norte (incluso fuera del país) son un poco más grandes que los que están al sur.

“LA ANP con mayor cantidad de osos a la fecha es Machu Picchu porque es donde más tiempo se ha desarrollado. En cuanto a la metodología de ocupación, nos ha mostrado de que en Machu Picchu, Manu y Yanachaga son las que presentan un índice más alto. Hasta el 96% de las áreas están ocupada por oso de anteojos. Al desarrollarse estas metodologías dentro de ANP, cabe también la duda de qué ocurre con las poblaciones que están fuera”, añadió.

Mirada a futuro

Se tiene proyectado que este modelo de investigación, en base a collares satelitales, continúe desarrollándose por los próximos 20 años. “Uno de los tantos desafíos es responder a por qué en un espacio tan pequeño hay tantos individuos, y así muchas otras interrogantes, que va a servir para que las otras 33 áreas protegidas que cuentan con osos de anteojos, puedan replicar este modelo”, manifestó Ramírez.

Los ejemplares que son rastreados por GPS pueden ser sometidos a evaluaciones veterinarias de sangre y mediciones morfométricas. (Foto: Sernanp)

Los ejemplares que son rastreados por GPS pueden ser sometidos a evaluaciones veterinarias de sangre y mediciones morfométricas. (Foto: Sernanp)

Creo que estamos por buen camino y las políticas de conservación que hace el SERNANP y el MINAM están acertadas y creo que se está haciendo buen trabajo. Esto no solamente sirve para la conservación de las áreas protegidas, sino también para responder a los compromisos internacionales que tienen las áreas protegidas“, agregó.

Por otro lado, Mendoza detalló que como un siguiente paso sigue analizar cuáles pueden ser las actividades que podrían estar impactando de manera negativa al oso. Para ello, se necesita trabajar con la población, que las personas se conviertan aliadas de la conservación de este ejemplar.

Antes del 2020 se tenía reportado entre 17 a 20 ejemplares de osos de anteojos. No obstante, desde el 2022 a la fecha, mediante los collares, ya se tienen identificados a 57 individuos dentro del santuario. (Foto: Captura de video)

Antes del 2020 se tenía reportado entre 17 a 20 ejemplares de osos de anteojos. No obstante, desde el 2022 a la fecha, mediante los collares, ya se tienen identificados a 57 individuos dentro del santuario. (Foto: Captura de video)

En ese paso ya estamos y queremos seguir reforzando ese tema porque sí nos está dando resultados en algunas áreas, el apoyar a las comunidades en algunas actividades sostenibles que no perjudiquen tanto a la presencia de oso y sus hábitats”, puntualizó.

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